El
fallecimiento del boxeador Francisco Frankie Leal luego de ser noqueado
en la función del pasado 19 de octubre en Cabo San Lucas, se agrega a
otros que pudieron evitarse de existir controles más estrictos para la
concesión de licencias y permisos médicos a los pugilistas. El trasfondo
oscuro de estos casos lo constituyen las promotoras y las televisoras,
cuyo único interés es enriquecerse a costa de peleadores que, ávidos de
gloria e impulsados por la necesidad económica, arriesgan sus vidas sin
contar con seguros médicos ni garantías para sus familias en caso de
muerte.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Luego de un gancho propinado por
Raúl Hirales, Frankie Leal retrocedió sólo para recibir más castigo.
Indefenso, intentó sujetar a su adversario pero le faltó fuerza.
Enseguida le conectaron dos golpes más, uno detrás de la oreja izquierda
y, cuando estaba por sonar el campanazo final del octavo episodio,
luego vino el impacto demoledor en el cuello.
El réferi Arturo
Cota Sandoval, también presidente de la Comisión de Box de Cabo San
Lucas –fue nombrado titular del organismo un día antes de la pelea–, no
se percató del golpe prohibido.
Luego de una voltereta, Leal cayó
de espaldas. Intentó levantarse pero se desplomó en su propia esquina.
Quedó sentado y ya no logró ponerse de pie. Le hicieron un par de
preguntas que alcanzó a responder, pero estaba más que noqueado. No
podía sostener los brazos ni mantener erguida la cabeza.
Su
respiración era agitada. El doctor Adolfo Rodríguez, jefe de los
servicios médicos de la Comisión de Box de Los Cabos, le sujetaba la
cabeza y le pedía que no cerrara los ojos. A gritos, pidió que le
llevaran un collarín pero los socorristas de la Cruz Roja no contaban
con él.
Algunos asistentes al auditorio municipal de Los Cabos le
gritaban: “¡Acuéstelo porque no está respirando bien!”, a lo que él
respondió: “Soy el médico de la Comisión, no vengan a decirme lo que
debo hacer”. Así lo cuenta el apoderado y primo del pugilista, Miguel
Barraza.
En un intento por reanimarlo, Rodríguez le gritó: “¡No te
vayas para abajo!”, pero no reaccionaba. Con dificultad, Leal fue
retirado del ring para dar paso a la función estelar, protagonizada por
Omar Chávez –hijo del expugilista Julio César Chávez– y Joachim Alcine.
En
el trayecto al hospital, Barraza avisó a los paramédicos que Frankie no
respiraba. “Como la ambulancia no tenía tanque de oxígeno, los
socorristas me dieron una pequeña bomba de aire que no sirvió para nada.
Cuando le di respiración boca a boca reaccionó ligeramente. Repetí la
maniobra durante un tiempo y subieron los códigos, los niveles”.
Cuando
la ambulancia llegó al Centro Médico Cabo San Lucas, la puerta de
emergencia estaba cerrada. Finalmente lograron entrar y en cuanto
ingresó a la sala comenzaron a brindarle la atención necesaria.
“Lo
acompañé hasta ahí, pero me pidieron que saliera. No supe nada hasta
que nos avisaron que debían hacerle una tomografía en otro hospital,
porque donde estaba no había el equipo ni los especialistas para
atenderlo. Pedimos que se lo llevaran de una vez, sin embargo,
respondieron que no tenían la ambulancia adecuada”, cuenta el promotor.
De
Cabo San Lucas lo llevaron a un hospital de La Paz, antes de
trasladarlo al UC San Diego Medical Center, de San Diego, California. En
este nosocomio realizaron estudios que revelaron un grave daño
cerebral. En un intento por salvarle la vida le indujeron un coma y lo
intubaron, pero todo fue inútil. Una semana más tarde, el 26 de octubre,
fue desconectado del respirador artificial, un día después de cumplir
27 años.
Originario de Mexicali, Baja California, Francisco Leal
debutó en 2005. Realizó 31 peleas, con 20 triunfos, 13 de ellos por
nocaut; ocho derrotas y tres empates. No contaba con seguro médico ni
seguro de vida.
Abandono
La trágica función
boxística fue organizada por Zanfer Promociones, de Fernando Beltrán, en
sociedad con Eco Promotions, de Edrulfo Castillo, y el gobierno del
municipio de Los Cabos. El combate se transmitió por TV Azteca, cuyos
comentaristas cuestionaron las tácticas empleadas por Hirales. No
obstante, señalaron que el tercero sobre el cuadrilátero tuvo mucha
culpa de lo ocurrido e insistieron en que Frankie no recibió la atención
médica adecuada, tras derrumbarse en su esquina.
Ésta no es la
primera ocasión que Zanfer se involucra en problemas. En marzo de 2009
murió Marco Nazareth, de 24 años, a consecuencia de un paro cardiaco por
el fuerte castigo que recibió de Omar Chávez en un combate realizado en
Puerto Vallarta, Jalisco. El pugilista sólo tenía un récord de cuatro
victorias y tres derrotas.
A finales de ese año, este semanario
documentó la manera en que la promotora de Fernando Beltrán abandonó a
su suerte al peleador costarricense Alejando El Timón Martínez, después
de quedar en estado vegetativo crónico a consecuencia de la golpiza
propinada por su oponente, Alejandro El Topo Rosas (Proceso 1729).
De
acuerdo con el reporte, Zanfer le adeudaba más de 3 millones de pesos a
la clínica donde fue internado Martínez. La empresa tampoco pagó a la
familia del peleador los 30 mil pesos pactados en el contrato. Por
gestiones del cónsul general de Costa Rica en México, Carlos Pantoja, el
joven fue trasladado a su país, donde falleció en agosto de 2012 luego
de permanecer tres años en coma.
El 23 de octubre último Beltrán
difundió en la página web de Zanfer el siguiente comunicado: “Como
empresa hicimos con mucha responsabilidad lo humanamente posible para
tratar de salvar su vida, y ahora sólo nos queda unirnos a la pena que
embarga a su familia, a la familia boxística, y tratar de ayudar en lo
que sea necesario”.
Sin embargo, la esposa de Frankie, Laura
Coronel, desmintió al empresario al anunciar que su marido aún estaba
conectado a un respirador artificial en el UC San Diego Medical Center,
de San Diego. Como ya se indicó, Leal falleció el 26 de octubre.
Por
su parte, Miguel Barraza adelanta que realiza consultas con su equipo
de abogados para entablar una demanda contra la Comisión de Boxeo de Los
Cabos, por lo que considera deficiencias en la organización de la
velada. La querella incluiría al doctor Adolfo Rodríguez y a la Cruz
Roja local, por presunta negligencia médica.
El 31 de marzo de
2012, Leal se salvó de morir tras ser noqueado en el décimo episodio por
el ruso Evgeny Gradovich, en San Antonio, Texas. Fue retirado en
camilla y hospitalizado en una clínica de esa ciudad.
Ese día, la
Comisión de Box y Lucha Libre de Mexicali anunció, en voz de su
vicepresidente Raúl Wilhelmy, que estudiaba la posibilidad de suspender
al boxeador porque no solicitó permiso al organismo para pelear en
Estados Unidos. Es curioso que ahora como presidente de ese organismo,
el mismo Wilhelmy le otorgara a Frankie la licencia para su última
pelea.
Leal permaneció inactivo durante 10 meses, hasta que a
comienzos de 2013 la Comisión Atlética de Nevada autorizó su licencia.
Según Wilhelmy, ese organismo le practicó al gladiador resonancias
magnéticas, encefalogramas y exámenes del corazón. Salió muy bien de
todas las pruebas.
El 22 de octubre Wilhelmy dijo a la cadena
ESPN: “Vino por su salida a México, lo envíe a servicios médicos para
sus exámenes. Estaba bien y casi en su peso”.
El pasado 19 de
abril Leal reanudó sus actividades. Cayó ante César Juárez en decisión
dividida. En su segunda pelea, antes de enfrentar a Hirales, venció a
Germán Meraz por decisión unánime, el 9 de junio.
Presagios
Por
sus antecedentes, Leal era una apuesta muy arriesgada. Tanto que el
vicepresidente de la empresa Top Rank, Bruce Trampler, escribió en su
cuenta de Twitter que su muerte no le sorprendió: “No era como en un
juego de dados. Casi murió el año pasado en Texas, pero lo buscó y esta
vez fue demasiado lejos, casi suicida”.
Agregó: “Todos los
peleadores deben tener el derecho de dictaminar su destino; sólo pienso
que esa muerte pudo ser tan predecible como evitable y que su entrenador
debió retirarlo a tiempo”.
Para Miguel Barraza, Trampler es la
persona menos indicada para hablar del tema “porque él como matchmaker
les habla a los entrenadores para pedirles peleadores con apenas una
semana de anticipación nada más para dar el peso. Haga de cuenta que les
da la oportunidad. A él no le importa si están en condiciones. Esto es
algo del destino, que no se veía venir”.
En entrevista con
Proceso, Miguel Barraza precisa que empezó a trabajar con Leal 10 meses
después de su combate con el ruso porque su anterior apoderado lo
abandonó. Aclara que después de esa pelea Frankie volvió a realizarse
tomografías y resonancias magnéticas. “Salió completamente bien. Si en
10 meses no aparece nada, pues no tienes nada. Caso contrario, la
Comisión Atlética de Nevada le hubiera negado la licencia”.
Añade:
“Estoy consciente de que en el ring puede pasar cualquier cosa. Por eso
hablé con Frankie y le dije: ‘Si necesitas peleas yo te apoyo, te las
consigo pero con tiempo, y no como la que me ofrecieron contra el cubano
Guillermo Rigondeux en una semana’.
Me han ofrecido varias peleas así y
no las he tomado si no son con un mes o mes y medio de antelación, para
estar preparado. Siempre les digo a los promotores: ¿Para qué quieren
un combate si no va ser en igualdad de condiciones? ¿No prefieren dos
peleadores que den lo mejor de sí mismos?”.
Señala que hubo
descuidos en la atención médica a su representado: “El mismo réferi
preside la Comisión de Box. No conozco el reglamento, pero si eso está
permitido es poco ético porque el titular de la Comisión de Box debe
estar pendiente de la ambulancia y de lo que pasa alrededor. Además, el
equipo de Hirales y el nuestro tuvimos que buscarlo para que nos firmara
los vendajes, y los peleadores estaban a cinco minutos de subir al
cuadrilátero”.
También comenta que el pleito entre Hirales y Leal
se pactó con mes y medio de anticipación, y plantea que la Comisión de
Box de Mexicali le practicó exámenes:
“Físicamente estaba muy
bien. Esto fue un golpe. A cualquiera le puede pasar por más listo o
bien parado que esté. Nada más que se presentaron muchos detalles desde
que lo dejaron sentado en el ring hasta su traslado a la clínica. El
tiempo que pasó fue vital. Si le hubieran puesto oxígeno inmediatamente,
cuando estaba en la esquina, hubiera sido un caso diferente.”
En
entrevista con este semanario el director del Centro Médico Cabo San
Lucas, Andrés Flores Gómez, plantea que Leal llegó a la clínica en muy
malas condiciones: “Vino en un estado de gravedad extrema, en paro
cardiorrespiratorio. Así lo informé a sus familiares, les dije que
haríamos todo lo posible por salvarlo”.
Para hacerle la
tomografía, Leal fue enviado a un hospital cercano a esta clínica
privada, “donde un neurocirujano pudiera atenderlo. En la zona de Los
Cabos no hay neurocirujanos, por ello se informó a la familia que era
urgente el traslado del paciente a La Paz”, reconoce el doctor Flores,
quien afirma: “son básicos los primeros minutos de atención médica, pero
no tengo la capacidad para decir si fue bien atendido o no, porque no
estuve presente en el lugar”.
Deslindes
El
presidente de la Comisión de Box de Los Cabos, Arturo Cota Sandoval,
quien fungió como réferi de la contienda, se deslinda y asegura que no
fue una pelea agresiva ni contundente: “El chavo se desvaneció al
terminar el conteo que le hice. Fue una gran sorpresa que nadie
imaginaba porque no se le aplicó ningún nocaut o un golpe rotundo.
Peores nocauts se han visto en el boxeo. Como réferi consideré una pelea
ni para allá ni para acá”.
Dice que subió de réferi porque en la
actual comisión, cuya presidencia asumió en la víspera de la función
sabatina en plena ceremonia de pesaje, no hay gente que sepa dirigir una
pelea. “Me vi obligado a subir al cuadrilátero. Soy réferi de años y
subí a cumplir”.
Según Cota, la atención médica proporcionada a
Frankie “fue rápida. No nos quedamos parados, o dijeras que tuvimos 10 o
20 minutos en el ring”. Acepta que desconocía los antecedentes del
peleador. “Se me hace muy raro, pues dicen que lo noquearon hace un año y
fue llevado en ambulancia al hospital. No sé por qué no le dieron
peleas en Estados Unidos o ¿qué pasó?”.
Esta comisión realiza a
los peleadores los estudios más prácticos: “chequeos de presión, de
vista, que no vengan golpeados, que no traigan las muelas picadas,
alguna enfermedad como gripa o fiebre. La revisión se hace a la hora del
pesaje”, revela Cota, quien también fungió de réferi de la función
estelar en la que Omar Chávez derrotó al canadiense Joachim Alcine.
Chávez
se adjudicó el triunfo por decisión unánime en 12 episodios, apenas un
día después de asistir como invitado a la fiesta en la que fue abatido
Francisco Rafael Arellano Félix por un sicario disfrazado de payaso
mientras el anfitrión celebraba su cumpleaños número 63. Entre los
convidados al festejo también se encontraba el exfutbolista Jared
Borgetti, actual comentarista de la cadena ESPN.
El semanario
Zeta, editado en Tijuana, reveló que Omar Chávez llegó acompañado de su
equipo, de al menos 10 personas. Tuvo que ir a declarar ante la Agencia
del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia estatal.
/10 de noviembre de 2013)
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