En Arbolillo, Veracruz, suman ya 177
cráneos y miles de restos óseos hallados en fosas
EN LA ESCENA. Un cementerio de
pesadilla.
Alvarado, Veracruz.- El olor
nauseabundo es permanente, los zopilotes revolotean sobre el cielo en espera de
conseguir alimento; un grupo de peritos de la Fiscalía General del Estado
trabaja en la extracción de cadáveres, en las tres nuevas fosas en Arbolillo
encontradas ayer, que suman ya 177 cráneos y miles de restos óseos procesados.
La carretera federal divide a
los dos cementerios, el legal, el del municipio que da a pie de asfalto y donde
cientos han recibido cristiana sepultura; y el otro, el clandestino, el que
sirvió de campo de exterminio y en el que hoy, cientos de familias buscan a sus
desaparecidos.
Nadie puede imaginar el dolor
y terror que ahí se vivió, cuerpos desmembrados en su mayoría; personas jóvenes
que fueron tiradas en fosas en donde la arena apenas les cubría la piel, lo que
quedaba visible era devorado por las aves carroñeras que aún revolotean
buscando alimento humano.
Son mil 600 metros lineales
los que uno tiene que caminar para llegar a la primera fosa, ahí se le explica
a las familias de los colectivos que ayer ingresaron que las fosas que van a
ver, ya fueron tapadas porque ya fueron procesados los cráneos, restos óseos,
identificaciones y prendas de vestir que se encontraron en el lugar.
CAMINATA BAJO EL SOL
Para llegar al sitio se tiene
que caminar en lo que aparenta ser un campo.
El terreno es pantanoso
porque la lluvia forma encharcamientos que naturalmente son cubiertos por el
pasto.
Las madres que caminan dan
pasos firmes, pero terminan por hundirse en el fango, pero ensuciarse los
zapatos y mojarse los pies no es nada si se compara con el horror que ahí se
vivió.
Para llegar al lugar, dicen
los peritos, tuvieron que haber ingresado en camionetas 4x4, porque cuando
llueve el terreno se vuelve más pantanoso; una madre, de un colectivo, que logró ingresar a la zona, cuestiona si hubo
testigos del momento en que esas camionetas ingresaron.
La caminata de los colectivos
es acompañada por policías ministeriales, quienes ayudan a las madres que
buscan a sus hijos y que han caminado todo tipo de terrenos, sólo que esta vez
la caminata es más pesada porque van bajo un sol quemante y una temperatura de
al menos 30 grados, común en la zona de Alvarado.
(EL MAÑANA DE REYNOSA/ JÉSSICA IGNOT/ 19
SEPTIEMBRE 2018)
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