lunes, 8 de abril de 2013

LOS PIRATAS DEL GOLFO DE CALIFORNIA



En un día robaron seis lanchas en La Paz con rumbo al Mar de Cortés, sin ser detectados

El robo de embarcaciones y motores fuera de borda se ha convertido en otro negocio lucrativo del crimen organizado en la entidad. Un solo golpe delictivo se estima en 2 millones 400 mil pesos. Ladrones usan embarcaciones para el trasiego de droga

El zumbido del motor se pierde en la madrugada del 6 de marzo en el Golfo de California.

La lancha “Espíritu II” esta vez no lleva turistas a bordo, sino hombres fuertemente armados, con pistolas y rifles de asalto, quienes entre la una y cuatro de la madrugada,  robaron la embarcación marítima en la bahía de La Paz.

La panga de color blanco y vistas naranja, es solo una de las seis que ese día, y a la misma hora, fueron sustraídas ilícitamente por células del crimen organizado -según las primeras investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)-, amparados en la nula vigilancia en la zona del malecón costero.

Las otras lanchas son “Espíritu I”, “La Encantada”, “Marlín”, “Reina Azul” y “Espíritu III”, propiedad de pescadores de la colonia Esterito y de las compañías Marlín Advertures, Espíritu Baja Tours, Lobito Tours y Espíritu A.

De acuerdo a las indagatorias, los presuntos responsables llegaron ese día y desamarraron las embarcaciones que estaban atadas a una boya, otras estaban ancladas en la arena, y las más seguras, encadenadas en una dala de acero con candados. En este último caso, los delincuentes cortaron los eslabones de la cadena con un equipo especial, y nada pudo impedir que robaran las lanchas junto con sus costosos motores fuera de borda, de entre 90 y 150 caballos de fuerza.

En el corazón turístico de la capital del estado, repleto de hoteles, restaurantes, bares y decenas de comercios, los ladrones todavía tuvieron tiempo de acomodarse y salir en fila india, partiendo de la bahía de La Paz, pasando por dos marinas, una terminal marítima de altura y siete playas hasta internarse en el llamado Canal de San Lorenzo, muy cerca de la Isla Espíritu Santo, y ahí perderse en el Mar de Cortés.

La investigación señala que el atraco no quedó registrado en las cámaras de video vigilancia de la zona maleconera, porque están dirigidas hacia la calle y no hacia la playa.

La poca información que se tuvo del robo masivo de lanchas fue a través de algunos testigos que observaron gente armada desatando las embarcaciones. Se trata de ciudadanos que por casualidad pasaban por ahí, a esa hora de la madrugada.

La hipótesis de los investigadores del caso, es que los ladrones recorrieron una trayectoria de 30 kilómetros, pasando muy cerca de “Marina Palmira” y “Marina Costa Baja”, así como la Terminal Marítima de Pichilingue, las cuales cuentan con vigilancia las 24 horas del día. De ahí partieron a las playas El Coromuel, La Concha, El Caimancito, El Tesoro, Pichilingue, Balandra y El Tecolote.

Más grave aún es que el esclarecimiento del robo de pangas parece complicarse porque, como comenta el Capitán de Puerto de La Paz, José Luis Ríos Hernández, “no se tiene un Centro de Control y Tráfico Marítimo”, por lo tanto, carecen de información científica que permita conocer la trayectoria de las embarcaciones o su paradero a través de sistemas de detección conocidos como radares.

Hasta el cierre de esta edición, tres de las seis embarcaciones ya habían sido localizadas, con los motores completamente desmantelados, cerca de la Isla Espíritu Santo.

El caso quedó registrado bajo el número de Averiguación Previa LPZ/132AMP/2013, con la Agente del Ministerio Público Número 3, Edith Katherine Acevedo Núñez. El valor de ese solo golpe delictivo se estima en 2 millones 400 mil pesos.

EL ANTECEDENTE

El robo de lanchas y motores fuera de borda no es nada nuevo en Baja California Sur.

En base a estadísticas oficiales de la PGJE, datos recabados por ZETA demuestran que el fenómeno ha crecido en los últimos tres años. Tan solo en 2011, 17 pangas y cinco motores fuera de borda fueron sustraídos por el hampa. En 2012, seis lanchas y 14 motores fueron robados, y en el transcurso de 2013, ya suman seis embarcaciones marítimas sustraídas.

Como si se tratara de un negocio legal, los presuntos responsables de estos atracos se mueven libremente por las siguientes razones:

- La nula vigilancia en 475 kilómetros de costas, desde Guerrero Negro hasta Cabo San Lucas.

- La descoordinación entre cuerpos de seguridad y fuerzas armadas. Ninguna de las autoridades correspondientes asume la responsabilidad de la vigilancia y control en campos pesqueros, puertos y ahora hasta en la bahía.

- La carencia de un Centro de Control y Tráfico Marítimo que permita vigilar, controlar, ofrecer asistencia y generar información marítima, a través de sistemas de detección como radares, de procesamientos de datos y de comunicación, por medio de software y radios de banda marítima, uno de los cuales ya opera en puertos como Veracruz.

- La escasez de personal en los cuerpos de seguridad y de fuerzas armadas, aunado a la falta de equipo y tecnología que permita un trabajo eficiente en el combate a la delincuencia en el mar.

Un investigador de la PGJE explicó que los presuntos responsables son, en su mayoría, células del crimen organizado que roban las embarcaciones por tres hipótesis:

1. Utilizarlas en el trasiego de droga y armas de Sinaloa, a Baja California Sur o Baja California.

2. Apropiarse de los motores que colocan a otras embarcaciones para enviarlos a la frontera con Estados Unidos, donde servirán para esconder droga.

3. Robarlas y venderlas en campos pesqueros de Sinaloa y Sonora, lo que resulta un lucrativo negocio para el hampa.

Bajo ese panorama, las células de la delincuencia organizada pasaron del trasiego de droga, a convertirse en los piratas modernos del Golfo de California, donde encontraron un territorio virgen para delinquir.

EL MODUS OPERANDI

Sobre estos hechos, el director de la Policía Ministerial del Estado, Hugo Galindo Camacho, expuso que el modus operandi de los ladrones de lanchas quedó al descubierto cuando el 24 de agosto de 2012, fue detenida una banda especializada en el robo de embarcaciones marítimas.

Durante una entrevista con ZETA, relató que “los delincuentes cada determinado tiempo cruzaban de Sinaloa o Sonora hasta Baja California Sur, y después de planear un operativo, robaban pangas, utilizando armas de fuego para amedrentar a las víctimas”.

El jefe policiaco agregó que los ladrones arribaban al estado en lancha desde su lugar de origen y se dedicaban a recorrer los posibles puntos de atraco, tomando fotografías para ubicar las embarcaciones y los motores fuera de borda en el día, y operando en la noche. “Llegaban armados, desamarraban las pangas, y si había algún vigilante o incluso pescadores, amagaban con las armas y los obligaban a no oponer resistencia y se iban”, dijo Galindo.

Recordó la ocasión en que los integrantes de esta banda llegaron, el 9 de agosto de 2012  -es decir, 15 días antes de su detención-, al campo pesquero de “El Burgués”, en el poblado de San Juan de la Costa. Ahí amagaron al vigilante, de nombre Raúl Sánchez Cota, y le golpearon la cabeza hasta dejarlo inconsciente, para después robarse cuatro embarcaciones y sus motores fuera de borda.

No obstante,  un par de días después, los delincuentes reaparecieron y dispararon en contra del vigilante del campo pesquero de Agua Amarga de la comunidad de Los Planes, Gabriel Flores Meza, porque “pretendían amedrentarlo”. Al final, Flores Meza no pudo evitar el robo de cuatro embarcaciones, dos de las cuales lograron recuperar sin motor a 5 millas náuticas de donde sucedieron los hechos, como expuso el subdelegado de Agua Amarga, Alejandro Lucero Lucero.

Después de un año de impunidad, la banda de “El Chapo” -como se autonombraban- finalmente fue detenida en un operativo en la población Los Barriles, al Sur de La Paz, cuando intentaban asestar otro golpe.

Los ladrones descendieron de una lancha para enterrar sus armas en la arena de la playa, y cuando subían a su embarcación, fueron sorprendidos por agentes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.

Los delincuentes trataron de desenterrar sus armas y corrieron, pero fueron amagados por los agentes, quienes solicitaron refuerzos que llegaron de Los Barriles, La Rivera y La Paz, donde participaron agentes de la Policía Ministerial del Estado, Policía Estatal Preventiva y Fuerzas Armadas.

En la arena, únicamente encontraron enterrada una escopeta marca Wards Western Field, calibre 12, con cañón recortado y cachas de plástico color negro. A bordo de la embarcación había unos lentes de visión nocturna, un navegador GPS, una mochila térmica y una decena de cartuchos útiles.

Los detenidos y sujetos a un proceso penal por estar implicados en cuando menos diez averiguaciones previas fueron:

- Dante Héctor Flores Buelna “El Wrangler”.

- Jesús Arturo Cisneros Valenzuela “El Tristón”.

- Pascual Velázquez Romero “La Parka”.

- Martín Alejo Ruiz “El Alejo”.

- José Adrián Sánchez Aro y/o José Antonio Cervantes Baez “El Pepe”.

Los primeros cuatro son originarios del campo pesquero del “Paredoncito”, Sonora, y el último, del campo pesquero “El Cerro Cabezón” de Guasave, Sinaloa.

FOCOS ROJOS

El robo de lanchas de prestadores de servicios en la bahía de La Paz prácticamente encendió los focos rojos, e incluso fue motivo de una reunión donde participaron autoridades como la Policía Turística, Ministerial, Estatal, Procuraduría General de la República, Secretaría de Marina y Capitanía de Puerto.

El 13 de marzo, los barcos turisteros y las autoridades analizaron la situación y, sobre todo, el ámbito de competencia de cada quien, porque desde que sucedió el atraco “unos a otros se aventaron la bolita”. En ese entonces nadie asumió la responsabilidad de la vigilancia de la bahía de La Paz.

El presidente de la Unión de Prestadores de Servicios Turísticos de Baja California Sur, Fabricio Mújica Zamorano, expresó que “el robo de lanchas es un problema grave que se viene arrastrando desde hace algunos años, el cual no se había sentido tan fuerte como ahora que los delincuentes tuvieron el descaro de robar en pleno malecón de La Paz”.

Durante una entrevista con ZETA, Mújica expuso que el delito va en aumento, porque “primero fueron dos, luego tres y ahora seis embarcaciones”, y lo más delicado es que “cuando los roban, dejan sin sustento económico a todas las familias que viven de eso, sobre todo porque son equipos muy caros; algunos alcanzan el medio millón de pesos, y desgraciadamente, no se pueden comprar tan fácil”.

El líder de los prestadores de servicios enfatizó que “el robo únicamente evidenció que la bahía de La Paz, está prácticamente desprotegida, ya que nadie se quiere hacer responsable de la vigilancia, todos dicen que no es de su competencia, no hay operativos coordinados y simultáneos, y no están viendo que desde hace tiempo nos convertimos en un objetivo del crimen organizado.

“A nosotros nos afecta seriamente que nos roben los motores o las lanchas, porque primero es nuestra fuente de ingreso, y segundo, tenemos que volver a gastar en los equipos, y obviamente, nos descapitaliza”, resaltó el entrevistado.

ZETA solicitó una entrevista con el Comandante de la II Zona Naval Militar de la Secretaría de Marina, Vicealmirante Anselmo Díaz Cid, a fin de conocer los operativos de vigilancia que se despliegan por las costas y las medidas que se han tomado a raíz del robo de lanchas.

Sin embargo, por cuestiones de agenda, Díaz Cid no pudo conceder la entrevista. No obstante, solicitó el cuestionario por escrito para responder a las preguntas. Al cierre de esta edición, tampoco se recibieron las respuestas.

El que sí accedió a dialogar, fue el Capitán de Puerto de La Paz, José Luis Ríos Hernández, quien durante una entrevista explicó que “definitivamente, nosotros no tenemos algún cuerpo de seguridad para hacer frente a la delincuencia organizada, porque no usamos armas ni estamos armados, y nuestro trabajo es únicamente la seguridad de la vida humana en el mar”.

— Entonces, ¿de quién es la responsabilidad?

“De las fuerzas de seguridad y de las Fuerzas Armadas. Lo que nosotros ahorita estamos proponiendo es la creación del Centro de Control y Tráfico Marítimo, una especie de torre de control aéreo, solamente en este caso es marítimo, del cual existen en todos los puertos grandes de México y es muy funcional, sobre todo en asuntos de seguridad porque tiene radares, equipos de comunicación y es efectivo en el caso de las embarcaciones que circulan en una extensión de las 20 millas náuticas; lo que nos daría el control de lo que suceda dentro y fuera de la bahía, y detectar cualquier irregularidad inmediatamente cuando estén sucediendo los hechos, y tener la capacidad de coordinar cualquier despliegue de fuerzas de seguridad”.

Por lo pronto, salvo la Secretaría de Marina y Armada de México, ningún cuerpo de seguridad pública cuenta con una embarcación marítima para vigilar y perseguir a delincuentes en el mar.
 


Marcador de robos de embarcaciones marítimas

Año
Número de lanchas
Numero de motores
Zonas más afectadas
2011
17
5
La Rivera y Los Barriles
2012
6
14
Punta Arenas, Los Barriles, San Juan de la Costa, El Sargento y Loreto
2013
6
2
Bahía de La Paz

Fuente: PGJE

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