lunes, 15 de mayo de 2017

“EL HONGO”: A UN PASO DEL CAOS


FOTOS: Isai Bermudez / cortesia

Casi la mitad de la población de la penitenciaría estuvo en rebelión y amenazando con un motín, tienen cerillos, rastrillos, plásticos y no son vigilados constantemente en sus celdas por falta de personal. Los iniciadores son criminales de alta peligrosidad. En las últimas semanas han incendiado cobijas, uno brincó el primer cerco, hay autoflagelaciones, varias peleas y custodios agredidos

En las inmediaciones del penal de “El Hongo”, los gritos de los internos es lo único que rompe el monólogo del viento. Un hombre acaba de saltar el primer cerco de seguridad y los reos alardean y festejan. Las unidades caninas también se dejan escuchar dentro.

Hace frío el martes 9 de mayo. Pero no como acostumbra el área, cuando en invierno llega a menos de cero grados centígrados. No solo los reos se quejan de la falta de ropa para las heladas temperaturas; los custodios también tienen carencias.

La semana pasada fueron los días más tensos en las cárceles de Baja California en la administración de Francisco Vega de Lamadrid, en la cual se ha abandonado, se han desviado recursos y no se deteriora el sistema penitenciario, coincide el personal.

Varias hechos detonaron que la mitad de la población encarcelada dejara de ingerir alimentos en señal de protesta, se quejan de su mal sabor y calidad, además de otras protestas: un mal servicio médico, revisiones exhaustivas a sus familiares y la ausencia de televisiones en sus estancias.

La resistencia de los reclusos en “El Hongo 1” ha sido solo un aviso a las autoridades y a los ciudadanos de que algo está mal. Pero no ha sido la única. Una nariz quebrada a un custodio, hombres cortándose las venas constantemente, abusos a familiares a la hora de las revisiones, custodios mal pagados y desatendidos, la bola de nieve aún no crece lo suficiente.

TODO INICIÓ EN EL EDIFICIO H4

Testimonios de diversos custodios y personal coinciden que son testigos del mal servicio médico que padecen los internos, no así la comida. Uno de ellos explica que aproximadamente hace seis meses empezó la decadencia médica, desabasto de medicamentos, falta de doctores, de enfermeros y de personal.



PIDEN TRATO DIGNO Y TELEVISION

Pero algunas señales comenzaron en el edificio denominado H4 hace mes y medio, uno de los custodios caminó por los pasillos donde los presos permanecen amenazándolos y, por orden del comandante, a todos se les castigaría con que no podrían salir a la “yarda”, que no recibirían visitas, entre otras restricciones.

Uno de los oficiales reveló a ZETA que a pesar que se trataba de mentiras sobre tales castigos y la supuesta orden del comandante, los reclusos iniciaron una inconformidad general, gritos y manifestaciones de irritación.

Hace un poco más de dos semanas, un miércoles, en el área donde se celebran las sesiones de la Comisión Disciplinaria (ver mapa), una mesa para sancionar a los internos por mal comportamiento, tres reclusos participaron en una pelea.

Según las versiones del personal del Centro de Reinserción Social (CERESO),  la pelea fue entre internos del edificio H6, donde se reguardan los perfiles criminales más altos, al igual que en el edificio H7. Los internos involucrados presentaban lesiones, esposados, fueron rociados con gas pimienta. El médico los certificó y fueron trasladados a unos cubículos en el primer piso de área denominada “Íntima” (adonde se llevan las visitas conyugales, ver mapa). Fueron igualmente castigados.

Una semana antes de este hecho, se registró otro enfrentamiento en la “yarda”, el área libre donde los presos pueden transitar dos horas cada semana. Los dos internos tuvieron golpes contusos y fueron separados.

Este último desencuentro sumó más tensión en el penal, pues el castigo no se aplicó únicamente a los internos agresivos, sino a todo el pasillo, así se le llama a cada ala de los edificios, de forma que hacen una X. Los edificios tienen cuatro niveles, y cada pasillo alberga doce estancias (celdas) con siete reos cada una, por lo general.

Así que a los presos del Primero Bravo del H5 (Primer Nivel del edificio) se les quitó la yarda; se les retiraron sus pertenencias y únicamente se les dejó en bóxer por un día. Al día siguiente les dieron su pantalón y duraron así hasta que les tocó visita el fin de semana. No más de tres días.

En ese periodo también se registró una agresión a un custodio en el edificio H1. Uno de los internos lo empujó; en ese mismo edificio (ver mapa), donde se encuentran los enfermos psiquiátricos, han incendiado cobijas en dos ocasiones en las últimas semanas, y prácticamente a diario los internos se realizan cortadas superficiales para poder ser llevados ante el médico. Los rastrillos y los cerillos son vendidos en las tiendas de abastecimiento de la penitenciaría.

En el edificio H4, otro ataque a un oficial le dejó la nariz supuestamente fracturada. Cuando se dan las revisiones a las celdas, los agentes retiran botellas de agua que los reclusos usan como pesas para ejercitarse a falta de gimnasio, para que no puedan desarrollar más fuerza que ellos.

ZETA hizo una visita a las afueras del reclusorio el martes 9 de mayo, en ese momento, el subsecretario David Limón Grijalva se encontraba en el interior junto al comandante Eduardo Montero (máxima autoridad). Uno de los internos intentó escapar, brincó el primer cerco de aproximadamente de tres metros y fue detenido.

Ese día, 74 reos de alta peligrosidad fueron trasladados a un área de mediana seguridad en el penal de mínima seguridad, entre ellos José Valdemar Escobedo, perteneciente a una banda de secuestro que en 2010 privó de su libertad a una joven en Playas de Tijuana y cobraron el rescate de 20 mil dólares a la familia, tras 13 días de retener a la mujer.


Igualmente movieron a Luis Enrique Ponce Angulo “El Chore”, acusado de narcotráfico y aprehendido en 2010 con armas de fuego y cristal.

Junto con los mencionados que se consideran los incitadores, se encuentra Damián Eliud Elizondo, detenido en 2007 junto con su pareja Dulce Karina Rodríguez Tapia por haber golpeado hasta la muerte a su hija.

LA HUELGA

Según el reporte de las autoridades, el viernes 5 de mayo de 2017 unos 300 internos comenzaron una huelga de hambre; sus familiares corrieron el rumor de un motín violento, e incluso, algunos medios manejaron un muerto que no existió.

Eduardo Montero, ex director de Seguridad Pública de Rosarito, fue nombrado hace dos meses como comandante interior, es la máxima autoridad dentro del penal, su llegada ha provocado el descontento tanto de internos, como de familiares y custodios.

Para el sábado 6, la población inconformes se había duplicado: 750 reclusos se negaron a recibir alimentos. El domingo el reporte era que se trataba de mil 500 presos unidos en la manifestación, prácticamente la mitad del penal de mediana y alta seguridad “El Hongo 1”; en el penal de mínima seguridad “El Hongo 2” (ver el mapa) no hubo agitación.

El lunes, es decir, terminando los días de visita que son los fines de semana, casi la mitad de los reos que se mantenían en huelga aceptaron comida, la mayoría únicamente no aceptó la cena, que consiste en un pan dulce o salado y una bebida.

El martes 9 de mayo solamente 300 reclusos se mantenían sin comer, el miércoles 10, entre 100 y 150 insistieron para que se cumplieran sus peticiones, y para el jueves 11, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) fue testigo que la huelga de hambre cedió por completo.

Eduardo Montero

Uno de los reos se comunicó con ZETA vía telefónica para quejarse del sabor y la calidad de los alimentos, además de la deficiente  atención médica. Lo mismo una madre de un interno, quien contó el maltrato y hostigamiento que sufren tanto familiares como reclusos.

Revisaron su vagina y ano sin encontrar nada

El 24 de marzo, la CEDH emitió una recomendación a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado por agresiones que sufrió la madre de un interno en “El Hongo”.

La mujer de 50 años de edad sufrió lesiones después que una doctora le revisara con los dedos la vagina y el ano en búsqueda de “algo raro” que detectó uno de los oficiales. Primero se le desnudó para tomarle Rayos X y se le retuvo por una hora sin recibir inspección. Tuvo que ser operada posteriormente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por un pólipo (tejido adicional en el cuello de la matriz), a consecuencia de la exploración vaginal. Además, narró a la CEDH que jamás se le informó que se le exploraría el ano.

“La Doctora se puso un guante y gel en su mano derecha, e introdujo sus dedos en mi vagina y ano, y yo me sentí muy mal por todo lo que había sucedido y con la revisión humillante de la Doctora me sentí peor, me sentí como si me estuviera violando, y después de revisarme…”, refiere el testimonio de la mujer (CEDHBC/TIJ/Q/382/16/2VG).

EL DESASTRE MÉDICO

ZETA entrevistó a personal del área médica y describen como “un desastre” la administración y el servicio. Difícilmente en alguno de los turnos (son tres) se completa el personal médico. Tampoco las cuadrillas de custodios están completos. En el edificio H7, donde se encuentran los de máxima peligrosidad, hay un solo oficial por las noches.

Igualmente en la de mínima seguridad, los puntos de revisión (Deltas) son desactivaos por falta de personal, algunos son enviados a la de mediana seguridad, es decir, de “El Hongo 2” al “1”, contrario a un traslado que se realizó el martes 9 de mayo, cuando 74 reos de alta peligrosidad fueron llevados al de mínima, donde por cierto, no se cuenta con médico en el turno vespertino.

Los doctores en el penal de mínima seguridad tienen un listado de pacientes de 20 reos; en la de mediana son hasta 40 enfermos cada día, más los que se encuentran hospitalizados y exigen atención o medicamentos, los cuales no se les proporcionan, confirmó personal del CERESO.

Uno de los médicos confió a ZETA que el declive de sistema penitenciario en el área médica coincidió con la llegada del gobernador Francisco Vega de Lamadrid: “No nos han aumentado nada de nada, ni sueldo ni algunas prestaciones de Ley, siempre faltan medicamentos o instrumentos, apenas empezaron a descontar lo del retiro por el ISSSTECALI”, describe.

“Hay área de Rayos X de punta, pero no funciona porque no hay radiólogo, igual un consultorio de oftalmología con aparatos muy sofisticados y caros, pero jamás se ha usado, un quirófano que tampoco se utiliza…”, agregó otro de los doctores.

 POCOS CUSTODIOS DESATENDIDOS Y MAL PAGADOS

Varios custodios entrevistados muestran inconformidad con las condiciones laborales. Tienen también cuatro años sin aumento. Perciben por semana aproximadamente 2 mil 700 pesos. Son arrestados constantemente por el comandante interior actual.

Además, les han hecho promesas de aumento y no las han cumplido. Los uniformes que les dan son de mala calidad. ZETA pudo atestiguar a simple vista las malas condiciones del equipo de los guardias, desgastados, chalecos antibalas descosidos, camisas descoloridas.


CUSTODIOS EN EL OLVIDO

“Este año nos dieron un pantalón de buena marca, pero con anterioridad nos dan de muy mala calidad, uno tiene que comprar su equipo y donarlo porque ya no permiten sacarlo, se anuncia compra de equipo, inversiones millonarias para remodelación, pero nunca las vemos”, sentenció uno de los uniformados.

Tampoco se les proporcionó la “gratificación” de Policía Acreditada (70 mil pesos por agente), pues se les dijo que a pesar de haber cubierto la academia, no son considerados policías como los integrantes de la Estatal Preventiva (PEP). Malos tratos de los mandos, mayor trabajo por falta de compañeros; uno explicó: “Hasta los K9 (perros policías) no son tratados de la mejor manera, no descansan, están en jaulas al aire libre, uno de los perros se convulsionó y el veterinario dijo que fue por estrés”.

ANALIZARÁN SI LES PERMITEN LAS TELEVISIONES

De acuerdo con el subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, David Limón Grijalva, las inconformidades entre los internos iniciaron cuando el capitán Eduardo Montero asumió la dirección de “El Hongo 2”.

“Los internos han reclamado que la revisión ha sido muy exhaustiva a los familiares”, precisó. Estos cambios de criterio, aunados a la inconformidad con las dietas saturadas en grasa, lo cual les provoca problemas digestivos, la falta de medicamentos y de atención médica, hicieron que un grupo iniciara la huelga de hambre.

Según el funcionario estatal, un grupo de “líderes” entre los internos comenzaron la huelga, quienes se comunicaron con otros inconformes e incluso por medio de amenazas, consiguieron sumar a más reos.

No obstante, el martes 9 de mayo por la noche, este grupo fue trasladado a otros CERESOs.

Sobre la atención médica, detalló que durante tres días, personal de la Secretaría de Salud participó en brigadas, mientras que celda por celda se ofrecen antiácidos como Melox, Pepto Bismol y Omeprazol por medio de un carrito. Con ello se atienden el 60 por ciento de los malestares de los internos.

Admite que hay vacantes y problemas para conseguir médicos que pasen los exámenes de confianza y que accedan a ir al penal, aunque negó desabasto sistemático de medicamentos.

En cuanto a la dieta, precisó algunos platillos que consumen, como chilaquiles rojos, chicharrón en salsa roja y pollo en chipotle. “Yo he desayunado, comido y cenado en todos los CERESOs”, afirmó.

La otra petición de los internos es contar con televisión en las celdas. Aunque no está permitido en “El Hongo” por tratarse de un sector con perfil criminológico alto como secuestro, homicidio y violación, el subsecretario no descartó que se puedan introducir estos aparatos.

“Necesitamos someterlo a la Comisión de Honor y Justicia para analizar si permitimos”, concluyó.

CEDH INVESTIGARÁ

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California estuvo durante la huelga de hambre a través de sus visitadores. El viernes 5 de mayo, la defensoría abrió el expediente 432/17, a la vez que emitió una solicitud de medidas cautelares a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), a efecto de prevenir violaciones a los derechos humanos de los internos.

Durante los días de vigencia de la huelga, personal de la CEDH mantuvo presencia realizando entrevistas, celda por celda, y verificó la presencia de brigadas médicas de la Secretaría de Salud.

En lo que va de 2017 se han presentado 308 quejas correspondientes a la Segunda Visitaduría General de la CEDH, la cual atiende todas las quejas y temas relacionados al Sistema Penitenciario en la entidad. Las quejas están distribuidas de la siguiente manera: Tijuana, 167; Tecate, 110; Mexicali, 29; Ensenada, dos.

Los principales derechos humanos presuntamente vulnerados en dichas quejas, son el derecho a la seguridad jurídica, a la protección de la salud y al trato digno. Los principales hechos violatorios son acciones u omisiones contrarias a los derechos a las personas privadas de su libertad; omitir proporcionar atención médica a las personas privadas de su libertad; y acciones u omisiones que transgreden los derechos de las personas privadas de su libertad.



(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / ISAÍ LARA BERMÚDEZ/ LUNES, 15 MAYO, 2017 12:00 PM)

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