En dos días fueron ejecutadas 25
personas, que a lo largo de 2018 suman mil 391 víctimas. El subprocurador de
Zona, Jorge Álvarez, señala que entre el 80 y 85 por ciento de los asesinatos,
son ajustes de cuentas entre narcomenudistas. En el área de Los Pinos, La Presa
y Presa Rural, se registran más crímenes por órdenes de “El Cabo 20” y “El Cabo
8”, quienes riñen por el control de esa zona. El primero tiene la protección de
Cártel de Sinaloa, y el segundo, del CJNG
Hasta junio, el promedio
diario de ejecuciones en Tijuana oscilaba en 7.5 muertes, pero desde hace tres
semanas la violencia se recrudeció en la Zona Este de la ciudad, donde dos
células, una del Cártel de Sinaloa y otra del Cártel Jalisco Nueva Generación
(CJNG), se disputan el control por la venta de droga.
Los días 23 y 24 de junio se
registraron 11 y 14 crímenes, respectivamente, disparando el promedio diario de
muertes; estadística que -finalmente- comienza a preocupar en la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE).
Lo que detonó el crimen por
aquella zona de Tijuana es la pugna entre Edgar Alejandro Herrera, alias “El
Cabo 8”, “El Caimán” y /o “El Zame” (“Lagartijas”), alineado al CJNG, contra
David López Jiménez “El Cabo 20”, disidente de Jalisco para unirse a Sinaloa,
en las filas de José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”.
A raíz de un asesinato
registrado la segunda semana de junio en el estacionamiento del bar 7 de Copas
en el Bulevar Díaz Ordaz, uno de los testigos declaró que los sujetos antes
mencionados pertenecían al CJNG, pero López Jiménez “volteó bandera” para
unirse a Sinaloa, originando la ola de crímenes desde Los Pinos, pasando por La
Presa y Presa Rural.
“El Cabo 20”, también apodado
“El Lobo”, tiene antecedentes penales por robo con violencia a casa habitación
en octubre de 2010, ficha por delitos contra la salud en marzo de 2016, ficha
por robo de vehículo en agosto de 2014 y por delitos contra la salud en marzo
de 2017.
Sobre “El Caimán”, los
registros con que cuenta la autoridad constan de una grabación telefónica donde
presuntamente amenazaba a policías municipales; está por abrírsele un
mandamiento judicial y la integración de una carpeta de investigación del orden
federal por delitos contra la salud.
También tiene averiguaciones
previas por lesiones en 2010, daño en
propiedad ajena intencional en 2005 y lesiones por riña en 2009. Aparte de
turnaciones por grafiti y objeto fijo en 2005, daños materiales a comercio en
2007, golpes físicos en 2008 y delitos contra la salud en 2011; y fichas por
barandilla por actos al vicio, causar molestias e ingerir bebidas en la vía
pública, la última de ellas en 2010.
EL
MULTIHOMICIDIO
Los cuerpos de tres hombres y
una mujer, al parecer privados de la vida por estrangulamiento, aparecieron en
un tramo de terracería en el Ejido Ojo de Agua. Las víctimas, hasta ahora sin
identificar, estaban en el interior de un costal. Tenían los rostros cubiertos
con cinta adhesiva transparente y diversas huellas de violencia. Oscilaban
entre los 30 y 40 años de edad.
“Los occisos tenían el mismo
perfil, tatuajes en la piel, la mujer tenía uno de la Santa Muerte. Da la
impresión de que estuvieron privados de la libertad en algún lugar; los
interrogaron, amenazaron, golpearon, después los ejecutaron y por último abandonaron
los cadáveres”, señaló un investigador.
El múltiple homicidio es
parte de la pugna por el control de los lugares de venta de droga en la Zona
Este.
“La ejecución es una forma de
ganar territorio, es como miden sus fuerzas. Ellos revisan cuántos puntos de
venta tengo en cual o tal colonia, y lo que están haciendo es quitarles los
puntos de venta a la otra persona, ¿cómo lo hacen? Con terror, amenazas y
asesinatos. Primero los abordan, les dejan droga y les dan un teléfono, cuando
ya no les contestan la llamada se dice que ya no está alineados; es cuando
vienen las ejecuciones. No se puede decir que hay territorios controlados y eso
se mide cuando ya no pase nada, ya no se registren homicidios”, amplió el
investigador quien, agregó, la violencia en Tijuana recrudeció entre un 20 y 25
por ciento durante junio y julio.
“El promedio de muertes
mensuales oscilaba entre 180 y 190, el mes pasado rebasó los 221 y este julio
van 201. Esto se traduce en que no hay territorios controlados por ninguno de
los dos grupos. El control en Los Pinos, Presa y Presa Rural se podrá medir
cuando ya no ocurran homicidios”.
CAMBIO EN LA ESTRUCTURA, RESULTADOS POSITIVOS: PGJE
Jorge Álvarez, subprocurador
de Justicia, señaló que a raíz del cambio de estructura en la corporación, en
abril de 2018, se han arrojado resultados positivos.
“A la Procuraduría le
corresponde resolver homicidios, le estamos apostando a la investigación y
resolver más homicidios. Con el cambio de estructura, al menos los primeros dos
meses han sido positivos, porque primero la Policía Municipal aumentó sus
detenciones en flagrancia y nosotros incrementamos las judicializaciones con y
sin detenido, pero hay que reconocer que el 90 por ciento de los asuntos con
detenidos se quedan consignados y en prisión. También incrementamos los asuntos
de judicialización sin detenido, es decir, las órdenes de aprehensión. En junio
tuvimos 28 expedientes judicializados con 47 personas, lo que en dos años no
había pasado. En julio llevamos más de 14 judicializaciones”, argumentó.
De igual manera, se está
incentivando la investigación con más agentes ministeriales.
“Homicidios estaba
resolviendo nueve y doce asuntos de órdenes de aprehensión por Número Único de
Caso (NUC) con 11 o 14 órdenes de aprehensión; ya en junio, con la reestructura
sacamos 17 NUC con 26 órdenes de aprehensión, más los asuntos de la unidad con
detenidos, 15 personas. En julio vamos a
cerrar muy bien”, estimó el funcionario.
ASESINO DE DOCTORA CIANI PODRÍA PASAR 42 AÑOS EN LA
CÁRCEL
En audiencia intermedia
llevada a cabo el 25 de julio en tribunales del Poder Judicial, la fiscalía que
lleva el caso del asesinato de la doctora Alma Angélica Ciani González,
solicitó un castigo de 42 años y seis meses de cárcel y 800 mil 400 pesos como
reposición del daño, para el imputado David Ortega Ramos, a quien se acusa de
haber cometido el homicidio el 3 de julio de 2017.
Previo a la audiencia
presidida por el juez Francisco Alberto Molina Hernández, tanto la defensa del
imputado como la fiscalía, habían solicitado prórroga para tratar de llegar a
un acuerdo entre ambas partes y que todo se resolviera mediante proceso
abreviado.
Sin embargo, este no se dio,
ya que Odín Ciani, hermano de la fallecida galena, la familia busca “en la
medida del agravio que se presenta”, la “justicia”, porque “estamos hablando de
una persona que asesinó a una ser humano bueno, que además intentó dispararle
también a mis sobrinos, pero se le trabó la pistola”.
Durante la audiencia se
desahogaron todos los medios de prueba que serán presentados durante el juicio
oral, más de 25 prueba, desde testimonios de testigos, familiares, policías,
ministeriales, paramédicos y forenses, hasta tentativas periciales, de
autopsia, balística, entre otras.
De acuerdo con el testimonio
de la fiscalía, Ortega Ramos se presentó el lunes 3 de julio de 2017 al
consultorio en que trabajaba la doctora Ciani González, ubicado en Bulevar
Cuauhtémoc de la colonia Libertad de Tijuana, al que ingresó por la parte del
estacionamiento.
Al entrar le mencionó a uno
de los hijos que pasaría a consulta y se sentó en uno de los sillones, mientras
salía el paciente con quien se encontraba la doctora, cuando terminó con este,
Ortega Ramos ingresó a la sala de consulta y le disparó en tres ocasiones a la
altura del tórax con un arma de fuego calibre 9 milímetros, provocando la
muerte inmediata de la doctora.
Al salir, el sujeto le apuntó
con el arma y trató de disparar a los dos hijos y a la madre de la doctora,
quienes se encontraban en la sala de espera; el arma se trabó y al salir
huyendo se le cayó un teléfono celular, pieza clave para vincularlo en este
caso, en el que se le acusa de homicidio calificado con ventaja. Manuel Ayala
Chávez
CINCO ASESINATOS EN MENOS DE 24 HORAS EN MEXICALI; VAN
96 EN EL AÑO
Durante el lunes y martes de
esta semana, Mexicali tuvo una de las jornadas más violentas del año, al
registrarse cinco asesinatos en menos de 24 horas, por lo cual la cifra de homicidios es de 96 a
lo largo de 2018, ligeramente arriba de la del año anterior.
Pese a que las cifras de
Tijuana y Ensenada sobrepasan a la Capital del Estado, es evidente el
incremento de crímenes, sobre todo en delitos de alto impacto ocurridos en el
Valle de Mexicali, donde se ha desatado una pugna entre grupos antagónicos
dedicados al narcomenudeo.
La noche del domingo 22 de
julio dio inicio a la jornada de violencia en la colonia Cerro Prieto, en la
zona rural del municipio, donde fueron asesinadas dos personas cuyos cuerpos
yacían a los costados de un vehículo Toyota Corolla modelo 2005, color gris,
con placas de California, el cual estaba estacionado con los focos encendidos
sobre la calle Zinc.
El agresor disparó con un
arma corta y las víctimas intentaron correr para refugiarse, por lo menos eso
sugieren las heridas en su espalda, provocadas por proyectiles de arma de
fuego.
Las víctimas fueron
identificadas como Agustín Castellanos Lara y Alan Axel López Romero, de 46 y
22 años de edad, quienes contaban con historial delictivo como robo simple,
daños en propiedad ajena, lesiones y privación ilegal de la libertad.
La mañana siguiente se emitió
otro reporte de emergencia, indicando que al interior de un automóvil Toyota
modelo 1994, color arena y con placas de California, había otra persona
fallecida por disparos de arma de fuego.
Los tiros provenían del
exterior, ya que las balas atravesaron el vidrio frontal de la unidad. La
víctima no ha sido identificada, pero según fuentes ministeriales, se trata de
Luis Alberto Ruiz Morales, conocido como “El Ruso”, líder del Cártel de Sinaloa
en aquella zona.
Desconocidos lo ultimaron
cuando se encontraba sentado dentro de su vehículo, estacionado sobre Avenida
Monzón, casi esquina con Montes de Toledo, Fraccionamiento Quintas del Rey.
Posteriormente, a las 2:30 pm
del martes 24 de julio, se emitió un nuevo reporte de emergencia para informar
que sobre la calle 20 de Noviembre, en las inmediaciones de la Escuela Secundaria
Número 14 del ejido Sonora, se detectó la presencia de un automotor quemado, en
cuyo interior había dos cadáveres.
Al llegar, policías
municipales confirmaron el hallazgo de
cuerpos calcinados, los cuales fueron reducidos a cenizas y restos óseos
carbonizados; se supo que se trataba de dos personas porque había un par de
cráneos al interior.
Los cuerpos quedaron tan
dañados que tuvieron que ser trasladados a la morgue en cuatro bolsas. Eduardo
Villa Lugo.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA/ LUNES, 30 JULIO, 2018
01:00 PM)
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