miércoles, 28 de septiembre de 2011

LAS MATANZAS DEL NARCO

70 por ciento de asesinatos en Tijuana son del crimen organizado

Alfredo Arzate y José Soto se diputan las ganancias de la venta de droga al menudeo en las dos principales zonas de Tijuana. Las matanzas por los territorios las organizan, del lado de “El Aquiles” su hermano René, y con “El Tigre”, “Los Primos”, Javier, Jorge y “Lucas” Mendoza Uriarte, consanguíneos de Raydel Lopez Uriarte “El Muletas”.

Más del 60 por ciento de las 368 muertes violentas ocurridas en el año en Tijuana son atribuidas al narcomenudeo, y sólo el 15 por ciento están siendo resueltas. No hay órdenes de aprehensión contra los autores intelectuales.

Detenidos no conocen a sus jefes, pero sí denuncias de cómo hacen depósitos bancarios de 300 y 400 mil pesos sin pregunta alguna de los funcionarios bancarios en el este de la ciudad. El dinero de la droga va de Tijuana a Sinaloa por la vía de las instituciones financieras.

Investigaciones ZETA
 La pelea por el control territorial de Tijuana se está dando en dos zonas, el este y el noroeste de la ciudad, donde se concentra el mayor número de ejecutados. La primera controlada por los homicidas que sirven a José Antonio Soto Gastélum “El Tigre”, y la segunda por los matones de Alfredo Arzate y/o Arteaga “El Aquiles”.

Esta situación es del conocimiento de la autoridad, pero no existen órdenes de aprehensión contra alguno de los dos señalados como narcotraficantes, a pesar de que la Procuraduría del Estado se había comprometido a solicitar la detención de los hermanos Arteaga, incluidos e identificados plenamente en el expediente 221/11/201 iniciado en junio del presente año con la detención de Aarón Juárez, José Antonio Chico Peña y Miguel Ángel Rodríguez Solorio, alias “Alfredo Keynes Alonso”.

También conocidos como “El Garras” y el de “La A”, en 2008 ambos eran encargados del trasiego de enervantes al mayoreo de Sinaloa a Baja California. El primero la introducía por Mexicali vía terrestre y el segundo por Ensenada, vía aérea. Hoy pelean por controlar el narcomenudeo en las colindancias de Tijuana con Tecate y Estados Unidos.

Se han convertido en los autores intelectuales de los asesinatos cometidos en Tijuana, relacionados con el crimen organizado de acuerdo a las autoridades ministeriales. La justificante oficial para no haber generado órdenes de captura, es que no hay acusaciones sólidas contra “El Tigre” o “El Aquiles” -ni investigación oficial-, toda vez que los detenidos matones y vendedores de droga aseguran no haberlos visto nunca, ni recibidos órdenes a través de un tercero.

Aunque ambos movilizan droga sinaloense de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán, por 19 meses han sostenido el pleito territorial iniciado por Teodoro García Semental “El Teo” contra Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”.

De los líderes de sicarios que sirven al “Aquiles”, las autoridades tienen información limitada y, a pesar de que los ubicaron en averiguaciones previas desde 2010, tampoco han solicitado ninguna orden de aprehensión en su contra. Ellos son:

“El Fantasma” y/o “Miller”. Matón y operador muy bien relacionado con la cúspide del Cártel de Sinaloa. Según las autoridades locales, bajó su perfil a partir de febrero de 2011, cuando Israel Cruz “El Tomate” hizo declaraciones de sus existencia en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), por esa razón no han podido darle seguimiento.

René Arzate/Arteaga “La Rana” hermano y/o hijo de “El Aquiles”. Se integró como brazo ejecutor contra los García Semental, cuando Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” aún encabezaba el enfrentamiento interno del CAF. Su nombre aparece en averiguaciones previas desde finales de 2009.

Con “La Rana” opera uno de los grupos homicidas más activos radicado en la delegación Centenario, donde según información de las áreas de inteligencia, se localizan las principales casas de seguridad de “El Aquiles” y asesinos ligados al Barrio Logan  y a Melvin Gutiérrez Quiroz.

Estos asesinos-narcomenudistas  delinquieron antes con Amado “El Gordo” Villarreal y forman parte del equipo de Fermín Medina Morales “El Minfer”, capturado en junio de 2010.

En Sonora, las ligas de los Arzate están relacionadas con las familias Hernández y Valenzuela, mientras que en Sinaloa están aliados con los Elenes y los Angulo. En Mexicali, uno de los centros de operación está en la colonia Profesores Federales.

Del lado opuesto “Los Teos”, encabezados por Soto, se sirven de un sujeto evidenciado desde enero de 2011, identificado como “El Atlante”, pero que también goza de impunidad. La autoridad mantiene congeladas las indagatorias en su contra.

Y los hermanos Mendoza Uriarte, con expedientes más amplios por su consanguineidad y complicidad con Raydel López Uriarte “El Muletas”, compadre, amigo y operador criminal de “El Teo”, detenido en febrero de 2010. Son tres.

El más conocido por su involucramiento desde 2008, es Francisco Javier Mendoza Uriarte “El Chapito”, quien bajó su perfil a partir de la primera captura de Héctor Eduardo Guajardo Hernández, en mayo de 2011. Los expedientes ministeriales indican que desde entonces pasa mucho tiempo en Sinaloa para evadir la justicia.

Los otros dos primos fueron colocados por las policías en el organigrama criminal, a partir de una captura realizada el 8 de septiembre de dos hombres y una mujer en un laboratorio de droga, ubicado en la privada Granada del fraccionamiento Montecarlo, de la delegación La Presa. Sus cómplices los identificaron como Jorge Mendoza Uriarte y “Lucas Mendoza Uriarte”.

Aunque estos hombres  ordenan, organizan, visualizan, supervisan e incluso llegan a participar en los asesinatos,  la mayoría de las muertes están siendo encargadas a los vendedores de droga al menudeo.

Autores materiales
Sin “El Ingeniero” y “El Teo” como protagonistas, las cartulinas enviando mensajes no han dejado de aparecer sobre los cuerpos de personas torturadas y asesinadas, la tónica tampoco se ha modificado, alegan traiciones y “cambios de bandera”.
“Así van a quedar los que trabajen con el Aquiles”, se pudo leer el 19 de abril en el fraccionamiento Lomas Verdes.

“Esto les vas a pasar a todos los que quieran pelear el terreno”, apareció el 12 de mayo en la colonia Vista Hermosa.

“Por andar quevrando jente por Lomas Verdes y La Sanches”,  se apreció el 21 de junio  en la colonia Amparo Sánchez.

“Esto les pasó por meterse en una plaza que ya tiene dueño”, decía un mensaje localizado el 6 de agosto en la colonia Obrera.

Las firmas de asesinos son variadas: “El WH”, “La Varredora”, “El del Número”.

Expedientes resueltos con detenidos revelan que los asesinos son en su mayoría adictos o sinaloenses traídos expresamente para mover droga en Tijuana. Integrantes que no llevan más de seis meses en el grupo y los mandan a matar como si fuera parte de los requisitos para permanecer.

La mayoría han sido detenidos como parte de los operativos preventivos del Ejército, la Policía Estatal o la Municipal, en posesión de droga y armas que salen positivas en hechos delictivos previos.

Los que han confesado, aseguran que las muertes se deciden rápido. Las órdenes se reciben por radio, y no hace falta más que otro vendedor de “tiendita” o calle, se queje y asegure al coordinador de la colonia que tal o cual persona lo está invadiendo. Si lo conocen porque antes vendió droga con ellos, le avisan “que le baje”, pero una sola vez; si es desconocido simplemente lo ubican y lo matan.

“Un individuo apodado ‘El Birria’ se encarga de la venta de la droga en el arroyo del Mariano Matamoros, el cual me había dicho que el de las micas estaba chapulineando”, por esa razón asesinaron a 12 de junio del 2011 a Juan Manuel Sandoval Córdoba.

Hombres con apodos como “El Burro”, “El Esmaili”, “El Betillo”, “El Chico” y “El Diablo”, son los que están siendo detenidos y encarcelados por las muertes. Sujetos que no conocen físicamente ni al jefe criminal de la zona, y sólo han escuchado decir a sus compañeros que la droga es de “El Mayo” o de “El Chapo”.

De acuerdo a estadísticas oficiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California (PGJE), del total de homicidios cometidos de enero a junio de 2011 en Tijuana, el 60 por ciento corresponde a delincuencia organizada y el 40 por ciento al fuero común.

Aunque no tienen elementos suficientes para remitir esos expedientes a la Procuraduría General de la República.

“Para fines de análisis se separan y se considera el tipo de arma utilizada, el modus operandi, declaraciones de las familias y amistades, así como las coincidencias en los archivos periciales”, detalló un elemento del área de inteligencia de la PGJE.

Conforme al primer análisis semestral de 2011, de los 265 asesinatos cometidos, 153 estaban relacionados con narcomenudeo o control de plaza. De éstos se consignaron 23, lo que marca una efectividad del 15 por ciento, sin embargo no significa que en todos esos casos tengan algún detenido. En la mayoría con consignados, se trata de individuos que ocupaban una de las ultimas escalas en el organigrama criminal de la célula.

De los 112 homicidios que la Procuraduría atribuyó al fuero común, durante los primeros seis meses resolvieron 33, con lo que obtuvieron una efectividad del 30 por ciento.

A la fecha se sumaron los 34 homicidios de julio, los 43 de agosto y los 26 de septiembre hasta el jueves 22. En este trimestre el porcentaje de muertes atribuidas al crimen organizado subió a 70 por ciento.

Las tendencias en cuanto a causa de muerte se mantienen: 66 por ciento son asesinados con arma de fuego, de éstos, el 35 recibió impactos de calibre 9 mm y el 15 por ciento, calibre .25. El 24 por ciento es asesinado con armas punzocortantes o contundentes, mientras que el 10 por ciento muere estrangulado.

Aunque se han registrado homicidios en toda la ciudad, el mapeo permitió a las autoridades confirmar que el enfrentamiento se está dando con mayor impacto en las zonas donde residen los operadores principales de ambos grupos criminales.

Entre julio y agosto de 2011 se registraron 23 asesinatos en el noroeste de la ciudad, área administrada criminalmente por los hermanos Arzate y/o Arteaga. Ahí las colonias afectadas fueron la Zona Centro, Postal, Libertad, La Cima, Manuel Paredes, Chapultepec, Azcona y Río Tijuana.

Del lado de Soto, con “Los Teos” que se resisten abandonar el este, en el mismo periodo fueron 26 homicidios en las colonias Ejido Francisco Villa, Terrazas del Valle, Guaycura, El Pípila, Florido, Los Reyes, Azteca, Cerro Colorado, Refugio y parte de La Presa.

 El pleito por el narcomenudeo
 Usualmente las autoridades le restan importancia a la venta de droga local y procuran separarlo del crimen organizado, pero en Tijuana los líderes y operadores de ambas modalidades de tráfico, son los mismos.

Y la pugna va más allá de mantenerse en posesión de la ruta terrestre que les permita llevar la droga a Estados Unidos. Las muertes son porque los recursos que obtienen por envenenar a los residentes de esta ciudad fronteriza les representan grandes ganancias.

Como ejemplo la célula de “Los Teos” detenida con armas y droga el 8 de septiembre en un narcolaboratorio.

Capturado, Jesús Antonio Márquez Verdugo “El Navo” admitió que su grupo había asesinado a tres hombres y secuestrado a un cuarto; dio a las autoridades los nombres de los homicidas y de los jefes que dieron la orden.

Salió a relucir un “líder de célula” identificado como “El Güero Chompas” que sigue órdenes de los Mendoza Uriarte. Este hombre estaba integrado a un grupo que llevaba más de un año delinquiendo y repartían droga para su venta en “tienditas” localizadas en el fraccionamiento Florido, los Pinos y la colonia Tres de Octubre, mencionó como sus compañeros a “José Danilo Amador Higuera, El Tío, El Darinel, El Tacuba, El Rul, El Pichón y El Solo”, pero detalló que eran más de 10, aunque no recordó los apodos de los demás. Así que la mayoría de la célula delictiva continúa libre y delinquiendo.

Detalló que también recibían desde Sinaloa a través de Transportes Guamuchil, cuadros de cocaína, y “El Tío”, segundo al mando, quien se dice amigo de “El Mayo”, los sacaba de los compartimientos secretos.

“El Navo” entregaba droga diario y recibía el dinero de las ventas “entre 30 y 40 mil pesos por día” que le entregaba al “Güero Chompas”, 1 millón 200 mil pesos al mes de una sola célula.

Pero ese dinero no se envía a los jefes en efectivo, es depositado en los bancos sin enfrentar problemas de controles: “…que para mandar dinero producto de la venta de la droga la movemos mediante depósitos en banco donde recibo instrucciones por parte del ‘Güero Chompas’, el cual me da números de cuenta, así como las cantidades en cada números de cuenta que tengo que depositar en los Bancos”, refirió Márquez.

“Diciéndome el Güero Chompas que me vaya al banco BANCOMER así como al HSBC que se ubican en el fraccionamiento Villa Fontana, lugar donde siempre que voy a depositar, aproximadamente llevo entre doscientos y trescientos mil pesos, los cuales los deposito en diferentes cuentas, mismo que al llegar a ventanilla me piden mi credencial de elector y una vez que la entrego siempre el cajero habla por teléfono con alguien y después sin pregunta alguna me realizan los depósitos, siendo que me sorprende ya que es mucho dinero que llevo, ya que siempre es mi temor de que la policía fuera a llegar para cuestionarme los depósitos”.

En el lado opuesto la muestra está en la captura de Jesús Hernández Valenzuela el 17 de septiembre con 223 kilos de cocaína, armas y cientos de cartuchos útiles en el fraccionamiento Villa, había recibido la droga en una panel de un hombre al que conoce como José, quien se la entregó en el panteón Los Olivos.
Este hombre pertenece a una red que en Tijuana, dijo es operada por René Arteaga y/o Arzate, conocido como “La Rana”, pero sus contactos van desde Sinaloa, a Sonora, llegan a Mexicali y de ahí lo remiten a Tijuana, donde una parte de la droga se distribuye en la delegación Centenario y otra se reparte con ex operadores de El CAF.

Pero estaban resguardando la droga en la zona este, de los Teos, lo que representa un incremento de poder para los Arteaga y motivo de más asesinatos.

Mientras, los dueños de la droga en Sinaloa decidieron no meterse, siguen surtiendo y recibiendo las ganancias desde Tijuana, donde hombres y mujeres son asesinados todos los días por el pleito de las placitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario