Unos cien hombres armados detuvieron a
siete periodistas en la carretera federal y los despojan de su equipo de
trabajo. Reciben amenazas durante 15 minutos y a uno de ellos le pusieron una
pistola en la cabeza. Habían ido a cubrir los acontecimientos en San Miguel
Totolapan, al parecer pertenecientes a la Familia Michoacana. En la zona que
comprende los municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan, Tlapehuala, y
Ajuchitlán del Progreso se disputan el trasiego de la droga los grupos de LosTequileros y La Familia Michoacana, que tiene influencia también en otros
municipios de la región.
Alcalde de Totolapan acusa al Ejército
de proteger a “El Tequilero” y liberar a su gente
Ciudad de México/Guerrero, 14
de mayo (SinEmbargo/ElSur).– Siete periodistas de diversos medios locales,
nacionales e internacionales, fueron retenidos en un retén instalado en la
carretera Iguala-Ciudad Altamirano el sábado por la tarde, a la altura del
municipio de Acapetlahuaya, en la zona norte de Guerrero.
Los periodistas fueron
retenidos por unos cien civiles armados y encapuchados, quienes los despojaron
de sus pertenencias, cuando regresaban de cubrir los acontecimientos en el
municipio de San Miguel Totolapan, en donde fuerzas militares, y policías estatales
desalojaron a los integrantes del Movimiento por la Paz.
Los periodistas fueron
retenidos por más de 15 minutos por sujetos visiblemente drogados que portaban
diversas armas. Ellos fueron Hans Máximo Musielik, colaborador de Vice News;
Pablo Pérez García, colaborador de Hispano Post; Jair Cabrera, colaborador de
La Jornada; Jorge Martínez, de la agencia Quadratín; Angel Galeana, de Imagen
TV; Alejandro Ortíz, del diario digital Bajo Palabra; y Sergio Ocampo,
corresponsal de La Jornada en Guerrero.
Los civiles, al parecer
pertenecientes a la Familia Michoacana, despojaron a los reporteros de sus
equipos de cómputo, cámaras fotográficas y de video; teléfonos celulares,
dinero en efectivo, así como una camioneta Patriot, todo por un monto cercano
al millón de pesos.
A Hans Máximo uno de los
civiles armados lo amagó con una pistola en la cabeza, y le advirtieron: “Si
los vemos que se detienen en el retén y dicen lo que les pasó, los vamos a
comer vivos. Ahí tenemos halcones vigilando”.
Efectivamente aproximadamente
a un kilómetro de distancia, los elementos del Ejército mexicano mantenían un
retén antes de ingresar a la zona de la Tierra Caliente.
A sus anchas por Guerrero, “El
Tequilero” amenaza con reclutamiento forzado; las familias huyen
Los periodistas se habían
trasladado por la mañana a la región para cubrir los acontecimientos que se
suscitaron el jueves en el municipio de San Miguel Totolapan, en donde fuerzas
militares, y policías estatales desalojaron a los integrantes del Movimiento
por la Paz, lo que generó unos 20 bloqueos de protesta en caminos y carreteras
de siete municipios de los nueve de la Tierra Caliente.
En la zona que comprende los
municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan, Tlapehuala, y Ajuchitlán del
Progreso se disputan el trasiego de la droga los grupos de Los Tequileros y La
Familia Michoacana, que tiene influencia también en otros municipios de la
región.
Desde las 7:30 horas de la
mañana, los reporteros arribaron en dos vehículos al municipio de Teloloapan, y
desde partieron hacia la Tierra Caliente, y al llegar al poblado de Palos
Altos, municipio de Arcelia, dejaron los dos vehículos en el estacionamiento de
un restaurante.
A partir de ese lugar, se
trasladaron a pie a diversos puntos ubicados en la carretera federal que va de
Iguala a Ciudad Altamirano, en un tramo de unos 15 kilómetros. Debido a que la
policía estatal antimotines venía desalojando los bloqueos instalados por
transportistas, principalmente, los reporteros acordaron que dos de sus
compañeros se trasladaran a Palos Altos, previendo que los descontentos con la
operación de desalojo en San Miguel Totolapan prendieran fuego a los vehículos.
Finalmente alrededor de las
16 horas, los siete reporteros pasaron a comer a uno de los restaurantes
ubicados en la presa Vicente Guerrero, ubicada en Palos Altos, del municipio de
Arcelia, y una hora después partieron de regreso rumbo a Iguala.
En el trayecto pasaron por el
retén militar, y posteriormente se dirigieron con rumbo al crucero que va al
municipio de Acapetlahuaya, pero alrededor de las 18 horas se toparon con un
retén de piedras y palos, resguardado por unos cien civiles armados, que con
palabras altisonantes obligaron a los colegas a bajar de las dos camionetas,
una Jeep Liberty, y una Patriot.
De inmediato un grupo de
jóvenes, incluido un menor de unos 13 años, empezó a despojarlos de sus
pertenencias, y otro sujeto, al parecer el jefe del retén, les pidió las llaves
de los vehículos.
Los reporteros fueron
llevados a un callejón, en donde había unas viviendas, mientras un grupo de los
civiles sacaba de las camionetas las computadoras, cámaras, y demás equipo, y
otros pedían las carteras de los periodistas, llevándose el dinero.
Después de unos 15 minutos,
otro de los líderes del movimiento advirtió que uno de los vehículos se
quedaría, pese a los reclamos.
Finalmente advirtió: “Si no
se van, les vamos a quitar las dos camionetas, y se los va a llevar la
chingada”. Ante las amenazas, los reporteros cedieron y abandonaron el lugar en
el otro vehículo y llegaron ya entrada la noche a Chilpancingo.
La Comisión Estatal de
Derechos Humanos (CEDH) condenó enérgicamente los hechos y les otorgará el
acompañamiento.
En un comunicado, el
presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Ramón Navarrete
Magdaleno informó que en cuanto tuvo conocimiento de los hechos de inmediato se
comunicó con las autoridades del gobierno del estado y con varios reporteros
para monitorear la situación de los siete periodistas agraviados por sujetos
armados que bloqueaban el crucero del municipio de Acapetlahuaya.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE EL SUR.
(SIN EMBARGO.MX/ EL SUR/ REDACCIÓN / SIN
EMBARGO/ MAYO 14, 2017, 10:38 AM)
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