Al ex alcalde se le achaca el desgarriate existente al
interior del PRI guaymense que tiene al borde de ingresar a prisión a personas
de su cuadra por la falsificación de documentos y simulación de actos
partidistas derivados de la renovación sin convocatoria del Consejo Político
Municipal del partidazo en el puerto, en donde hubo un despliegue de malas mañas
en grado sumo y desapego a la normatividad partidista, eso fue un cochinero
pues.
Y ese solo anuncio del ex alcalde quien inició su andar como secretario
particular de Armando López Nogales, ahora busca por todos los medios mantener
control sobre el PRI local para colmar sus ambiciones de empujar al diputado
Otto Claussen a la candidatura a la alcaldía y a su incondicional Susana Corella
a la diputación local,trajo a la memoria el slogan creado por el publicista
español Antonio Solá en plena campaña negra contra el Peje y que tantos
dividendos le proporcionó a Felipe Calderón en la campaña del 2006.
Pero en
el caso del citado la frase no es mera retórica sino la purita verdad, pues
acorde a la máxima bíblica que sostiene que “por sus actos los conoceréis” es
posible ver que aunque mantiene un perfil bajo el tipo perteneciente y creado
entre los segmentos pudientes de la comunidad y que demuestra como se sabe que
el estudiar en escuelas privadas no es garantía de ser formado con valores como
la integridad y la honorabilidad busca colarse a una curul en San Lázaro que le
de tranquilidad ante las denuncias penales que enfrenta ante las autoridades de
la PGJE derivadas de los manejos cundo se desempeño como alcalde de Guaymas.
El Toño fue distinguido miembro de la Sub 17 y predilecto miembo del “mesón
boursita” y coordinó la malograda campaña del Vaquero Alfonso Elías en 2009 y
aún en los caldeados ambientes de ese año fue acusado por Marcos Ulloa como el
responsable de la derrota de Carlos Cacho Zaragoza y de haber entregado el
Ayuntamiento al PAN.
Su padre Fernando alguna vez en tiempos de Rodolfo Félix
Váldez estuvo a punto de obtener la candidatura a la alcaldía pero se le
atravesó Florentino López Tapia y echó por tierra sus intenciones y ahora el
Toño esgrimiendo como carta de presentación para acalambrar a los priístas una
cercana y sólida relación con el operador peñanietista Miguel Angel Osorio
Chong, pretende ocultar el estiercolero dejado a su paso por los puestos
públicos para mantenerse en el ánimo del ex gobernador de Hidalgo, además de no
hace mucho se autonombraba como “el hombre de Peña Nieto en Sonora” para
sorprender incautos.
Los otros tiradores a la candidatura priísta son el
exdirigente petrolero y delegado del ISEA en la región ya en tiempos de la era
padrecista Marco Antonio Ulloa Cadena y el ex alcalde Carlos Ernesto Zataraín
González, quienes a diferencia de Astiazarán, tienen buena presencia en el
puerto y no pesan sobre ambos personajes señalamientos de corrupción del tamaño
de los que se endilgan a éste y que lo tienen con el carácter de indiciado en la
causa penal abierta a raíz de la querella presentada por el regidor Roberto Hugo
Maciel Carbajal ante la Agencia del Ministerio Público del Sector I.
El
Cachorro cuyo origen es el sector obrero del tricolor, es hijo como todo mundo
sabe del ex lcalde porteño y dos veces diputado local, una por Guaymas y otra
por Puerto Peñasco, en tiempos del PRI como partido hegemónico en que todo se
podía y todo se permitía, Oscar Ulloa Nogales, quien cubrió un buen tramo como
hombre fuerte de la política local, antes del surgimiento de personalidades como
Florentino López Tapia, poderoso cacique del sector cooperativo y los
empresarios Marco Antonio Morroño Llano y Julio Ramón Luebbert Duarte, quien se
ganó a pulso el mote de “Príncipe de Miramar” como hasta la fecha se le conoce a
Julito.
Y es en la CTM que dirige Jesús Fajardo donde Marcos tiene su actual
base de apoyo, aunque en sus buenas épocas, incluidas las del Pemexgate llegó a
sostener excelentes relaciones con el jerarca sindical Carlos Romero Deshamps,
aunque no debe olvidarse que también cuenta con las simpatías de viejos cuadros
priístas que en su momento integraron el grupo político formado alrededor de su
padre, como el propio actual legislador Bulmaro Cabezón Pacheco Moreno, Alfonso
Poncho Ayala Fonseca, Manuel Barrón, Jorge Enríquez Valle entre otros menos
vistosos.
Su experiencia partidista también ha contado en su carrera, pues
fue el primer presidente del PRI municipal que emergió de un proceso interno de
consulta a las bases, dejando en el camino a individuos como José Ordaz, Alfredo
Ortega, Francisco Chico Vásquez y Julio César Márquez, por cierto los tres
primeros ya fuera de las filas del exinvencible.
En los cargos que ha
desempeñado aparte de sus conocidas diferencias con subcoordinador del ISEA
Margarito Yito Santiago, no se le conocen mayores desaguisados, bueno aunque el
Goyo Bojórquez del semanario católico Zumma, hace señalamientos nada serios
sobre su persona. Pero, ese pleito es otra historia.
Quizá un detalle que
pone en duda su congruencia lo constituya el bandazo que en últimas fechas ha
experimentado Ulloa, cuando de mantener una posición agudamente crítica para con
el grupo de Antonio Astiazarán en cuya órbita también pululan miembros
identificados de la “banda” de Edmundo Chávez Méndez, de una fecha para acá se
le han viso acercamientos con el Otto y ahora con la misma Susana, con quien ya
comparte el pan y la sal, pues contrario a su carácter se le ha percibido dócil
y con un discurso conciliador y eso ha hecho saltar la siguiente interrogante
en los corrillos políticos: ¿O el Cachorro haciendo gala de sobrada sapiencia
polaca busca desplazar con estilo al Toño y borrarles sus aspiraciones o de
plano ya llegó a acuerdos y nomás pretende disfrazar el “arreglón”?
El Bebo
quien cuidó en extremo sus manejos a su paso por la comuna sabiendo la que le
esperaba con su sucesor a quien concibe como enemigo político, y a quien derrotó
en 2003 cuando los dos buscaron la candidatura a la alcaldía ha externado
públicamente sus pretensiones de ir por la curul de José Luis Marcos León Perea,
Leonpe para sus fans.
A Zataraín le buscaron pero nada le encontraron al
contrario de Astiazaraín, quien utilizando la fuerza coactiva de la Tesorería y
de la Inmobiliaria Municipal permitió a sabiendas el manoteo de predios a pasto
y para cerrar su trienio intentó permutar a favor de su compadre Eduardo
Lemmeyer los “terrenitos” en donde el hotelero pretendía levantar el proyecto
“Punta Miramar” y posteriormente trató de llegar a acuerdos bajo la mesa allá
por la Baja con César Lizárraga para ocultar el tiradero.
Carlos, al igual
que el Toño, en su carrera ha ostentado gran diversidad de puestos, lo mismo
administrativos que partidistas y aunque se le identificaba como parte del
establo de Luebbert, ahora con las simpatías de Manlio y Gamboa, demostró en
muchos momentos gran éxito como candidato, pues además de haber sido alcalde,
diputado local y federal, también en su inicios fue presidente del PRI porteño,
por cierto a él le tocó el trago amargo de las jornadas electorales de 1991
cuando el PAN llevando como candidato a José Ramón Uribe, sacó buen susto a la
hasta entonces aplanadora tricolor quien se vio malita candidateando a Manuel
Ibarra Legarreta.
El cambio del método aprobado por el Consejo Político
Estatal del PRI, es decir convención de delegados, al anunciarse que se
recurrirá a la encuesta para sacar al candidato a la diputación por el 04
distrito federal, además de malos pensamientos sobre las reales intenciones de
la propuesta y de a quien favorece verdaderamente, ha puesto en duda la
legalidad del proceso y eso pudiera favorecer a los contrarios de los otros
partidos, quienes con la mano en la cintura podrían impugnar tal modificación y
dar al traste con las intenciones priístas, y el más favorecido sería Fernando
Miranda Blanco, quien seguro con los apoyos con que dice contar, se relambe los
bigotes dejando correr la elección en el expartidazo, más cuando cuenta con la
asesoría de Horacio Molina, conocido toñista y hermano del secretario de
organización del PRI municipal.
La aseveración de concebir las pretensiones
del exalcalde Antonio Astiazarán como un peligro para Guaymas no es irreal
cuando busca emular a Isidro Fabela el fundador del mítico grupo Atlacomulco y
conformar un grupo de tal talla, aunque hasta ahora ha fallado y el material
humano y político con el que cuenta le ha alcanzado para integrar una secta como
la de Don Gato y su pandilla, de la que él se ha erigido como sumo pontífice y
algunos de sus miembros como Gabriel Davis, Raúl Molina, José Francisco Vea,
Fabrizio Lara, Susa Corella y él incluido, tienen calidad de indiciados en
algunas causas penales.
Hasta ahí le llegó la tatema. Ni
hablar.
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