No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla y al parecer la lumbre está llegando a los aparejos de la administración germana de Otto Guillermo Claussen Iberri, con la salida de varios funcionarios de la nómina municipal bajo señalamientos de corrupción o de ineficiencias –sospechas aclaradas, se afirma a la sorda-- o a lo más de cumplimiento y pago de favores dados por saldados.
Hoy ya son insostenibles en el cargo y eso trae colérico al alcalde de Guaymas.
Desde
hace tiempo se manejaba extraoficialmente como candidatos seguro a
perder la beca al Oficial Mayor Gerardo Mass, un tipo de origen foráneo y
llegado al Ayuntamiento por su cercanía al alcalde y su clan familiar,
muy ligado al boursismo que ha hecho de Cajeme su bastión más
importante, por ser el lugar en donde tienen importantes intereses.
En
ese renglón se afirma que Gerardo fue perdonado a pesar de todo aquel
diferendo con el SUTSAG y el affaire de los “aviadores” incluidos en la
nómina del municipio, siendo Zulma Zazueta, el chivo expiatorio de los
destinos en la dependencia, aunque ahora están batallando para
renunciarla, la dama les va ganando la función, todavía no se va, aunque
la tienen bloqueada. Se irán cuando terminen de cuadrar los números,
todavía no cuadran. Tienen que dejar aseada la casa.
Otra
funcionaria señalada por su carácter difícil es quien fungía como
Directora de Cobranzas Dulce Verónica Castro, quien hasta donde es
sabido llegó al puesto bajo la venia de Enrique Kikí Claussen, el primer
brother del municipio.
Por
lo pronto el pánico cundió entre posibles futuros desempleados, quienes
en reunión ultrasecreta se reunieron con misterioso intermediario
venido de la capirucha para rescatar el pellejo del anunciado recorte.
Líbranos de Librado
En
sustitución de la Castro en Cobranza, llega el abogado José Carlos
Navarro, para más señas hijo del regidor de “oposición” recontra leal
Librado Negro Navarro Jiménez del partido Movimiento Ciudadano, en donde
siendo de izquierda cobra con la derecha dice la vox populi.
Librado desde un principio de la administración mostró el cobre de cual sería su paso por el ayunta porteño.
En
primer término logró colocar a hermanas suyas como empleadas
municipales y ahora contra lo dispuesto en la Ley de Gobierno y
Administración Municipal y la Ley de Responsabilidades de los Servidores
Públicos del Estado y de los Municipios, empujó a vástago al
estratégico cargo desde donde se habrán de cobrar los adeudos que se
tengan con la comuna.
El
puesto por su naturaleza implica el manejo de lanita, que son los que
atraen al también conocido como “La pantera negra de Punta Arena”,
nombre de pelea que adoptó por su paso por los encordados, hoy
convertido el Negro en una real amenaza para las finanzas, cuyo
tratamiento se rumora tiene al punto de la defección al tesorero Manuel
Ibarra, supuesto delfín del Otto para alcanzar la nominación priísta
como candidato a la alcaldía en 2015, toda vez que Walter Décima o el
Tigre Bárcenas, supuestos tiradores por el lado del PRI llama a risotada
y se constriñe a mera calentura de los “interfectos”.
Algunos
enterados sostienen que fue el Morroño Marco Antonio Llano Zaragoza, en
una comida organizada hace días a José Luis Bórquez, quien soltó la
exclusiva de la inminente “huida” de Ibarra Salguero.
Nadie
podrá negar el sentido de oportunidad y su bien adiestrado olfato por
el dinero del ex candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía el
2012, tal como lo hizo en el gobierno de César Lizárraga Hernández, en
donde sustituyó a José Bolaños Castro en la Dirección de Seguridad
Pública, la cual dejó echando peste en contra del entonces secretario
Alonso Arriola Escutia. Ese es el estilo del Negro, quien no tiene
escrúpulos para hacer alianzas hasta con el diablo si hay feria de por
medio o modo de hacer “negocios”.
El Mesías del Clan
Y
tan se calentó la cosa al interior de la Casa Consistorial, cuya
credibilidad quedó muy mermaba desde el involucramiento del exparticular
Eduardo Gaxiola Márquez y la policía municipal en la privación de la
libertad y embichada a Omar Núñez Caravantes, que se hizo necesario
llamar al Kikí Claussen, quien atendiendo al S.O.S. del germano vino
cual “salvador” a sacar las castañas del fuego y enderezar el barco.
En
tanto permanecen en el puesto personajes muy cuestionados socialmente
como el propio Gerardo Mass, cuya salida está más que anunciada y su
cabeza pende de un hilo o como Walter Décima, un jardinero en el otro
cachete hoy encargado del desarrollo económico del municipio, o como el
Poncho Flores o como Oscar Velderraín o como Gianco Urías, a quien le
han inventado varios cargos y en ninguno ha dado el ancho. Todos son
incondicionales de la clica del presimuni.
Lo
anterior no fuera preocupante pero al poner en verdadero riesgo la
concreción del proyecto familiar del clan Claussen, hizo que las alarmas
y los focos rojos se prendieran al interior del ayuntamiento y del
grupo que ostenta su control a un pasito del desbarrancamiento.
Otto Claussen en el pecado llevó la penitencia…
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Columna La Viña del Señor/ Viernes, 21 de Febrero de 2014 10:30)
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