Los periodistas Azam Ahmed y Danny Hakim
dicen que “el PRI revisó esa propuesta durante meses, y al final decidió que no
necesitaba pagar millones de dólares a alguien externo para una campaña sucia.
El partido podía hacer eso por sí mismo. Sin embargo, como una muestra de las
medidas extremas a las que el priismo está dispuesto para afianzar su posición
en el poder, le pagó de cualquier manera a Cambridge Analytica… para que no
colaborara con ningún otro partido”.
Ciudad de México, 25 de junio
(SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) rechazó un plan
que le presentó Cambridge Analytica para dañar la imagen de Andrés Manuel López
Obrador porque consideró que “podía hacer eso por sí mismo”, pero de todas
maneras le pagó millones de dólares para que no se involucrara en otra campaña
política, revela hoy The New York Times.
Cambridge Analytica, hoy
quebrada, era una empresa con sede en Londres que usaba el análisis de datos
para desarrollar campañas para marcas y políticos que buscaban “cambiar el
comportamiento de la audiencia”. Lo que se descubrió después es que manipulaba
elecciones había robado 50 millones de perfiles de Facebook. El escándalo, que
llegó al Senado de Estados Unidos, llevó a la compañía a la quiebra.
El trabajo de Azam Ahmed y
Danny Hakim indica que a principios del año pasado, “ante muy malos números en
encuestas para el voto presidencial, la ahora extinta Cambridge Analytica se
acercó al partido. Ofreció ayudar al PRI a ganar tal como lo había hecho con
Donald Trump, según la propuesta de 57 páginas que redactó la compañía y que
fue vista por The New York Times”.
“El PRI revisó esa propuesta
durante meses, y al final decidió que no necesitaba pagar millones de dólares a
alguien externo para una campaña sucia. El partido podía hacer eso por sí
mismo. Sin embargo, como una muestra de las medidas extremas a las que el
priismo está dispuesto para afianzar su posición en el poder, le pagó de
cualquier manera a Cambridge Analytica… para que no colaborara con ningún otro
partido, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo de las
negociaciones”, agrega.
“Esa decisión tomada a principios de 2017 fue
el inicio informal de lo que, para algunos, ha sido un periodo alarmante del
mal uso de recursos del gobierno para fines electorales”, afirma.
El reportaje recuerda que la
Procuraduría General de la República (PGR) anunció en febrero la investigación
contra de Ricardo Anaya Cortés y no ha presentado cargos ni ha ofrecido
evidencia, “lo que ha despertado quejas de que la única pretensión con la
pesquisa es que el partido gobernante dirija el resultado electoral”.
“La búsqueda frenética por
parte del partido de una ventaja en las elecciones son las que llevaron al PRI
a discusiones con Cambridge Analytica, cuyos detalles no habían sido reportados
antes. La propuesta de la empresa comenzó a circular en 2017, cuando Enrique
Ochoa aún era presidente del PRI y buscaba soluciones para que su partido no se
desmoronara. Para entonces, Cambridge Analytica, una consultora de datos que usó
la campaña de Trump antes de la elección estadounidense de 2016, ya se había
establecido en México para buscar negocio. El PRI era la opción más obvia: era
el partido más grande y necesitaba ayuda desesperadamente”, agrega.
The New York Times dice que
como el Presidente Enrique Peña Nieto tenía los peores índices de aprobación
que cualquier Presidente en un cuarto de siglo, “Cambridge Analytica le
prometió al PRI lograr una remontada sorpresiva”.
“En su presentación por 7.2
millones de dólares al PRI, la empresa prometió mejorar la imagen del partido y
destruir la de su principal competencia, Andrés Manuel López Obrador, quien
lidera las encuestas. ‘Con técnicas similares a las empleadas en contra de
Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016’, Cambridge Analytica
prometió ‘una poderosa estrategia de campaña negativa para socavar’ a López
Obrador. La propuesta incluía un componente ‘de optimismo’ para cambiar las
percepciones negativas del partido gobernante; la táctica era sencilla: una
‘campaña anti López Obrador’”.
El diario estadounidense
detalla cómo la consultora le vendió la idea al PRI de que el mejor ejemplo de
campaña sucia, fue Hillary Clinton. La empresa incluso mostró bosquejos de cómo
la campaña de ‘Clinton corrupta’ podrían verse con un enfoque anti-AMLO.
“Pero los funcionarios del
PRI decidieron que ese tipo de focalización de electores que la empresa dijo
haber usado en Estados Unidos no iba a funcionar en México, según las personas
con conocimiento de las discusiones. Los datos de los votantes mexicanos,
dijeron, no estaban suficientemente desglosados”, dice el reportaje.
(SIN EMBARGO/REDACCIÓN / 25
DE JUNIO 2018)
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