MÉXICO, DF (apro).- Roberto
López Trujillo, de 44 años, desapareció hace más de un mes en la sierra de
Tamazula, Durango, donde elementos de la Secretaría de Marina (Semar)
realizaron operativos para recapturar a Joaquín El Chapo Guzmán.
Desde entonces su hermano
Pedro lo ha buscado en la sierra y en los servicios médicos forenses, pero no
ha dado con su paradero, según una nota difundida por el diario Noroeste.
Pedro se sumó ayer a la
manifestación que realizaron familiares de víctimas de desaparición forzada en
Durango, y anunció que a partir de hoy iniciaría otra búsqueda en los archivos
de las penitenciarías donde están enlistadas las personas que han cometido
algún delito.
De acuerdo con el diario,
Pedro López dijo que su hermano escapó de la zona donde los marinos realizaban
los operativos de seguridad para localizar al líder del Cártel de Sinaloa.
Tenía seis noches viajando por la sierra, caminando entre los cerros y el monte,
y a la sexta luna él y sus ocho compañeros fueron atacados por armas de fuego,
relató.
“Él venía huyendo, así como
todos salieron huyendo. Él venía junto con otras ocho personas, y al llegar al
río donde le dicen La Boquilla, ahí fue donde le dispararon a él. Fueron los
marinos los que le dispararon. Dicen que los marinos pegaron 200 balazos”.
Añadió: “Yo no encontré
evidencia, casquillos, ni nada. Y uno que se quedó más cerca de él (Roberto)
dice que escuchó que lo golpeaban, que un helicóptero se lo llevó”.
Según Pedro, los elementos de
la Semar son los responsables de la desaparición involuntaria de su familiar,
“porque gritaron que eran los marinos. Y yo fui a los siguientes días, fui al
lugar de los hechos, revisé todo y no había nada, pero ahí estaban los marinos,
no había más que puros marinos. No podía haber malandrines, los malandrines
salieron”, destacó.
Precisó que ha recibido
información de que Roberto López fue herido por proyectiles de arma de fuego en
el rostro y en la pierna, aunque aclaró que él no puede comprobar eso.
“Mi hermano no llevaba arma.
Ninguno de ellos lleva arma. Ni andaba ‘empercherado’, ni ‘pinto’, ni nada. Es
gente que va y trabaja, como todo el mundo. Normal. No es gente mala”.
Según Noroeste, López ha
solicitado información a la Semar sobre el paradero de su hermano, pero hasta
no ha recibido respuesta. “Si lo tienen o no lo tienen, no han querido decir la
verdad”, denunció.
(PROCESO/ LA REDACCIÓN/ 18 DE NOVIEMBRE
DE 2015)
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