Apatzingán,
Michoacán— Cada día, antes de salir de casa, los pobladores de Apatzingán
investigan si hay retenes o enfrentamientos. Aquí viven en Estado de sitio,
denunció el obispo Miguel Patiño.
El médico José
Mireles afirma que la incursión de grupos de autodefensa el pasado fin de
semana en Apatzingán, fue el inicio del fin de Los Caballeros Templarios.
“Le pegamos a la
cabeza de la serpiente”, dijo el líder del Consejo Ciudadano de Autodefensas en
Tepalcatepec.
En entrevista,
reveló que la entrada del sábado a la plaza de Apatzingán se hizo en acuerdo
con el Ejército Mexicano para establecer 10 puntos estratégicos de revisión en
la Ciudad y comenzar, desde ahí, la caza de criminales.
“Ya abrimos las
puertas de Apatzingán pero no se ha consolidado el control de la plaza, que eso
quede claro. No se ha consolidado pero ya abrimos las puertas y nuestra gente
ya está ahí moviéndose con más control”, sostuvo.
De acuerdo a
Mireles, al menos 30 miembros de la autodefensa están infiltrados con el
Ejército para vigilar los accesos y salidas de esta localidad, estratégica para
las comunicaciones y el comercio en la Tierra Caliente michoacana.
Aseguró que eso fue
pactado con mandos de la 43 Zona Militar, con sede en esta Ciudad, considerada
el principal centro de operaciones de Los Caballeros Templarios.
Otro número no
determinado, añadió, patrulla en las calles con la Policía Federal.
“El acuerdo (con el
Ejército) fue que ellos iban a poner vigilancia permanente las 24 horas en 10
puntos estratégicos que nosotros les sugerimos, acompañados de tres o cuatro
compañeros de las autodefensas para identificar a los criminales que entran y
salen.
“También se acordó,
y lo están cumpliendo, que iban a patrullar dentro de la ciudad las 24 horas
del día, y que los federales iban a traer compañeros de las autodefensas,
siempre desarmados. Los únicos armados iban a ser los que estén en los accesos
a la ciudad para detener a los criminales y enjuiciarlos”, detalló el doctor a
Reforma.
El sábado,
integrantes de los grupos de autodefensa entraron a Apatzingán, en una caravana
de más de 100 vehículos.
Anunciaron que el
objetivo sería manifestarse contra el crimen organizado y convocar a la gente a
levantarse en armas como sucedió en seis municipios de Tierra Caliente.
La caravana ingresó
escoltada por unidades del Ejército y Policía Federal.
“Los criminales aquí
están, aquí viven, por eso se pusieron a dar muletazos porque le pegamos al
corazón de la serpiente, por eso quemaron no sé cuántas subestaciones de
energía eléctrica”, acusó Mireles.
“Es una reacción del
crimen organizado ante la incursión que hicimos, porque llegamos y le pegamos a
la cabeza. Apatzingán es el corazón del crimen organizado, ahí viven y ahí
operan”.
El médico dijo que
en Tepalcatepec les tomó tres semanas erradicar a los criminales. En
Apatzingán, dijo, podría tomar meses.
Los conflictos en
Michoacán son consecuencia de la inacción de años, dijo ayer el Gobernador
Fausto Vallejo.
El Mandatario
refirió que el recrudecimiento de los actos delictivos en la entidad que
gobierna son producto de la disputa entre cárteles por el territorio estatal.
Vallejo aclaró que
la violencia no responde a omisiones ocurridas durante su ausencia del Gobierno
local por enfermedad, como señalaron fuentes presentes en una reunión privada
que el Mandatario local sostuvo con diputados locales del PRI.
“Yo lo que dije es
que se dejaron, años atrás, de hacer cosas, pero no en mi ausencia, es decir,
en tres o cuatro meses qué se podía hacer y, además, se ha caminado en materia
de seguridad.
“Esto que ha
sucedido es consecuencia porque tratan de penetrar otros cárteles de
delincuencia a la Entidad, y es un choque precisamente de estos delincuentes
que afectan a la sociedad”, dijo Vallejo en entrevista para Radio Fórmula.
(Agencia
Reforma)
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Agencia Reforma | 2013-10-29 | 22:45)
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