EFE
Toronto— El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo ayer que, según cifras proporcionadas por funcionarios de México, un total de 150 mil personas han muerto en la guerra contra el narcotráfico en ese país.Panetta, durante una rueda de prensa ofrecida al finalizar la primera Reunión Trilateral de Ministros de Defensa de Norteamérica en Ottawa, no precisó qué período comprende esa cifra.
“Obviamente una de las graves amenazas que están enfrentando Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica son los cárteles de la droga y el tráfico de la droga que se está produciendo”, afirmó Panetta.
“El peligro aquí está en varios frentes. Número uno es la tremenda violencia. Creo que los números que los funcionarios mexicanos han mencionado son 150 mil los que han muerto por la violencia principalmente entre estos cárteles en México”, añadió.
Las últimas cifras oficiales dadas a conocer en enero de este año en México señalan que desde 2006 han muerto 47 mil 500 personas a consecuencia de la violencia del narcotráfico.
Panetta realizó esta declaración tras mantener una reunión con los ministros de Defensa de Canadá, Peter Mackay, y México, el general Guillermo Galván, así como el secretario de Marina de México, Francisco Saynez.
Uno de los principales temas de la reunión fue la lucha contra el narcotráfico. Panetta y Mackay señalaron durante la rueda de prensa que los representantes mexicanos les ofrecieron un “detallado” informe sobre la guerra contra el crimen organizado en ese país.
Lucha contra el narcotráfico es prioridad Los ministros de Defensa de Canadá, México y Estados Unidos aprovecharon su primera reunión trilateral para discutir en profundidad la lucha contra el narcotráfico, que calificaron como una de las principales amenazas para la seguridad de la región.
Los tres ministros de Defensa de Norteamérica dijeron al finalizar la cumbre que el narcotráfico “es una grave amenaza” para todo el continente americano.
El general Galván afirmó que “la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico representa la máxima prioridad para México”.
Galván también trató de forma indirecta el flujo ilegal de armas desde Estados Unidos hacia México, donde son utilizadas por organizaciones criminales en su lucha contra las fuerzas de seguridad mexicanas y grupos rivales.
“Intentamos seguir el principio de responsabilidad compartida. Sin duda, lo que cada país hace o deja de hacer tendrá un impacto directo en los otros”, señaló el militar mexicano. Estados Unidos ha sido criticado por el tráfico de armas de elevada potencia hacia México pero Panetta afirmó que Washington está haciendo todo lo posible para detener el flujo.
“Nuestras fuerzas de seguridad están haciendo todo lo que pueden para tratar de parar ese movimiento de armas. Es difícil, pero nos estamos concentrando en ese esfuerzo. Estamos concentrándonos, junto con México y Canadá, en confrontar estos cárteles, para asegurar que les perseguimos y los llevamos ante la justicia”, dijo Panetta.
Por su parte, Mackay dijo que los tres países no viven en aislamiento y que “el tráfico de drogas, de armas, si es un problema para México es un problema para Canadá”.
“Tenemos más de un millón de canadienses que viajan cada año a México y un buen número tiene su segundo hogar en México. Éste es un problema compartido. Y lo que se ve aquí hoy es un deseo de los tres países de enfrentarse frontalmente a los problemas”, afirmó el ministro de Defensa canadiense.
“El general Galván nos dio un detallado panorama de la gravedad del desafío al que México se enfrenta. Lo que queremos hacer hoy de una forma más formal es confrontar el tráfico de personas, drogas y armas a través de nuestras fronteras”, concluyó. Los tres países, que también coincidieron en señalar la cumbre de Ottawa como una “reunión histórica”, acordaron institucionalizar los encuentros de sus ministros de Defensa.
“Apoyamos de forma entusiástica la propuesta del ministro Peter Mackay de institucionalizar nuestro diálogo y reunirnos de forma regular”, explicó el general Galván.
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