MÉXICO,
D.F. (apro).- Los cuatro militares exonerados la semana pasada de los cargos en
el fuero federal por la matanza de Tlatlaya, abandonaron la tarde del miércoles
pasado la prisión del Campo Militar Número Uno, donde permanecían para
enfrentar imputaciones de la justicia castrense.
El
abogado Juan Velázquez dio a conocer, el pasado 6 de octubre, que el Ministerio
Público federal no logró aportar evidencias suficientes para acreditar la
participación de los soldados Alan Fuentes, Julio César Guerrero y Samuel
Guerrero, así como del teniente Ezequiel Rodríguez, por lo que el Juzgado
Decimocuarto de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en el Distrito
Federal, ordenó su libertad.
El
abogado anunció ese día que a los cuatro soldados sólo les quedaba enfrentar la
acusación por delitos militares que no eran graves por lo cual permanecerían en
la prisión militar, en tanto se promovía su libertad bajo caución.
Oficialmente,
el 30 de junio de 2014, un supuesto enfrentamiento resultó en la muerte de 22
personas que se encontraban en una bodega en la comunidad de San Pedro Limón,
municipio de Tlatlaya, Estado de México. Los civiles, ebrios, drogados y
armados –siempre en la versión oficial— agredieron a una volanta militar
compuesta por ocho elementos. Sin embargo, con el paso de los días, reportajes
de la agencia AP y la versión mexicana de la revista Esquire, recogieron
testimonios que acusaron una matanza.
Bajo
presión internacional, el 25 de septiembre de 2014, 25 militares fueron
detenidos e interrogados en la prisión militar para luego declarar ante un
juez, como dio a conocer Apro ese mismo día.
Por
la noche, ocho soldados, incluido el teniente, fueron internados en la prisión,
acusados de delitos relacionados con la disciplina castrense y consignados al
Juzgado Sexto de Justicia Militar en espera de las acusaciones del Ministerio
Público federal, lo que ocurrió semanas después aunque sólo para siete, pues
uno de los detenidos, argumentó que estaba herido en la entrada de la bodega.
Por
las características de la zona y las condiciones del enfrentamiento, se puso en
duda que sólo hubiera participado una patrulla militar en los hechos, además de
que se había interrogado a 25 soldados, más o menos, los que integran una
“sección”.
El
pasado 30 de septiembre, el Cuarto Tribunal Unitario del Segundo Circuito,
revocó el auto de formal prisión y ordeno al mencionado juzgado cuarto que
repusiera el procedimiento. Con celeridad, en menos de una semana, el juzgado
resolvió la libertad de los soldados imputados, excepto de tres.
Los
tres militares que continúan presos, enfrentan cargos por el asesinato de sólo
ocho personas y no de las 22, pues conforme a la integración del caso, 14
murieron durante el supuesto enfrentamiento.
(PROCESO/
ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA/ 15 DE OCTUBRE DE 2015)
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