sábado, 26 de julio de 2014

DERRIBA CHINA CRUCES DE IGLESIAS CRISTIANAS




La batalla comenzó el mes pasado, cuando un equipo contratado por el Gobierno derribó la cruz de metal sobre una pequeña iglesia de pueblo rodeada de arrozales.
        
WUXI, China (AP).- La batalla comenzó el mes pasado, cuando un equipo contratado por el Gobierno derribó la cruz de metal sobre una pequeña iglesia de pueblo rodeada de arrozales.

Al día siguiente, un miembro de la iglesia empleó su propia soldadora para volver a colocarla. Fue rápidamente detenido e interrogado durante 10 horas, acusado de tener un negocio sin licencia.

Una semana más tarde, volvió el equipo de trabajadores a retirar la cruz. De nuevo, los feligreses volvieron a colocarla, ahora dañada y algo más corta.

A esta iglesia en Wuxi, unos 480 kilómetros al sur de Shangái, le han cortado el agua y la luz. Las autoridades han intentado instalar cámaras y preguntado sobre el empleo y la educación de los hijos de varios miembros de la iglesia, una amenaza velada de que ambas cosas podrían estar en peligro. Pero la comunidad no cede.

En toda la provincia de Zheijang, que abraza la ro­cosa costa sureste de China, las autoridades han derribado, o amenazado con derribar, cruces en más de 130 iglesias. En algunos casos, el gobierno ha demolido los templos.

Las autoridades dicen que las iglesias en cuestión habían violado leyes de urbanismo, aunque no suelen especificar cuáles. También niegan que se estén persiguiendo específicamente las iglesias, y apuntan al derribo de otros decenas de miles de edificios, religiosos o no.

Pero expertos y líderes cristianos en Zheijang, la única provincia donde se están produciendo estos incidentes, creen que es una campaña para reprimir el cristianismo, que ha crecido tan deprisa que alarma al gobierno comunista ateo.

El fenómeno se produce mientras Beijing estrecha sus controles ideológicos imponiendo nuevas restricciones sobre periodistas abogados de derechos civiles, muchos de los cuales son cristianos, y activistas políticos desde que el Presidente Xi Jinping asumió el poder a principios de 2013.

Aunque los cristianos chinos suelen ser apolíticos, sus reuniones semanales y su apoyo mutuo podrían resultar peligrosos si el movimiento adopta objetivos políticos. La Iglesia es "resiliente resistiendo persecuciones y presiones del gobierno", afirmó Yang Fenggang, sociólogo de la Universidad de Purdue y ex­perto en asuntos religiosos en China.

Pastores de las iglesias señalan que los trabajadores del gobierno empleados en los derribos supuestamente por motivos legales les han dicho en privado que el objetivo es retirar las cruces.

(NOROESTE/ AP/ 26-07-2014)

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