En Privado
Siempre que se teme lo peor, se desea lo mejor.
Florestán
Joaquín López-Dóriga
Hay quienes creen que ha llegado el tiempo de los ciudadanos, refiriéndose a las candidaturas al Gobierno del Distrito Federal de Isabel Miranda de Wallace, por el PAN, y, esta noche se sabrá, Miguel Ángel Mancera, por la alianza PRD-PT y lo que fue Convergencia.
En el papel y la distancia parecería el inicio una nueva era: la de los
ciudadanos al poder, cuando en realidad estamos ante la utilización de esos
ciudadanos por un mero cálculo electoral de los partidos en crisis.
La designación, que no desembarco, de los ciudadanos a las
precandidaturas es producto de la incapacidad de los partidos para construir
nuevos cuadros, al menos en la Ciudad de México.
El PAN, que lleva 12 años en Los Pinos, tampoco ha formado candidatos
competitivos al GDF. En 2000, cuando aún no llegaba a la Presidencia, se decantó
por Santiago Creel, más ciudadano que panista, en 1996 era consejero
del IFE; en 2006, importó al senador por el PRD Demetrio Sodi y ahora a la
señora Wallace. Hace 12 años, Creel se hizo competitivo por el efecto Fox, pero
en 2006 Sodi fue arrollado por Marcelo Ebrard.
Esta incapacidad alcanzó al PRD, que ahora apunta a un candidato no
militante, de ser Mancera, dejando a un lado a perredistas históricos.
Y el único cálculo que movió a los partidos para estas candidaturas fue el
electoral, no el ciudadano.
El PRI tampoco es ajeno a esa carencia de cuadros nuevos. Beatriz Paredes
será su candidata, como lo fue hace seis años cuando, como Sodi, también perdió
con Ebrard.
Estamos, pues, ante una crisis de partidos que en el Distrito Federal se
agudiza y se disfraza de apertura ciudadana, lo que es un cuento.
Otro.
Retales
1. TEMOR. Consejeros del IFE y magistrados del TEPJF comieron el martes en La
Cava y ayer Leonardo Valdés declaró que el IFE no colegiará sus afirmaciones
de que los debates en medios electrónicos están permitidos ni expedirán
acuerdo formal alguno. Valdés no dijo por qué, pero es sólo para evitar que el
Tribunal Electoral se los eche para atrás;
2. QUEJA. Santiago Creel se quejaba de que los tiempos legales de las
precampañas, 45 días, son muy cortos y no alcanzan para recorrer el
país, lo cual es cierto. Pero también lo era cuando como senador promovió y
celebró la reforma electoral que ahora padece y ante lo que se pronunció por un
cambio, y
3. CESE. El martes, Marcelo Ebrard marcó a Madrid al teléfono de Alejandro
Rojas para pedirle de inmediato su renuncia a la Secretaría de Turismo. Ayer,
Rojas dijo que hablar de Mancera fue un error que está pagando, pero que no lo
hizo con ese sentido. Ya renunciado, recibió un premio de turismo a
nombre del Gobierno del Distrito Federal.
Nos vemos mañana, pero en privado.