Llegaron los legisladores federales a Ensenada, en un
hotel se reunieron los dirigentes de los jornaleros explotados en San Quintín;
no traían ni soluciones, ni respuestas, ni propuestas. Los jornaleros les
llamaron la atención: “¿Qué han hecho ustedes por el pueblo de México?,
levantan el dedo y no resuelven nada. Me da tristeza que nada más vengan a
tomarse la foto. Ustedes no traen in un vasito de agua para resolver la sed”,
le dijeron. Y de Kiko Vega refirieron: “Ya no hace falta el gobernador. Cuando
en su momento se le pidió, no tuvo la capacidad de respuesta, simplemente
fueron propuestas. Ya no hace falta el gobernador en este movimiento”. La crisis del valle continúa
Y así como
llegaron se fueron.
Diputados
federales de la Comisión para Asuntos Indígenas que llegaron a San Quintín el
viernes 10 de abril, no han logrado gran cosa y lo único que se llevaron fue
una buena regañada y revolcada por parte de líderes jornaleros.
Al igual que
ocurrió con el gobernador del Estado y sus funcionarios, los trabajadores en
protesta terminaron por exasperarse ante la ineptitud oficial y se brincaron
hacia la siguiente autoridad en su exigencia de solución. Piden la atención del
secretario de Gobernación.
“Seguimos pidiendo
a (Miguel Ángel) Osorio Chong”, reitera a ZETA Fidel Sánchez, el líder más
visible y enérgico de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y
Municipal por la Justicia Social. “Y si va a mandar una comisión, que sea una
comisión que tenga poder de respuesta y atención, que no vengan apenas a
escuchar propuestas”, advierte.
“El que quiera ser
águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero que no se
queje cuando lo aplasten”, gritaba una lideresa desde un altavoz, a la vez que
alrededor de 2 mil jornaleros y sus familias se desplazaban desde los
diferentes poblados hacia la explanada del Centro de Gobierno en San Quintín.
Momentáneamente invadida la Carretera Transpenínsular, y con policías de todas
las corporaciones aguardando a discreción, parecía latente el peligro de otra
trifulca como las registradas el 17 y 18 de marzo pasados.
Mientras en un
salón del Hotel María Isabel se reunían los legisladores federales Eufrosina Cruz Mendoza, Shantall Zepeda
Escobar, Yazmín Copete Zapot y Roberto Cabrera Solís, además de los diputados
locales Marco Antonio Novelo y Ricardo Medina Fierro; amén de los diferentes
funcionarios estatales, como Juana Pérez Floriano, Francisco Rueda, Pablo Alejo
Núñez y Arnulfo de León Lavenant, Manuel Valladolid Seamanduras, todos fueron
encarados por los cinco líderes de la Alianza y, ante la contundencia de las
exigencias y reclamos de los jornaleros, legisladores y funcionarios, una vez
más, terminaron la jornada agazapados.
Cuando arribaban
al salón, los jornaleros aún no sabían del todo quién venía al encuentro y lo
inútil que resultaría la reunión, pero lo presentían. Fidel Sánchez adelantaba ya que como siguiente paso del
movimiento se trasladarían hacia la Ciudad de México.
— ¿Cómo quedaron
los arreglos con el gobernador Francisco Vega de Lamadrid?
“Ya no hace falta
el gobernador. Cuando en su momento se le pidió, no tuvo la capacidad de
respuesta, simplemente fueron propuestas. Ya no hace falta el gobernador en
este movimiento”.
DIPUTADOS AL PATÍBULO
“Desgraciadamente,
a veces en este país hay que hacer este tipo de actos para que el problema sea
visible, qué bueno que se hizo”, respondía ante la prensa la diputada Yazmín
Copete cuando le cuestionaban por qué las autoridades no hicieron nada antes,
pese a las denuncias. Diputados y funcionarios estatales apenas se apostaban
para entrar al salón y, como de costumbre, Pablo Alejo Núñez, subsecretario de
Gobierno, hablaba de comida y lo que desayunó esa mañana.
La primera
intervención y presentación de los diputados federales no pudo ser más
desafortunada, a ojos y oídos de los líderes jornaleros. Lugares comunes,
buenas intenciones, demagogia y la promesa de coadyuvar en el problema, pronto
decepcionaron a los líderes de la Alianza.
De entrada, la
excusa de los legisladores, “este tema se trae desde hace ocho meses y desde
entonces hemos tratado de venir”, justificaron que no les habían autorizado
hasta entonces. “Pero ya estamos aquí para oír todas las versiones y llevar el
problema a la Máxima Asamblea”.
“Venimos a
coadyuvar, no a resolver, en la medida de nuestras posibilidades en lo
legislativo”, “Venimos a escucharlos a ustedes de viva voz, venimos a
coadyuvar”, “Venimos a ver alternativas de solución a las inquietudes que
tienen ustedes, para nosotros poder atenderlo desde la Ciudad de México”,
expusieron los distintos diputados federales visitantes.
“Me da gusto que
tengan esa idea, esa ilusión”, les respondió de entrada el líder Fidel Sánchez
en alusión a los cuatro meses que le queda a la actual Legislatura y las
promesas que en ese lapso deberán cumplir los legisladores. “En cuatro meses se
puede hacer mucho, varios de nosotros venimos de ser perseguidos”, excusaron
aquellos.
En una mesa de
diálogo más, donde los funcionarios del Gobierno del Estado permanecieron mudos
y quienes incluso fungieron más como anfitriones de los diputados federales que
mediadores del conflicto, los dirigentes de la Alianza de jornaleros pronto
impusieron la tónica del encuentro. Echaron del salón al diputado local Marco
Antonio Novelo.
Recordaron que en
octubre pasado, cuando llevaron este tema ante el Congreso y recurrieron a él
como legislador representante de su distrito, éste les dio la espalda: “Por lo
tanto, a nombre de nuestros compañeros jornaleros que están aquí, así como
usted se dio la vuelta y se salió del recinto legislativo, también le pedimos
que haga lo mismo hoy, y espero que lo haga con dignidad, señor…”.
Ruborizado y a
paso lento, Novelo se disponía a abandonar el salón, pero Francisco Rueda,
secretario de Gobierno de Baja California, lo detuvo en el camino. Pegaron sus
mejillas y tras un susurro del funcionario estatal, el diputado regresó a su silla.
Los líderes
jornaleros expusieron el primer reclamo que no se ha cumplido, la liberación
inmediata y total de compañeros que fueron detenidos y retenidos con delitos
fabricados, acusaron. La reprimenda también
fue contra el procurador de los Derechos Humanos en el Estado, Arnulfo
de León Lavenant, “que más bien es el procurador de los Derechos del
Gobernador, porque así lo ha demostrado hasta el día de hoy”.
Reiteraron que su
paro y bloqueo fue un llamado a la recuperación de la dignidad y no un llamado
a actos vandálicos, que los que provocaron los disturbios y verdaderos
delincuentes siguen afuera. Reveló Fidel Sánchez: “A mí también me tocaron
golpes, yo sí sé quiénes, traen botas militares y son gente que traen botas de
Policía. Los jornaleros no traemos eso, nosotros traemos botas de trabajo”.
Relataron cómo
anunciado el paro general para las 3:00 am del 17 de marzo, una hora antes ya
se estaban desplegando agentes de las policías Federal, Estatal, Municipal y el
Ejército. Hasta entonces repararon en el movimiento que les fue anunciado desde
el 15 de octubre de 2014: “Lejos de atender nuestras peticiones, mandan
reprimir a los jornaleros, quienes les hemos dado de comer con nuestras manos a
cada uno de ustedes, al gobernador, al Presidente de la república; nosotros
somos los que les damos su sueldo a cada uno, a los diputados federales,
senadores, al gobernador… ¿Cuánto tiempo más teníamos que esperar, otros 20
años, 40 años? ¿Cien años para que ustedes voltearan a vernos y se dieran
cuenta que los jornaleros y obreros somos el eje principal que mantenemos al
Estado y al país? No, ya no se requiere de tiempo más, por eso tomamos esta
decisión”, espetaban a los funcionarios y legisladores los líderes de la
Alianza.
Hasta esa fecha
-continuaron el reproche- “se dieron cuenta que habían bajado las ventas
millonarias, pero por qué no se dieron cuenta antes de las pérdidas de vidas en
los surcos de la fresa, en los surcos de tomate, en los surcos de pepino… ¿Por
qué no se han dado cuenta de las vidas que se han perdido en los campos de mora
y arándano? ¿Por qué sí se dieron cuenta de las pérdidas económicas?”.
Fidel Sánchez
lamentó que los únicos que han aprovechado las ganancias del campo son los
grandes productores y los políticos, con una vida muy diferente a la de los
jornaleros. Una vez más reclamó que su petición de aumento salarial no ha sido
cumplida y que el Gobierno del Estado nada más respondió con un “háganle como
quieran”. Por ello acudirán hasta la Ciudad de México, aun sin dinero.
“Nosotros a partir
de ahora ya no nos vamos a quedar callados, y estaremos gritando como lo
hicimos desde el primer día, gritándole al país y al mundo que nosotros somos
aquellos que piscan la fresa que llega a Corea, a China, Japón, Reino Unido,
Francia… somos los que hacen posible que la fruta llegue a la mesa”, advirtió.
BUENOS PARA… LA FOTO
Si Fidel Sánchez
les puso una buena regañiza a los diputados, el que los vino a rematar fue
Fermín Salazar, quien a la postre se ha convertido en el portavoz de la
Alianza. Les recalcó que las condiciones de explotación en San Quintín y las
demandas hechas por los jornaleros ya las saben, su visita debiera ser para
traer respuestas: “Esperábamos que llegaran y dijeran ‘ya entablamos una
plática con la Asociación de Agricultores de Baja California, aquí hay una
oferta’… pero eso no lo traen ustedes. ¿Entonces de qué vamos a seguir hablando
con la presencia de los brillantes diputados?”, sentenció con ironía.
“La pregunta es,
¿qué más hacen los diputados federales? Con los locales es lo mismo. Es
increíble lo que hacen ustedes para tomarse la foto, es increíble porque llevan
la representación del pueblo, no están ahí porque estudiaron, porque se
desvelaron, por ser el mejor de la familia… llegaron ahí por el voto popular,
pero se les olvida su origen”, escuchaban con la cabeza gacha los diputados, y
los funcionarios estatales con los ojos pelones.
Les reclamó Fermín
los altos sueldos y privilegios y que los jornaleros son los que deberían ser
los mejor pagados, “son los que producen la riqueza, y ustedes son los que han
permitido en nuestro país que el salario mínimo sea de 70 pesos con 10 centavos”.
Prácticamente a
los diputados los tacharon de “buenos para nada”: “¿Qué sigue? ¿Vienen a dar
respuesta a los miles de trabajadores? ¡No!, ¡no traen nada! No necesitamos
reunirnos diez o veinte veces para repetir estos mismos atropellos. ¿Para qué
nos engañan que van a trabajar para cambiar este salario? ¡No lo van a hacer!”.
Y aún hubo más
para los diputados: “¿Qué han hecho ustedes por el pueblo de México? Levantan
el dedo y no resuelven nada. Me da tristeza que nada más vengan a tomarse la
foto. Ustedes no traen in un vasito de agua para resolver la sed”. Y remató un
tercer líder: “Vienen a coadyuvar. Coadyuvar… ¡yo no sé qué carajos es
coadyuvar!”.
Al quite de los
diputados federales regañados y acorralados entró la legisladora Eufrosina Cruz
Miranda, presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas en la Cámara de
Diputados, quien de entrada reiteró que venían a coadyuvar en el asunto: “No
podemos dar órdenes a los funcionarios, pero obligarlos a que cumplan con su
obligación”.
Aceptó que su
Comisión tenía conocimiento desde hace seis meses del problema y que desde
entonces deseaban sesionar en San Quintín, pero la Junta de Coordinación no
autorizó “por cuestión del gasto”, “ya que la bomba explota, dicen ‘ahora
vayan’”.
Después de
recitarles sus derechos laborales y lo del gobierno para velar por ellos,
sabidos de sobra por los jornaleros, Eufrosina fue elevando su tono de voz
enérgico en reivindicación de sus compañeros y dijo refiriéndose al paro,
bloqueo y detenciones ilegales: “Este tipo de movimientos a mí no me asustan…
los cambios son de abajo hacia arriba”.
Expuso que hay que
pedirle al gobernador que ponga atención o remedio al problema, y los casos de
violación de Derechos Humanos, llevarlos al Observatorio Nacional. Presumió sus
dotes de líder social encabezando a los cañeros en el sur del país, como
descobijó en su momento al titular de la SAGARPA también por el mismo tipo de
injusticias y contubernios con los sindicatos, y cómo en la lucha le ha tocado
“derramar lágrimas de coraje, de encabronamiento”.
Eufrosina hizo el
firme compromiso de concretar la entrevista de los jornaleros con el secretario
de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, e instalar la Comisión Nacional del
Trabajo. Y remató para estar en el mismo tono que los trabajadores agrícolas:
“Nos hicimos en la protesta, ¡sé marchar, sé protestar… y tirar madrazos!”.
Fermín Salazar
aclaró que tras el movimiento de la Alianza en San Quintín no hay armas detrás,
ni políticos, “ni colores de algún partido… ¡sólo la Ley laboral!”. Pero el
Gobierno del Estado y el Federal no la quieren aplicar, reiteró.
El paso siguiente,
entonces, será la Secretaría de Gobernación, y de ahí a la Organización
Internacional del Trabajo, “si aquí ya nadie puede hacer nada…”.
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AMLO AL RESCATE
En diez días, por
instrucción del líder moral de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA),
Andrés Manuel López Obrador, el diputado federal Jaime Bonilla presentará un
Proyecto para el Desarrollo de San Quintín, el cual se centrará en aspectos de
infraestructura, salud, vivienda, agua, escuela, etcétera.
En palabras de
Bonilla, AMLO “está muy preocupado por este tema, lo conoce muy bien, es una
persona que ha seguido muy cerca no nada más el asunto en San Quintín, sino en
todo el país. Los jornaleros no tienen otra opción para defender sus intereses,
y cuando salen los llaman revoltosos, groseros, destructores, eso no es justo”.
El legislador
desde la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte y en trabajo conjunto con
Jaime Martínez Veloz, comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas,
trabajan en este plan. A pregunta de ZETA, precisó que también incluirían a los
diputados visitantes, “si la Comisión de Asuntos Indígenas está dispuesta a
trabajar y no venir a tomarse la foto, como bien indican los jornaleros”.
El regidor reveló
que en su momento, los denostados diputados lo invitaron a la Comisión para
visitar San Quintín, pero no le plantearon propuesta y nada más vinieron a
dejarse ver interesados: “Yo prefiero presentar una opción viable de cómo
mejorar las condiciones de vida”.
Dijo saber que la
producción de fresas y hortalizas da ganancias como para pagarle bien a los
jornaleros, refirió que él es empresario, no agiotista como el gobernador,
aunque éste solo tiene arreglos con los patrones agrícolas.
Aclaró que si
bien, MORENA siempre respaldará las luchas por la justicia social, no promovió
la revuelta en San Quintín, como en su momento se lo notificó al gobernador
Francisco Vega de Lamadrid, cuando éste le llamó por teléfono para preguntarle
si su partido estaba detrás de todo: “Me extraña, señor gobernador, que usted
me llame, cuando se supone que usted debe ser la persona más informada de todo
el Estado”, le respondió.
(SEMANARIO ZETA/
REPORTAJEZ/Juan Carlos Domínguez/ 20 de
Abril del 2015 a las 13:00:00)
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