lunes, 12 de noviembre de 2012

MALOVA MINTIÓ Y DEFRAUDÓ


  
Hay deficiencias, corrupción y una enorme deuda con la ciudadanía, dice Rocha Moya

Javier Valdez
Si un año había sido suficiente, unos meses, las primeras horas, para prever la calidad del “cambio” prometido, a dos años del gobierno que encabeza Mario López Valdez no hay ninguna duda que mintió en campaña para ganar electores, y que las transformaciones políticas, económicas y de administración sana y transparente que prometió se han ido a la basura.

Con el agravante de que ha convertido su gobierno en una gran carpa donde lo primordial es hacer reír, seguir ganando aplausos y simpatías, ahora a través de un populismo ramplón que lo mismo produce adeptos que condenas.

Rubén Rocha, exjefe de asesores de Jesús Aguilar Padilla y Arturo Santamaría, exasesor de Malova, opinan ahora sobre los dos años que han pasado desde que López Valdez asumió el poder. Uno dice que el cambio fue reversa y el otro que Malova es profundamente decepcionante.
El gobierno “del cambio” se convirtió en reversa y defraudó a miles de sinaloenses que votaron a su favor, afirmó Rubén Rocha Moya, ex coordinador de asesores durante la administración del priista Jesús Aguilar Padilla, quien agregó que la ineficiencia, el endeudamiento y la corrupción crecieron en apenas dos años de gobierno de Mario López Valdez.

“Yo empezaría diciendo que este gobierno le queda a deber bastante a la ciudadanía, sobre todo porque ellos se encargaron de poner un referente que sonaba a presunción, de que conformarían un gobierno del cambio, y ‘todo mundo’ entendió que el cambio era para mejorar, pero la reversa también es cambio”, sostuvo.


A pesar de la “urgencia” que argumentó para solicitar el préstamo por 2 mil 600 millones de pesos —de 3 mil millones que inicialmente propuso—, el Gobierno estatal apenas ha usado cerca de mil millones de pesos, que representan cerca del 39 por ciento del total del empréstito.


Ellos presumieron que en el gobierno anterior había corrupción y que por lo tanto el cambio significaría eliminarla, pero a estas alturas logramos ver que se ha presentado más que en otros gobiernos una serie de hechos, denuncias, de casos de corrupción”, comentó.


La ineficiencia que tanto reclamaron de la anterior administración estatal, agregó, es uno de los rasgos más sobresalientes del gobierno malovista: subejercicios en los recursos federales y contratación de una deuda cuyos recursos no se han utilizado para reactivar la economía.


Además, señaló Rocha Moya, el Gobierno está proponiendo otro crédito por 771 millones de pesos, lo que agravaría el ya de por sí alto endeudamiento, ya que en apenas un año la aumentó en 70.7 por ciento, mientras que en los seis años de la administración de Aguilar Padilla solo se solicitaron 250 millones de pesos para pagar a los comuneros de la presa Picachos.


—¿Qué significa en términos del ejercicio ciudadano?, porque generalmente esto de sembrar expectativas durante los comicios y no cumplirle a la gente a la hora de ser gobierno se traduce en desencanto.

—Para mí es lo más grave, la deuda con la democracia, porque se construye un discurso electorero fácil, falso, que a lo único que conduce es a un desencanto ciudadano, que ya no cree en nadie. Y la gente dice: ‘volvemos a lo de siempre’, engañar para arribar al poder y finalmente no cumplir.

“Uno de los casos más notorios es el de la tenencia. Lo que el gobierno en campaña dijo es que no iba a haber pago de tenencia, se acaba. Y se acabó a nivel federal pero este gobierno estatal lo incluyó en el presupuesto de ingresos y ahora quieren diferenciar en función de los costos de los vehículos, pero el problema central es que no fue eso lo que prometió en campaña, que no se iba a pagar la tenencia. Fue un gancho para el voto”.


—¿Qué diferencia hay entre este gobierno y un gobierno priista?

—No hay ninguna. No existe ninguna diferencia.

—Pero es un gobierno que no emanó del PRI.

—Sí, pero ya quedó claro que ese es otro de los engaños. Dijeron: ‘es que somos cosa distinta’, no es cierto. Cuando un político renuncia un día al PRI para obtener la candidatura por otro partido, eso no le quita una cultura política, independientemente de si es buena o mala, no la voy a calificar, pero no puede ofrecer algo distinto si no tiene la convicción de un verdadero cambio, si no se ha forjado en la lucha por el cambio democrático.

—¿Y es el caso de Mario López Valdez?

—Así es, es el caso de este gobierno encabezado por Mario López Valdez.

—¿Y cuál es la diferencia entre este gobierno y el que encabezó Jesús Aguilar Padilla?

—No sé si me quede bien hablar, en realidad este gobierno es mucho más ineficiente. Habría que ver la obra de los seis años anteriores y la obra que en proporción se lleva ahora. Eso tiene qué ver con saber ejercer el gobierno, claro, ha habido fenómenos naturales, como la helada de 2011, pero también en el 2006, en el segundo año del anterior gobierno, hubo un ciclón devastador… pero creo que es la ineficiencia.

El exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo que en el rubro de combate a la violencia, durante esta administración ha habido menos homicidios, aunque esto no es obra del gobierno:


“No se le debe reconocer al Gobierno porque tiene otra connotación ese tema, el Estado no es el que baja los homicidios dolosos que tienen qué ver con las bandas del crimen organizado… ellos son los que determinan si se necesitan más o menos (asesinatos), los criminales. Pero también tiene connotaciones nacionales, pero no han caído los escandalosos hechos de violencia y eso es en esencia lo que te dice si perdura el fenómeno.


Además mientras se mantengan los números que tenemos nadie puede presumir de logros, eso es ofensivo para la sociedad, decir que todo va mejorando. Estamos hablando de miles, más de 2 mil 300 homicidios, pero es un asunto que no puede evaluarse a partir de los números”.


Señaló que en obra carretera se queda muy abajo este gobierno, ya que durante la administración de Aguilar Padilla se gastó en promedio anual alrededor de 5 mil millones de pesos de presupuesto propio, es decir, sin incluir recursos federales.


—Otro tema que preocupa mucho es el de la oposición: hay un PRI que está “culimpinado” frente al poder estatal, un PRD que está en el Gobierno pero no manda, y un PAN cercano al gobernador pero que no mandan, entonces hay un páramo en materia de oposición y crítica hacia este gobierno, y eso parece que nos ubica a todos en un estado de indefensión.

—Es que una buena oposición hace un buen gobierno, esa es una máxima. Si la oposición está dispersa, disminuida, a pesar de que la oposición priista no es una oposición cualquiera, tiene mayoría en el Congreso, pero la cultura priista es muy institucional y tiene poca proclividad a enfrentar al gobierno instituido, más aún si ese gobierno tiene niveles de confusión y crisis de identidad como este. Es un gobierno priista en un porcentaje importante, luego se llama panista, hay quienes piensan que todavía está el PRI en el poder.

—Entonces, ¿qué nos espera ante este gobierno y una actitud silente de postración de parte de la oposición frente al poder?

—Que tengamos un lapso muy lamentable de lo que se llama tiempo perdido y que eso por lo tanto retrase el desarrollo del estado. Es lo que está ocurriendo.

—¿Qué opciones tenemos?

—No sé qué opciones tenemos, simplemente que puede ocurrir en esta coyuntura nacional de transición, que el Gobierno estatal finalmente resuelva alinearse en los hechos, si no de manera formal, al poderío tricolor, y esto traiga como consecuencia una conjunción de fuerzas en el estado que ayude a repuntar o rebasar este estancamiento que tenemos.


Deuda de Malova en un año: 2 mil 600 millones de pesos.

Deuda de Jesús Aguilar Padilla en seis años: 250millones de pesos.

Gasto anual promedio en obra carretera y de infraestructura durante el gobierno de JAP: 5 mil millones de pesos.


En su columna Inventario, publicada en El Debate, Rubén Rocha Moya escribió:

“En el gobierno anterior (se) cuidó de no endeudar al estado, al final se contrató un préstamo solo para dar respuesta a los justos reclamos de los comuneros de la presa Picachos. Por la atención puntual de los servicios de la deuda y del propio capital, ello condujo a un incremento menor de apenas el 0.8 por ciento de la deuda estatal acumulada.
Ante esto, lo preocupante son los indicios de que se rompa con esa disciplina gubernamental que ha contenido el endeudamiento. Nos referimos a que en tan solo un año de este gobierno el llamado “megapréstamo” ha hecho crecer la deuda estatal en un 70.7 por ciento”.


Afirma Arturo Santamaría que el gobernador repite los viejos vicios del PRI


Un tercio de decepción


Cayetano Osuna / Mazatlán


El politólogo Arturo Santamaría Gómez, que al principio tenía la esperanza de que la llegada de Mario López Valdez al poder, podría traer un beneficio al desarrollo de Sinaloa, a dos años de distancia sostiene que el primer tercio del gobierno de Malova es “profundamente decepcionante”.


—¿Usted como politólogo, como analista guardó al principio alguna esperanza de que Malova, cobijado por el PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano, le podría traer un beneficio al desarrollo de Sinaloa?

—Sí, pero a partir, digamos, de las teorías democráticas. De que la renovación de las élites políticas y la alternancia que son dos conceptos centrales en las teorías democráticas podría traer un beneficio a Sinaloa. Pero los hechos comprobaron que quienes pensamos así estábamos equivocados.

—¿Usted sí creyó al principio que la llegada de Malova al poder podría traer un bien a Sinaloa?

—Sí, pensé, totalmente convencido.

—¿A partir de cuándo usted se dio cuenta de que estaba equivocado?

—Pues muy pronto, ¿no?, incluso desde antes de que llegara al poder. Cuando las “nalopatrullas”, eso ya fue…

—¿Al principio usted sí apoyo a Malova?

—Bueno, pues con mis opiniones, podría decir que sí.

—Con respecto a las teorías democráticas…

—Sí, sí.

—Transcurridos estos dos años del gobierno malovista, ¿cuál es su análisis sobre todo en las expectativas que despertó en algunos sinaloenses?

—Yo creo que sobrestimamos los que pensamos que un cambio en el Gobierno del Estado podría lograr cosas mayores, pensamos que la alternancia implica un bono democrático histórico porque después de ocho décadas de no haber una alternancia, esto traería beneficios en cuanto que habría una renovación de la élite política, pero esta hipótesis o esta esperanza, más que hipótesis, no se cumplió.

—¿Por qué no se cumplió?

—No se cumplió porque el rompimiento formal del grupo de Malova con el PRI no se cumplió en términos de estilo o de concepción política, entonces no hubo renovación en los estilos de hacer política y mucho menos en el fondo, es decir, de cómo utilizar el poder. Entonces, se apostó demasiado en que la alternancia podía lograr un cambio democrático y si bien hubo un relevo político que se cumplió institucionalmente, no ha habido cambios profundos en las formas de la política.

—¿Desde esa perspectiva, el gobierno de Malova es una decepción?

—Ha sido profundamente decepcionante. Pero con el agravante de que la sospecha de que el gobernador no es el quien encarne la máxima figura del poder en el estado, sino que haya individuos o grupos que lo tengan maniatado y que influyan mucho en él. Entonces se habla mucho de la mano negra de Millán, pero también está la influencia del grupo de Salido, del periódico El Debate, por lo menos.

—La alternancia no trajo un cambio en el estilo de gobernar…

—No. Esta alternancia repite los mismos vicios de siempre, de pagar favores a los amigos, ya sea a través de obras, de contratos, de puestos, o compras poco claras, obras muy opacas, en fin… las características típicas del PRI, continúan, no hubo ninguna renovación a pesar de la alternancia. Entonces se esperaba que pudiera haber a partir de la política un gran cambio en la conducción en el desarrollo de Sinaloa, no se ha visto después de un primer tercio. Ni parece que vaya a llegar.

—Siempre que llega un nuevo gobernante los ciudadanos se esperan cien días, el primer año, pero…

—Eso es una especie de formulismo, pero se decía eso del nuevo gobernante del mismo partido. Pero aquí estamos hablando de una alternancia porque no llegaba precisamente un solo partido, en este caso el PAN, llegaba acompañado de otras fuerzas, pero tampoco se renovaba plenamente la clase política porque muchos priistas se incorporaban al nuevo gobierno. Entonces era una alternancia limitada, no llegaba un nuevo partido al poder que nunca hubiese estado o había llegado un grupo que haya estado en el poder del PRI, o que era un grupo del partido en el poder que se desprendía de este, al menos en parte, y sin nunca salirse totalmente del partido, como Gerardo Vargas Landeros, pues se incorpora con Malova, algo realmente raro, una alternancia heterodoxa. Faltan cuatro años y no se ve por dónde pueda haber realmente un cambio profundo.

—Y los dos años que van ya le dan el indicador…

—Dan la pauta y es muy difícil ya que se puedan hacer ya cosas diferentes. Quizás se hagan más obras, pero en lo que llamaba Daniel Cosío Villegas el estilo de gobernar, no creo que vaya a modificar, se repiten los nuevos estilos de gobernar del PRI.

—Cuando usted dice que Malova repite los nuevos estilos de gobernar del PRI, ¿incluye el hecho de que va al tianguis y al mercado a repartir despensas, carnes, leche y sus derivados?

—No, no, no, cuando hablo del estilo de gobernar me refiero a cómo se usa el poder, a quiénes beneficia el poder. Si es transparente, si no lo es, si es en beneficio del colectivo, si es en favor del bien común, o se benefician pequeñas capillas, a eso me refiero. ¿Y qué? Bueno, que es injerencista, que puede ser autoritario. Como esta declaración del gobernador de que se debe ir completo el Consejo Estatal Electoral, no tiene ninguna atribución legal para decir eso. Ninguna. Entonces con esa opinión está ejerciendo una presión para que se renueve totalmente en Consejo. Yo no digo que no debería hacerlo, sino que él no puede hacer una presión, se supone que no tiene el gobernador por qué marcar una línea y lo está haciendo. Y bueno, eso hablaría de verticalismo al viejo estilo.

—Los otros rasgos de su personalidad, de que ora se sube al cuadrilátero de la lucha libre portando máscara, en la Cancha  Germán Evers, ora llega bailando a algún evento, son punto y aparte…

—Sí, lo otro, lo cumbianchero, lo chistero, lo populachero, pues ya es algo muy personal de él, que sin embargo parece que le ayuda a que caiga bien en ciertos sectores sociales, sobre todo los populares; yo creo que independientemente de que le gusta a él lo hace porque le ayuda.

—Uno de los objetivos de Mario López Valdez ha sido convertirse en el “mejor gobernador de Sinaloa”, ¿después de estos dos años de gobierno no está dando pasos hacia esa meta?

—No pues, después de lo que he dicho es obvio que no. Con lo que acabo decir… cuando menos los dos primeros años no tiene con qué respaldar esa meta u objetivo.
 
 

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