martes, 10 de septiembre de 2013

CRÓNICA: Y AL PÁNICO TAMBIÉN VOLVIÓ...

Varios paseantes se tiraron al suelo pesando que se realizaban disparos, cuando en realidad eran marrazos.
 
Juan Alejandro Jr.
El pánico se volvió a apoderar de la gente que visitaba Galerías Tabasco 2000. La confusión y escasa vigilancia en la plaza comercial jugaron a favor de la banda de delincuentes llamada 'Los Marros', quienes ayer asestaron un nuevo golpe a la misma joyería que 10 meses atrás ya habían atracado.
 
El reloj marcaba las 19:45 horas cuando un grupo de hombres con lentes industriales en sus rostros, todos con camisas de manga larga, caminaron entre los visitantes de la plaza hasta llegar a la joyería Bo&Co.
 
Una vez frente a su objetivo, uno de ellos sacó un dispositivo que fue arrojado cerca del establecimiento, del cual emanó una gran cantidad de humo con la intención de nublar la visibilidad de las cámaras de seguridad.
 
La primera impresión de los visitantes y dueños de negocios fue que se estaba iniciando un incendio, versión que se acentuó después del grito de una persona que gritó -¡fuego! ¡fuego!- pero en realidad era un asalto.
 
Tras unos segundos, la versión del incendio se disipó cuando se escucharon ruidos como si fueran disparos, por lo que varias paseantes se tiraron al suelo. Se trataba del impacto de los marros contra las vitrinas de cristal de la joyería. Las personas dentro de la plaza comenzaron a correr.
 
Al momento de comenzar a disiparse el humo, uno de los asaltantes lanzó un grito a sus cómplices, quienes dejaron todo lo que estaban haciendo y comenzaron a caminar rápidamente hasta salir de la plaza, ante la mirada atónita de todos los presentes. Bajaron las escaleras eléctricas para después salir por la entrada principal y subir a una camioneta. Hasta ese momento no había ni un solo policía.
 
Cuando habían transcurrido más de media hora arribaron dos unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y 40 minutos más tarde llegaron elementos ministeriales. Ambas corporaciones sólo encontraron los marros en el suelo y vidrios por todos lados, además de decenas de curiosos que comentaban que era la segunda ocasión que asaltaban la joyería y que la policía no había aprendido la lección.
 
(TABASCO HOY/ Juan Alejandro Jr./ 10 de Septiembre 2013)

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