AGUA PRIETA, Son.- El
catálogo de ilícitos del cinco veces candidato priista, Vicente “Mijito” Terán,
alcanzó a la Universidad de Sonora.
El engaño al Alma Mater
sonorense se estima en 24 millones de pesos debido a que “Mijito” Terán donó en
2010 un predio de 20 hectáreas para que se desarrollara un campus de la
Universidad de Sonora en la fronteriza Agua Prieta.
El ilícito se conflagró
cuando el actual abanderado tricolor en su calidad de alcalde aguapretense
convenció a las autoridades universitarias de edificar una extensión de la
máxima casa de estudios sobre un predio del propio Vicente Terán.
Resulta que hizo creer a la
institución que el terreno donde se asentarían pertenecía al Ayuntamiento de
Agua Prieta, pero esa certeza jurídica era falsa porque el polígono en cuestión
hasta este 2018 se encuentra escriturado -con argucias- en favor de la familia
de “Mijito” Terán.
En un principio, mediante un
“prestanombres” identificado como David Camacho, la familia Terán compró el 17
de julio de 2008 un predio de 264 hectáreas a Ana Amelia Duarte a un costo de
132 mil dólares, según consta en la escritura pública número 21256, volumen
274.
Luego, el de nombre David
Camacho, el 23 de febrero de 2012, celebró un contrato de compra venta – de
acuerdo a la escritura pública 26907, volumen 318- con la sociedad denominada
Grupo Educativo Terán Villalobos, en el que supuestamente vendió cinco
hectáreas a la administradora única de ese grupo, Irma Villalobos, esposa de
Vicente Terán.
Es de mencionar que David
Camacho, en esos años de la ilegal compra venta fungía como empleado municipal
adscrito a la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por el que
recibía un salario mensual de cinco mil pesos.
Esta contrariedad quedó
documentada en la denuncia FAS-III-AP0064/2016 con la que se le acusó de
enriquecimiento ilícito porque sus ingresos no corresponden con la transacción
que signó.
La confusión que subsiste
hasta estos días es porque en una estrategia ventajosa del priista Terán engañó
a la Universidad de Sonora para que se aplicaran sobre ese terreno 24 millones
de pesos de origen federal y seis del presupuesto de la propia máxima casa de
estudios.
Esta triquiñuela política fue
revelada cuando se consultaron los archivos de la Notaría Pública 92, a cargo
de Francisco Javier Peralta, quien redactó la escritura pública 26907, volumen
318, con la que Vicente Terán logró su cometido de hacerse del millonario
botín.
En esta campaña de 2018,
“Mijito” Terán embiste de nuevo con el proyecto de construir en su totalidad la
anhelada extensión universitaria para Agua Prieta.
Durante el arranque de
campaña, el 19 de junio anterior, prometió una vez más a los aguapretenses que
si le favorece el voto, en la elección cuando rinda protesta como alcalde,
desarrollará el multicitado complejo universitario.
“La universidad no es mía, la
universidad tiene dueño, la universidad es de la Unison. No voy a descansar, no
voy a descansar hasta que la Unison esté abierta. Y si el Mijito se los dice,
el Mijito se los cumple”, resaltó aquella mañana del mes pasado.
Sin embargo, lo que no dice
el “pentacandidato” tricolor es que el campus de la Universidad de Sonora, que
consta de un solo edificio a manera de galerón con ventanales, no cuenta con
energía eléctrica porque los postes que sostienen los cables abastecedores no
fueron instalados conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-2012.
EL PROBLEMA DE FONDO
El sueño universitario se
convirtió en pesadilla al descubrirse que el actual candidato priista en 2009
se apropió de manera ilegal de un predio de 264 hectáreas, según consta en la
escritura pública número 21256, volumen 274.
Terán, al principio de su
segunda gestión como alcalde en 2009, recurrió al entonces comisario ejidal,
José Olivarría Monge, para hacerse de mil lotes con los que pagaría a sus
líderes de barrio que le ayudaron a obtener la victoria electoral en julio de
ese año.
Pero el presidente ejidal se
negó a caer en los engaños del priista, entonces como ya había prometido
entregar esos terrenos a sus defensores del voto se entrevistó con urgencia con
Ana Amelia Duarte para la compra de las controversiales 264 hectáreas.
Justo al momento de esta
compraventa, inicia la retahíla de transgresiones a las finanzas públicas
municipales, estatales y federales que derivaron en el engaño millonario a la
Universidad de Sonora
En estas 264 hectáreas, se
creó una ciudad “fantasma”, bautizada como Nuevo Sonora, que tuvo una inversión
de 185 millones de pesos de recursos públicos municipales estatales y
federales, también se erigió un Centro de Equinoterapia con un valor de 8
millones obtenidos de las arcas nacionales, y los 30 millones de la universidad
sonorense.
El vórtice de corrupción se
encuentra documentado en las denuncias FAS-III-AP0063/2016,
FAS-III-AP0064/2016, y FAS-III-AP0065/2016, utilizadas para la redacción de
este texto.
Vicente Mijito Terán -a
través de su “prestanombre” David Camacho- pagó 132 mil dólares a Ana Amelia
Duarte por esas 264 hectáreas y en la división del polígono se creó la
confusión que persiste hasta estos días.
Aún peor. Camacho el 18 de
noviembre de 2009, le otorgó un poder “irrevocable” por el predio en cuestión a
Vicente Mijito Terán y a su esposa, Irma Villalobos, para pleitos y cobranzas,
así como para actos de administración y dominio
Con el otorgamiento de este
poder, queda demostrado que el predio universitario sigue bajo tutela de la
llamada “Pareja imperial” y, entonces, las inversiones públicas para beneficio
de la Universidad de Sonora se destinaron a la propiedad de la familia Terán
Villalobos.
“LA TERANÍA”
El 18 de febrero anterior,
apro documentó la maratónica carrera política de Vicente Terán Uribe, en el
reportaje que llevó por nombre: “En Sonora, la adicción por el poder”.
El “Mijito”, como se
autonombra y solicita que se le envíe documentación oficial, inició su
sempiterna carrera electoral a finales de la década de los 90, cuando se
convirtió por primera vez en presidente municipal aguapretense para el periodo
1997 al 2000.
Al término de esta gestión,
lo sucedió en el cargo su esposa, Irma Villalobos Rascón, para el periodo 2000
al 2003.
Desde entonces, hace 21 años,
volvió a ser alcalde de esa ciudad del 2009 al 2012 como abanderado del efímero
Partido Social Demócrata (PSD), un instituto político que únicamente participó
en aquellas elecciones intermedias de 2009 y solo obtuvo una victoria en las
urnas a nivel nacional: la de Vicente Terán.
La historia se repitió.
Villalobos Rascón, lo volvió a suceder en la presidencia municipal, en el
trienio 2012 a 2015.
En 2003, El “Mijito” y
familia, a quienes le apodan El clan Terán, La Teranía o La Familia Imperial,
sufrió la primera derrota electoral al perder en los comicios frente al panista
David Figueroa Ortega.
Doce años después, en 2015,
Terán saboreó de nuevo la derrota, al pretender convertirse por tercera ocasión
en alcalde de Agua Prieta, pero las estrategias clientelares no le funcionaron
frente al fenómeno electoral que resultó el sacerdote Iván Bernal, quien colgó
los hábitos para incursionar en la política bajo la bandera del PAN.
No obstante, las leyes
electorales de hace tres años le impidieron culminar la contienda y, unos días
antes de los comicios, tuvo que declinar en favor de Héctor Ruvalcaba, actual
alcalde aguapretense.
Las ansias de poder de El
clan Terán no solo comprenden estas cinco afrentas electorales por la
presidencia municipal de esa ciudad; también están sus diputaciones locales que
ganó el auto motejado “Mijito” en el periodo 2012-2015 y su cónyuge, de 2006 a
2009.
Aún más. En los comicios de
2015 pretendieron convertir a la hija de ambos, Irma Terán Villalobos, en
diputada local del distrito 7 por el Partido Nueva Alianza (Panal), pero la
intentona concluyó en un rotundo fracaso.
En síntesis, La Teranía ha
gobernado en Agua Prieta y Sonora en 18 de los últimos 21 años y acumulan tres
reveses electorales.
(PROCESO/ MILTON MARTÍNEZ/ 27 JUNIO, 2018)
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