En desconexión con la situación de
pobreza y desigualdad en México, revistas como ¡Hola!, Quién o Marie Claire y
la red Instagram han documentado la vida de viajes y lujos de los hijos de la
pareja presidencial Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera Hurtado, quien también
ha sido parte del daño a la imagen política del mandatario mexiquense con sus
portadas, sus compras, sus lujosos vestidos, sus viajes con maquillista
incluido y, en particular, por el escándalo de la “casa blanca”, coincidieron
analistas de imagen.
De un retuit en la campaña presidencial
de Peña a las fotos de los tatuajes de sus hijas en Los Pinos, SinEmbargo
presenta una recopilación de las indiscreciones de los seis hijos,
principalmente de Sofía y Paulina, que han implicado un costo político para el
Presidente de la República, quien durante su VI y último Informe de Gobierno
les agradeció su apoyo y cariño. Ellas lloraron ahí, en Palacio Nacional.
Ciudad de México, 8 de
septiembre (SinEmbargo).– En el ocaso de su sexenio, la cuenta de Instagram del
Presidente Enrique Peña Nieto ha interactuado con sus miles de seguidores y ha
felicitado por sus cumpleaños a sus seis hijos, de quienes dice estar muy
orgulloso. Ellos, además de posar en revistas del corazón como Quién, ¡Hola!,
Marie Claire o Caras, también han usado las redes sociales para compartir su
ropa de marcas exclusivas y viajes al extranjero vigilados por el Estado Mayor
Presidencial, lo que ha afectado la imagen política del priista ante la opinión
pública de México, un país donde la mitad de sus habitantes vive en la miseria
y los índices de violencia han aumentado, así lo plantearon analistas de imagen
y comunicación estratégica.
La periodista Sanjuana
Martínez, autora de Soy la Dueña, que forma parte de la trilogía sobre la
figura de la Primera Dama, afirmó en entrevista que Rivera Hurtado debe ser
investigada.
Las fuentes consultadas
coincidieron en que “la estrategia” de unir al Presidente con la ex actriz de
Televisa Angélica Rivera Hurtado funcionó durante la campaña electoral de 2012
para atraerte votos de “sectores telenoveleros”.
Pero, dijeron, desde la
revelación de la casa “casa blanca”, ambas imágenes quedaron dañadas
negativamente y siguieron en picada porque, pese a las encuestas de popularidad
con índices bajos, sus asesores no supieron manejar las crisis y no los
capacitaron para comportarse conforme al “protocolo” de una familia
presidencial, que si bien no son funcionarios públicos, sí forman parte de la
esfera pública “y deben estar pendientes del contexto en que se desarrollan” y
“ser lo más cercana a una familia mexicana promedio con vida común sin llamar
la atención para para generar empatía”.
Se “aferraron” a un modelo de
comunicación que ya no es acorde con “una sociedad más crítica e informada” que
incluso se burla con memes de “los trucos baratos” de sus asesores, explicaron
los especialistas.
“Cuando aún eran novios ella
tenía una imagen de heroína por la telenovela La Dueña, entonces en las
elecciones no sabemos cuántos votos fueron gracias a Angélica. En ese momento
ella fue un plus”, dijo Martínez.
Sin embargo, tras la “casa
blanca”, “los focos se inclinaron hacia ella, sus hijos y su ritmo de vida, que
no correspondía con un país donde hay más de 50 millones de pobres; un
dispendio marcado por la frivolidad sin explicar desde Presidencia a cuánto
ascendían los gastos de ella y de sus hijas”.
Ante la opacidad acumulada de
sexenios pasados, Sanjuana Martínez aseguró que es necesario que sea auditada
la figura de la Primera Dama para saber cuánto han gastado las esposas de los
presidentes de la República, “porque me parece un insulto a los ciudadanos”.
“Rivera no tuvo la calidad
moral para explicar su patrimonio sospechoso”, planteó. “Es importante
investigarla, si en todo caso así lo marca la investigación procesada por este
dispendio y uso indiscriminado de los recursos de los mexicanos. La nueva
administración tendría que dar cuentas a los ciudadanos de toda esta
información que se ocultó. Ellos se irán de manera tranquila como si hubieran
hecho un bien a la nación, cuando en realidad hicieron un desfalco a los
recursos de nuestro país”, aseveró la periodista.
La primera indiscreción que
se registró en torno a la familia fue un retuit de Paulina Peña Pretelini sobre
“los proles” en plena campaña electoral de Peña Nieto, en 2012. De ahí
siguieron otros casos como el de la “casa blanca” de Angélica Rivera, que incluso
se usó para una sesión fotográfica de la esposa del Presidente, quien sería
portada de la revista ¡Hola! de mayo de 2013; la fiesta de disfraces en el
marco de la tragedia de Ayotzinapa y el reciente episodio de los tatuajes de
Sofía Castro Rivera y Paulina Peña Pretelini, respectivamente, realizados por
Jon Boy, un reconocido tatuador de celebridades y oriundo de Nueva York.
Esta semana, al final de su
Sexto Informe de Gobierno, el Presidente Enrique Peña Nieto les agradeció a su
esposa, hijas e hijo el apoyo que le dieron durante su administración, lo cual
provocó lágrimas a Rivera, a Sofía y a Paulina, otro momento que terminó
convertido en memes por los usuarios de redes sociales.
La familia de Peña Nieto en el Sexto y último Informe
de Gobierno. Foto: Especial.
Alfredo Paredes, CEO de
Capitol Consulting & Communications, lo consideró “falso” y el “colofón de
la ridiculez en el manejo de imagen” que inició con “el pésimo manejo del tema
de la ‘casa blanca'” y continuaron “con el estilo telenovelero de comunicación
que no tiene ninguna sustancia política”.
“A golpe de dinero y
banalidades, ya no puede comunicarse con la sociedad mexicana”, advirtió. “Hay
una desconexión con la sociedad, una obsesión por seguir creyendo que México es
como ellos creen y donde están muy lejos y la carencia de sensibilidad o
moderación política con desconocimiento del timing“.
“Uno de los grandes
argumentos del Presidente electo (Andrés Manuel López Obrador) para limitar las
funciones del Estado Mayor Presidencial es el uso que los hijos de Peña y
Rivera le dieron; ese uso personal de aviones y privilegios”, afirmó el
especialista en comunicación estratégica.
Héctor Fiesco, asesor de
redes sociales y profesor de imagen política, evaluó que cada uno de los
escándalos se trató de una manera similar: “no hubo un manejo de crisis que
permitiera desvincularlas. No había un entrenamiento de cómo manejar a los
medios de comunicación ante la coyuntura de un país que se vive con violencia y
pobreza extrema”.
“Se convirtió en una raya más
al tigre de un gobierno despilfarrador”, sentenció el académico del Colegio de
Imagen Pública. “No considero que el cien por ciento de la mala imagen que
tenemos del Presidente actual se deba al comportamiento de su familia, sin
embargo, la imagen positiva que tenía ‘La Gaviota’ por la tele fue bajando por
los comportamientos de ella misma”.
Desde una visión más
política, Rodrigo Perera Ramos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que la
vida ostentosa mostrada por los hijos de Peña en las redes sociales también
dañó de manera importante la gestión de Peña Nieto, al provocar el agravio y el
disgusto en la sociedad.
“Cuando los familiares de los
políticos no guardan las apariencias reflejan un cinismo que tiene que ver con
que no están conectados con la realidad social que se vive en el país”, explicó
Perera Ramos, quien es especialista en estudios sobre Internet, comunicación
alternativa, comunicación y movimientos sociales, cultura y participación
política.
A pesar de que la
administración de Peña se caracterizó por los miles de millones de pesos
gastados en comunicación social, su equipo no fue capaz de frenar los excesos
de los hijos mediante consejos, comentó el académico. Perera cuestionó si fue
porque los adolescentes no hicieron caso o si el propio padre no les puso un
alto a tiempo.
“No es bien visto que un país
donde hay un índice tan alto de pobreza sus dirigentes y políticos lleven ese
tipo de vida. Aunque el efecto de las redes sociales es un tanto limitado en
México –porque no hay niveles de acceso tan amplios como en países del primer
mundo–, sí afecta sobre todo en la población de clase media y los jóvenes que
son los que más las usan”, aseguró el académico.
Para el especialista en
comunicación estratégica Alfredo Paredes, fue “un pésimo manejo de imagen” por
una cerrazón de los asesores sin importarles la opinión pública y pese a los
costosos gastos en comunicación social.
“Se aferraron a ese modelo
que no estaba funcionando. Creyeron que la gente se mantendría en la ignorancia
e iba a perdonar sus excesos y a partir de ofrecerles estos trucos baratos
soportarían los aumentos a la delincuencia y otros indicadores negativos. No
hubo un cambio de estrategia. No se ve que hayan sido sensibles”, aseveró el
analista.
LA UNIÓN DE FAMILIAS
Enrique Peña Nieto, entonces Gobernador
del Estado de México, contrajo nupcias con Angélica Rivera Hurtado el 27 de
noviembre de 2010, tanto por lo Civil como por las leyes de la Iglesia católica
–en la Catedral de Toluca–, y fue un enlace que atrajo la atención de los
círculos políticos y del espectáculo. Foto: Cuartoscuro
El 27 de noviembre de 2010,
cuando aún era Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto se casó con
Angélica Rivera Hurtado, ex actriz de Televisa, en la Catedral de Toluca.
La pareja tiene seis hijos,
quienes se verán por última vez juntos desde el balcón del Palacio Nacional la
noche del próximo 15 de septiembre: Paulina (23 años), Alejandro (20 años) y
Nicole Peña Pretelini (18 años) –del primer matrimonio del Jefe del Ejecutivo
federal con Mónic Pretelini–, y Sofía (22 años), Fernanda (18 años) y Regina
(12 años) Castro Rivera, hijas de Angélica con José Alberto “El Güero” Castro,
un productor de telenovelas y hermano de la famosa actriz Verónica Castro.
La Unidad de Datos de
SinEmbargo informó que las erogaciones en alimentación, vestimenta, calzado,
telefonía celular, computadoras, ayuda doméstica y seguridad de los hijos del
matrimonio Peña-Rivera están declarados como “inexistentes” ante el Instituto
Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Pero las revistas del
corazón, las redes sociales y los eventos públicos, como el propio de la noche
del Grito de Independencia y donde visten ropa y calzado valuados en miles de
pesos, han sido una gran ventana donde se muestra sobre su vida personal.
“Angélica y sus hijas se
dedicaron durante seis años a ser consumidoras de prendas de diseñadores de
alta costura”, evocó la periodista Sanjuana Martínez. “Su tren de vida incluye
la protección del Estado Mayor Presidencial en vehículos oficiales y elementos
que las protegen; el EMP se convirtió en la niñera de estos muchachos que
viajaron alrededor del mundo y todo eso con cargo al erario”.
Las hijas de la pareja Peña-Rivera, en
una imagen publicada el 8 de mayo de 2013, Día de la Mujer, en la cuenta de
Instagram del propio Enrique Peña Nieto. Foto: EPN, Instagram
LA PRIMERA DAMA
Hija de un oculista y
egresada del colegio de monjas católicas “Las Rosas”, Angélica Rivera es
evocada en el mundo artístico por su actuación en once telenovelas, entre ellas
La Dueña (1995) y Destilando Amor (2007) por las que ganó premios y se quedó
con el sobrenombre de “La Gaviota”.
En 2014, el periodista Rafael
Cabrera, según su versión, vio en la fila de un supermercado la portada de la
revista ¡Hola!, la cual mostraba a la actriz en su famosa “casa blanca”. Ese
semanario también publicó las fotos de la boda en Toluca y luego, ya como
ocupantes de la casa presidencial, la gira del Presidente, Rivera y sus hijas
en una visita oficial a la reina Isabel,
en Londres.
En noviembre de ese 2014, el
equipo de investigación de la periodista Carmen Aristegui reveló que la “casa
blanca” era una mansión ubicada en la calle Sierra Gorda, en las Lomas de
Chapultepec, en la Ciudad de México, valuada en 7 millones de dólares. La casa
fue construida al gusto de Angélica Rivera por Grupo Higa, propiedad del
ingeniero Juan Armando Hinojosa, y una de las empresas que ganó la licitación
cancelada del tren México-Querétaro y que levantó obras importantes en el
Estado de México cuando Peña fue Gobernador de esa entidad.
Angélica Rivera respondió
sobre la casa con un video de siete minutos asegurando que la propiedad era
fruto de su carrera artística durante 25 años en Televisa y anunció que vendió
los derechos derivados del contrato para que dejara de ser pretexto para dañar
a su familia. Durante una serie de videos para promocionar su Sexto y último
Informe de Gobierno, Peña Nieto ofreció
una disculpa y reiteró que ese caso “impactó negativamente en la credibilidad
del gobierno” y consideró que no debió permitir que su esposa diera esa
explicación.
Otro señalamiento presente
hasta ahora fue cuando Peña Nieto y Angélica Rivera llevaron a su gira por
China una gran comitiva, incluido el maquillista mexicano Alfonso Waithsman
–quien hasta donde se registra también maquilló a la Primera Dama en una
celebración del 15 de septiembre–. Esa noticia, que se difundió ampliamente por
las redes sociales, causó fuertes críticas por el despliegue de gastos, además
de un vestido de Óscar de la Renta de 83 mil pesos que portó la ex actriz.
En 2015, la cadena Telemundo
también evidenció a Rivera mientras visitaba exclusivas tiendas de Beverly
Hills, en Los Ángeles, Estados Unidos, junto con sus hijas.
La periodista Sanjuana
Martínez celebró que la esposa del Presidente electo, Beatriz Gutiérrez, planeé
eliminar la figura de Primera Dama, presente en una democracia moderna y
encargada del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
“Lo que los mexicanos
queremos, yo creo, es una esposa del Presidente dedicada a servir a su país de
una manera u otra. Estamos ávidos de tener a una esposa que se distinga de
estos excesos cometidos por la anterior, que sea sensible a las necesidades de
la sociedad”, aseguró.
“Una esposa que no tenga
aspiraciones políticas. Hemos visto cómo la señora Calderón (Margarita Zavala)
utilizó su puesto de Primera Dama para lanzarse a la Presidencia. Lo intentó
Martha Sahagún (esposa del ex Presidente Vicente Fox) y con éxito en Puebla la
esposa de Rafael Moreno Valle (Martha Erika Alonso), que es como una reelección
del marido”, concluyó Martínez.
“LA PROLE”
Paulina y Enrique Peña en una la carrera
del Molino del Rey de 2016, que organiza anualmente el Estado Mayor
Presidencial. Foto: Instagram.
En la madrugada del 5 de
diciembre de 2011, y tras la lluvia de críticas que desataron los comentarios hechos
por Peña Nieto durante su participación en la Feria Internacional del Libro
(FIL) de Guadalajara, donde fue incapaz de nombrar tres libros que hubieran
dejado huella en su vida, además de que el priista confundió nombres de autores
y obras, su hija Paulina respondió a las burlas con un RT que calificaba de
“pendejos” y “prole” a quienes se mofaron de su padre.
“Provocó una reacción en los
jóvenes que se fueron en contra de Peña”, dijo Alfredo Paredes, CEO de Capitol
Consulting&Communication.
El 3 de diciembre, dos días
antes, y aun siendo aspirante a candidato presidencial por el PRI, Peña Nieto
acudió como invitado a la FIL. Ahí, fue cuestionado sobre los tres libros que
habían marcado su vida y la respuesta generó una serie de críticas: “Leí algo que
seguramente en mi vocación por la política alentaba ese espíritu. Fueron varios
libros, algunos, La silla del águila, de (Enrique) Krauze”, dijo Peña.
Pero La silla del águila es
una novela escrita en 2003 por el también escritor mexicano y Premio Cervantes
de Literatura, Carlos Fuentes.
En su cuenta de Twitter [@Pau_95Pena], la joven que
recientemente había cumplido 16 años, retuiteó en punto de las 00:38 horas una
publicación de su novio José Luis Torre (@JojoTorre), donde se podía leer el
siguiente mensaje: “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y
sólo critican a quien envidian! (sic)”.
Sobre el asunto, el propio
Peña Nieto publicó una aclaración también desde su cuenta en esa red social.
“El RT de Paulina fue una
reacción emotiva por mi error en la FIL. Definitivamente fue un exceso y me
disculpo públicamente por ello. Hablé con mis hijos sobre el valor del respeto
y la tolerancia, les reiteré que debemos escuchar y no ofender a los demás”,
escribió.
Ante la lluvia de críticas
por su retuit, Paulina, quien ahora es egresada de la Universidad Anáhuac,
desactivó su cuenta. Días después la reactivó y fue entonces que ofreció
disculpas por “su impulso”.
Paulina y su padre. Foto: Instagram.
En diciembre de 2012, la
revista Quién nombró a Paulina una de las “mujeres más guapas” del país y, en
entrevista con esa misma publicación, la chica –entonces con brackets– aseguró
que admiraba a su madre Mónica porque “ayudó a mucha gente y siempre vio por
los demás, por su familia y por todas”. Además confesó amar al cantante Enrique
Iglesias, y disfrutar estar en casa en vez de salir.
Años después del escándalo de
la FIL, Paulina respondió en Instagram a sus seguidores qué consejos le daría a
los hijos del ahora Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador,
sobre el manejo de su vida personal.
“Yo les aconsejaría que
siempre apoyaran a su papá, que ninguna crítica lograra separarlos como
familia, les aconsejaría que ayudaran al país de la manera que ellos escojan y
puedan”, escribió en una historia.
SOFÍA, LA ACTRIZ
El Presidente Enrique Peña Nieto envía
felicitaciones a su hija Sofía Castro en Instagram. Foto: Instagram
Sofía Castro, de 22 años, es
hija de “El Güero” Castro y Angélica Rivera, de quien decidió seguir sus pasos
en la actuación. En este último verano vacacionó en Italia, España y Grecia,
reportó la revista Caras. Ella misma lo compartió en sus redes.
Su última publicación en
Twitter, apenas hace unos días, es una disculpa por “las molestias” causadas
por las fotos de sus tatuajes, “especialmente a nuestros padres”.
El diario Reforma publicó el
fin de semana pasado que, además de los tatuajes que supuestamente Jon Boy
–tatuador de celebridades en Estados Unidos– no cobró a las hijas de Peña
Nieto, Sofía Castro se mostró calzando unos zapatos negros de piel con incrustaciones
de perlas de la marca Gucci Black Princetown, cuyo costo es de mil 750 dólares,
cerca de 35 mil pesos mexicanos.
No ha sido la única vez en la
que Sofía, quien actúa en telenovelas de Televisa, se ve envuelta en
escándalos.
Entre la noche del 26 y la
madrugada del 27 de septiembre de 2014, la policía municipal de Iguala y la
estatal de Guerrero atacaron a estudiantes de la Escuela Normal Rural de
Ayotzinapa. Ese enfrentamiento dejó un saldo de nueve muertos, 27 heridos y 43
estudiantes desaparecidos. El caso se volvió emblemático y la desaparición de
los 43 sigue siendo una mancha en el sexenio de Peña Nieto no sólo a nivel
nacional sino internacional.
La tarde del 29 de octubre de
ese año, el Presidente recibió a los doloridos padres de los muchachos
desaparecidos y muertos en Iguala. Fue un encuentro tenso. Felipe de la Cruz
Sandoval, uno de los padres de los estudiantes, le habló fuerte a Peña, ante el
silencio de sus colaboradores.
“Nosotros, definitivamente,
ya llegamos al límite de la tolerancia y la paciencia. Estamos con la última
instancia, como mexicanos, exigiéndole a usted, como Presidente, respuesta
inmediata a la presentación inmediata de los 43 jóvenes desaparecidos”, le
dijo.
La Presidencia de Peña
comenzaba a vivir la peor de sus crisis, una que se agudizaría días después con
el escándalo de la “casa blanca”.
Sin embargo, con motivo de su
aniversario, Sofía realizó el 30 de octubre –un día después del encuentro del
Presidente con los padres de los 43– una fiesta doble en la casa presidencial
de Los Pinos: por Noche de Brujas y para celebrar su mayoría de edad. En su
cuenta de Instagram, Sofía Castro compartió fotografías de su disfraz y pastel,
lo cual le fue criticado ampliamente por usuarios de redes sociales, quienes le
echaron en cara su insensibilidad ante la tragedia de los alumnos de
Ayotzinapa.
Diez días después, Sofía
recibió un premio por su carrera artística en un evento en la Ciudad de México.
Una reportera le preguntó cuál era su posición respecto al tema de los 43, y
respondió: “Mi amor, creo que ahorita no es momento para hablar de ese tema, yo
creo que como todo México está en duelo, está conmocionado por lo que está
pasando, pero creo que ahorita no es momento, creo que ahorita venimos a
disfrutar y a recibir mi premio, que estoy muy contenta”.
La pregunta la persiguió en
otros eventos públicos, pero ella se negó a hablar e incluso escapó corriendo
de los micrófonos. En las redes sociales, los usuarios la habían convertido en
el blanco de críticas recurrentes.
Sofía en su fiesta por sus 18 años,
vestida de hada. Foto: Instagram.
Meses antes, en el verano de
2014, Sofía y Angélica, ambas actrices, posaron con trajes sastres blanco y
negro para la revista de moda Marie Claire dentro de los Pinos. La publicación
tituló su portada “Redefiniendo el poder femenino”.
Luego, en marzo de 2015,
Sofía asistió a la gira de Enrique Peña Nieto en Londres junto con sus hermanas
Paulina, Fernanda y Nicole. Sus vestidos levantaron indignación y
señalamientos. El estilista Aldo Rendón compartió en redes la imagen de Sofía
en la capital inglesa con peinado rizado, guantes carmín y un vestido Dolce
& Gabbana cotizado en millones de pesos.
Tres años antes, con motivo
de sus XV años, Sofía ya celebraba en grande: “Sofía, hija de Angélica Rivera y
‘El Güero’ Castro celebró sus 15 años al ‘estilo Hollywood’; la quinceañera
abrió pista con su papá y luego bailó con Peña Nieto, esposo de su mamá”,
reportó la revista TV Notas. El grupo Camila musicalizó el evento.
Las revistas del corazón
aseguran que ella es muy cercana a Alejandro, el único hijo varón [reconocido]
de Peña y quien entregó a Angélica Rivera Hurtado en el altar de la capital
mexiquense aquel noviembre de 2010, cuando contrajo matrimonio con su padre.
EL VARÓN PRIMOGÉNITO
Alejandro Peña viajando. Foto:
Instagram.
Alejandro Peña Pretelini, de
20 años, es egresado del Colegio Miraflores. En esa escuela privada, católica y
trilingüe también estudiaron sus hermanas Sofía, Paulina y Nicole. Es el único que
tiene su cuenta de Instagram pública, en la cual comparte desde 2014 sus viajes
a Nueva York o Londres, así como su ropa de marca.
También ha publicado
fotografías en las cuales se muestra en yates, jugando golf, en carreras de
autos e incluso con el Papa Francisco o el actor Leonardo Di Caprio durante su
visita a México.
Alejandro con un cachorro felino. Foto:
Instagram.
La otra hija, Fernanda
Castro, de 18 años, fue cuestionada en agosto de 2015 por estudiar en la
Berklee College of Music de Boston, una de las escuelas de música más caras y
reconocidas del mundo.
Las dos hijas más discretas,
en contraste, han sido las menores Nicole y Regina. No obstante, este verano un
periodista de Univisión captó durante sus vacaciones a Angélica y sus hijas comiendo
en un restaurante de París, Francia. Sus guardaespaldas le retiraron el
material audiovisual. El periodista denunció agresión por parte de los
guardias.
(SIN EMBARGO/ DULCE OLVERA/ SEPTIEMBRE
08, 2018, 12:05AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario