miércoles, 27 de junio de 2018

“MIJITO” TERÁN, EL CANDIDATO PRIISTA QUE COMETIÓ FRAUDE HASTA EN LA UNIVERSIDAD DE SONORA



AGUA PRIETA, Son.- El catálogo de ilícitos del cinco veces candidato priista, Vicente “Mijito” Terán, alcanzó a la Universidad de Sonora.

El engaño al Alma Mater sonorense se estima en 24 millones de pesos debido a que “Mijito” Terán donó en 2010 un predio de 20 hectáreas para que se desarrollara un campus de la Universidad de Sonora en la fronteriza Agua Prieta.

El ilícito se conflagró cuando el actual abanderado tricolor en su calidad de alcalde aguapretense convenció a las autoridades universitarias de edificar una extensión de la máxima casa de estudios sobre un predio del propio Vicente Terán.

Resulta que hizo creer a la institución que el terreno donde se asentarían pertenecía al Ayuntamiento de Agua Prieta, pero esa certeza jurídica era falsa porque el polígono en cuestión hasta este 2018 se encuentra escriturado -con argucias- en favor de la familia de “Mijito” Terán.

En un principio, mediante un “prestanombres” identificado como David Camacho, la familia Terán compró el 17 de julio de 2008 un predio de 264 hectáreas a Ana Amelia Duarte a un costo de 132 mil dólares, según consta en la escritura pública número 21256, volumen 274.

Luego, el de nombre David Camacho, el 23 de febrero de 2012, celebró un contrato de compra venta – de acuerdo a la escritura pública 26907, volumen 318- con la sociedad denominada Grupo Educativo Terán Villalobos, en el que supuestamente vendió cinco hectáreas a la administradora única de ese grupo, Irma Villalobos, esposa de Vicente Terán.

Es de mencionar que David Camacho, en esos años de la ilegal compra venta fungía como empleado municipal adscrito a la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por el que recibía un salario mensual de cinco mil pesos.

Esta contrariedad quedó documentada en la denuncia FAS-III-AP0064/2016 con la que se le acusó de enriquecimiento ilícito porque sus ingresos no corresponden con la transacción que signó.

La confusión que subsiste hasta estos días es porque en una estrategia ventajosa del priista Terán engañó a la Universidad de Sonora para que se aplicaran sobre ese terreno 24 millones de pesos de origen federal y seis del presupuesto de la propia máxima casa de estudios.

Esta triquiñuela política fue revelada cuando se consultaron los archivos de la Notaría Pública 92, a cargo de Francisco Javier Peralta, quien redactó la escritura pública 26907, volumen 318, con la que Vicente Terán logró su cometido de hacerse del millonario botín.

En esta campaña de 2018, “Mijito” Terán embiste de nuevo con el proyecto de construir en su totalidad la anhelada extensión universitaria para Agua Prieta.

Durante el arranque de campaña, el 19 de junio anterior, prometió una vez más a los aguapretenses que si le favorece el voto, en la elección cuando rinda protesta como alcalde, desarrollará el multicitado complejo universitario.

“La universidad no es mía, la universidad tiene dueño, la universidad es de la Unison. No voy a descansar, no voy a descansar hasta que la Unison esté abierta. Y si el Mijito se los dice, el Mijito se los cumple”, resaltó aquella mañana del mes pasado.

Sin embargo, lo que no dice el “pentacandidato” tricolor es que el campus de la Universidad de Sonora, que consta de un solo edificio a manera de galerón con ventanales, no cuenta con energía eléctrica porque los postes que sostienen los cables abastecedores no fueron instalados conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-2012.

EL PROBLEMA DE FONDO

El sueño universitario se convirtió en pesadilla al descubrirse que el actual candidato priista en 2009 se apropió de manera ilegal de un predio de 264 hectáreas, según consta en la escritura pública número 21256, volumen 274.

Terán, al principio de su segunda gestión como alcalde en 2009, recurrió al entonces comisario ejidal, José Olivarría Monge, para hacerse de mil lotes con los que pagaría a sus líderes de barrio que le ayudaron a obtener la victoria electoral en julio de ese año.

Pero el presidente ejidal se negó a caer en los engaños del priista, entonces como ya había prometido entregar esos terrenos a sus defensores del voto se entrevistó con urgencia con Ana Amelia Duarte para la compra de las controversiales 264 hectáreas.

Justo al momento de esta compraventa, inicia la retahíla de transgresiones a las finanzas públicas municipales, estatales y federales que derivaron en el engaño millonario a la Universidad de Sonora

En estas 264 hectáreas, se creó una ciudad “fantasma”, bautizada como Nuevo Sonora, que tuvo una inversión de 185 millones de pesos de recursos públicos municipales estatales y federales, también se erigió un Centro de Equinoterapia con un valor de 8 millones obtenidos de las arcas nacionales, y los 30 millones de la universidad sonorense.

El vórtice de corrupción se encuentra documentado en las denuncias FAS-III-AP0063/2016, FAS-III-AP0064/2016, y FAS-III-AP0065/2016, utilizadas para la redacción de este texto.

Vicente Mijito Terán -a través de su “prestanombre” David Camacho- pagó 132 mil dólares a Ana Amelia Duarte por esas 264 hectáreas y en la división del polígono se creó la confusión que persiste hasta estos días.

Aún peor. Camacho el 18 de noviembre de 2009, le otorgó un poder “irrevocable” por el predio en cuestión a Vicente Mijito Terán y a su esposa, Irma Villalobos, para pleitos y cobranzas, así como para actos de administración y dominio

Con el otorgamiento de este poder, queda demostrado que el predio universitario sigue bajo tutela de la llamada “Pareja imperial” y, entonces, las inversiones públicas para beneficio de la Universidad de Sonora se destinaron a la propiedad de la familia Terán Villalobos.

“LA TERANÍA”

El 18 de febrero anterior, apro documentó la maratónica carrera política de Vicente Terán Uribe, en el reportaje que llevó por nombre: “En Sonora, la adicción por el poder”.

El “Mijito”, como se autonombra y solicita que se le envíe documentación oficial, inició su sempiterna carrera electoral a finales de la década de los 90, cuando se convirtió por primera vez en presidente municipal aguapretense para el periodo 1997 al 2000.

Al término de esta gestión, lo sucedió en el cargo su esposa, Irma Villalobos Rascón, para el periodo 2000 al 2003.

Desde entonces, hace 21 años, volvió a ser alcalde de esa ciudad del 2009 al 2012 como abanderado del efímero Partido Social Demócrata (PSD), un instituto político que únicamente participó en aquellas elecciones intermedias de 2009 y solo obtuvo una victoria en las urnas a nivel nacional: la de Vicente Terán.

La historia se repitió. Villalobos Rascón, lo volvió a suceder en la presidencia municipal, en el trienio 2012 a 2015.

En 2003, El “Mijito” y familia, a quienes le apodan El clan Terán, La Teranía o La Familia Imperial, sufrió la primera derrota electoral al perder en los comicios frente al panista David Figueroa Ortega.

Doce años después, en 2015, Terán saboreó de nuevo la derrota, al pretender convertirse por tercera ocasión en alcalde de Agua Prieta, pero las estrategias clientelares no le funcionaron frente al fenómeno electoral que resultó el sacerdote Iván Bernal, quien colgó los hábitos para incursionar en la política bajo la bandera del PAN.

No obstante, las leyes electorales de hace tres años le impidieron culminar la contienda y, unos días antes de los comicios, tuvo que declinar en favor de Héctor Ruvalcaba, actual alcalde aguapretense.

Las ansias de poder de El clan Terán no solo comprenden estas cinco afrentas electorales por la presidencia municipal de esa ciudad; también están sus diputaciones locales que ganó el auto motejado “Mijito” en el periodo 2012-2015 y su cónyuge, de 2006 a 2009.

Aún más. En los comicios de 2015 pretendieron convertir a la hija de ambos, Irma Terán Villalobos, en diputada local del distrito 7 por el Partido Nueva Alianza (Panal), pero la intentona concluyó en un rotundo fracaso.

En síntesis, La Teranía ha gobernado en Agua Prieta y Sonora en 18 de los últimos 21 años y acumulan tres reveses electorales.

(PROCESO/ MILTON MARTÍNEZ/ 27 JUNIO, 2018)

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