El pasado 8 de
abril, el gobierno de Estados Unidos reveló que el Cártel de Jalisco Nueva
Generación (CJNG), se había convertido en el grupo criminal más poderoso de
México y de todo el hemisferio occidental del planeta. No obstante para el
analista Edgardo Buscaglia, profesor de la Universidad de Columbia, ese anuncio
no es sino una pantomima mediática que expone el gran simulacro de México en su
guerra contra el narco. “La realidad es que el Cártel de Sinaloa sigue siendo
el grupo más poderoso, más organizado y con miles de tentáculos legales y
políticos que les permite mover todo su sistema, e incluso, disponer de
estructuras judiciales en México y Estados Unidos para castigar a sus
enemigos”, subrayó el analista.
La noticia de que
el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) era el grupo criminal más poderoso de México pareció
hacerle gracia a Edgardo Buscaglia, que no dudó un instante para afirmar que el
Cártel de Sinaloa sigue siendo, y por mucho, el cártel más poderoso en todos
los países occidentales del planeta.
Ni el arresto de
uno de sus líderes Joaquín el Chapo Guzmán, ni los golpes a la fracción
comandada por Ismael el Mayo Zambada, que incluye arrestos a hijos, hermanos y
lugartenientes, parece haber mermado en lo absoluto a esa organización criminal.
Todo lo contrario, el grupo de Sinaloa
parece más fuerte que nunca, y el que las autoridades de México y Estados
Unidos quieran mostrar lo contrario es otra cosa.
“Una empresa
criminal como el Cártel de Sinaloa se caracteriza por los activos, no por las
personas. Las personas se reemplazan, y es lo que ha ocurrido con ellos: al
momento que arrestan a uno, el reemplazo ya está listo, igual que ocurre en el
mundo legal con empresas como IBM o Apple; Se murió Steve Jobs, y no se cerró
la empresa, sino que fue reemplazado y Apple continuó creciendo”, explicó
Buscaglia, en entrevista con Ríodoce.
“Lo mismo ocurre
con las empresas criminales en donde hay toda una cadena de mando, y una cadena
de reemplazos cuando sus directivos son detenidos, o asesinados. Y Sinaloa es
el grupo criminal más sofisticado en el mundo en cuestión de reemplazar a sus líderes
cuando éstos son muertos, o arrestados”.
En abril de 2010,
el fallecido periodista Julio Scherer entrevistó a Ismael el Mayo Zambada, y
fue el mismo capo quien, años antes, corroboraría la observación de Buscaglia:
“Me pueden agarrar en cualquier momento… O nunca. Pero sí me agarran, mi
reemplazo ya anda por ahí”, dijo Zambada, en aquella entrevista.
“Es lo que digo;
la capacidad de reemplazo que hay en esa organización, es absoluta”, insistió
Buscaglia.
No obstante, lo
que vuelve tan sofisticado al Cártel de Sinaloa no sólo es su capacidad de
reemplazo, sino que el gobierno Mexicano continúe sin confiscarle los miles de
millones de dólares con los cuales compran políticos, empresas lícitas, o
partidos políticos.
“Es el único país
en el mundo, donde los periodistas no cuestionan al gobierno por qué no
confiscan esas grandes cantidades de dinero que esa organización maneja; es
decir, se detuvo al Chapo Guzmán, a quien consideraban uno de los hombres más
ricos del mundo, y sin embargo no se le confiscaron ni 50 millones de dólares,
pero además, no se detuvo a ningún político asociado él”, cuestionó el
académico, quien además es presidente del Instituto de Acción Ciudadana de
México.
Y añade,
incrédulo: “es la primera vez en la historia de la humanidad que se detiene al
jefe, pero ningún político cae con él. Es una gran simulación lo que el
gobierno mexicano ha venido haciendo. Castiga a unos jefes, premia a otros de
la misma organización, y calla cuando se trata de indagar cómplices dentro del
gobierno, lo cual es imposible”.
Respecto al CJNG,
Buscaglia reconoce que creció a una tasa mayor que la del Cártel de Sinaloa,
aunque las cantidades que manejan unos y otros son muy diferentes.
“En el mundo
legal, cuando una empresa surge, los
primeros años son de muy alto crecimiento, y crecen a niveles muy altos; eso
mismo sucede con las empresas criminales: las nuevas empresas crecen muy
rápido, pero las que están consolidadas con sus activos intactos, son las que
tienen el mercado, y es lo que ocurre con Sinaloa, a pesar de que se detengan o
se asesinen a algunos de sus directivos; ellos tienen el poder”.
UN PULPO DE MIL TENTÁCULOS
Para Edgardo
Buscaglia, el motivo por el cual el Cártel de Sinaloa se mantiene sólido es
porque no les tocan sus activos patrimoniales, pero además porque se trata de
un pulpo de mil tentáculos legales, y porque cuenta con contactos e influencia
en el mundo de la política, y en el de los negocios lícitos en donde invierten
su capital.
“Es un mundo, no
de mil, sino de miles de tentáculos, no sólo en México sino en Estados Unidos,
y en otras partes del mundo, incluyendo Centroamérica, Brasil, Argentina,
Europa y Asia. Eso es lo que los hace tan poderosos: que sus redes financieras
legales están muy escondidas detrás de capas y capas de empresas, y de
políticos, que los protegen. En ese sentido es la organización más sofisticada
gracias a la telaraña de empresas legales y de fideicomisos, y de políticos que
la protegen. Desde esa perspectiva, el CJNG, los Zetas, o la Familia se miran como
unos novatos”.
—¿Por qué no se
toca a los políticos?
—Porque se
pisarían la cola unos con otros. Y porque Enrique Peña Nieto no está dispuesto
a pagar el precio político que ello representaría.
Explica: Para un
país presidencialista, con una fiscalía que no es autónoma, que tiene que
investigar a políticos o partidos políticos, es difícil hacer eso. Para ello se
necesitarían tener fiscales autónomos, cosa que México no tiene. Pero lo grave
es que México no tiene un presidente que esté dispuesto a pagar el costo
político para hacer eso. Peña Nieto está más ocupado en abogar por sus casas
blancas, y defenderse de los ataques, antes que lograr que México tenga un
nivel de gobernabilidad y de Estado de derecho propio de un país.
“Y lo que ha
ocurrido es que Peña Nieto ha tomado la vía fácil, que es tratar de gestionar
la corrupción, y la delincuencia organizada deteniendo a algunos jefes y
premiando a otros. Legalizando a algunos y penando a otros, esperando que ese
tipo de aplicaciones de la fuerza judicial llegue a controlar el mercado
criminal de la manera en que controlaba el PRI hace 50 años, a través de una
paz mafiosa. Esa es un poco la estrategia del presidente”, explicó Buscaglia.
Entonces, el
analista narra cómo hace unos meses se reunió con el hoy ex procurador General
de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, y con el grupo mayor del equipo de
seguridad del presidente, explicándoles cómo el gobierno podía identificar a
las empresas legales ligadas al Cártel de Sinaloa, o bien como identificar a la
política mexicana que estuviera coludida.
“Yo veía que se
les abrían los ojos impresionados, me entendían y me felicitaban, pero yo no
sentía que tuvieran la voluntad política de entrar a limpiar la casa como hizo Colombia o Italia. Noté por
el contrario una gran simulación; el presidente y sus secretarios de estado
simulan combatir a la delincuencia organizada, pero lo que hacen en cambio es
premiar a algunos criminales, y castigar a sus enemigos. En el fondo es un
sistema de premios y castigos mafiosos. Lamentablemente… me gustaría decir que
no es así pero lo es”.
De acuerdo con el
especialista, en México pueden capturar al Mayo Zambada, como capturaron al
Chapo, y no caería un sólo político o empresario mexicano, como ocurriría en
otros países del mundo. Y ello no ocurre porque en México existe un pacto de
impunidad que opera desde hace años.
“No es una teoría
mía, sino algo que ya fue admitido por funcionarios electos de alto nivel.
Lamentablemente. Y mientras eso no ocurra, van a seguir llenando los espacios
mediáticos con espectáculos de arrestos, pero no van a atacar lo que alimenta a
toda empresa criminal, que son sus activos, que por otro lado, siempre buscan
legalizarse”.
LA GUERRA FRÍA
La detención del
Chapo Guzmán, en Mazatlán, Sinaloa, en febrero de 2014, no generó un cambio
violento en los mandos, y la transición fue pacífica.
“No hubo una
matanza en Sinaloa gracias a los mecanismos de reemplazo que existen en la
organización, y los enfrentamientos no se dieron”.
No obstante,
reconoció la presencia de grupos criminales enemigos del Cártel de Sinaloa, que
pudieran pelear el liderazgo al grupo sinaloense.
“En el mundo
criminal existe gente que van a desafiar al grupo que ostenta el poder, eso
ocurre en todo el planeta, pero lo que ocurre en el Cártel de Sinaloa es que el
control absoluto que tiene, y que asegura todo el mapa patrimonial que rodea a
los capos, e incluyen a empresas lícitas, a políticos, y en ese sentido, la
transición del cargo del Chapo como líderes, hacia sus reemplazos, fue
pacífico”.
Influyó mucho los
contactos políticos, policiales y empresariales que el Cártel de Sinaloa tiene,
gracias a que el narco ha financiado las campañas a todos los partidos en ese
estado, incluyendo al partido del presidente Peña Nieto.
“El problema, al
final, es político; no se están dejando tocar, porque todos se pisan la cola.
Además que los patrimonios de los narcotraficantes están muy legalizados y
diversificados, como es construcción, farmacéutica, turismo. No les llegan”.
(RIODOCE/ Miguel Ángel
Vega/19 abril, 2015)
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