Staff/ El Diario |
¡Perros
malditos!, por eso los matan, fue la expresión de dolor de una mujer dentro de
las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) al darse cuenta de que
uno de los dos hombres que fueron localizados sin vida en el suroriente de la
ciudad era su esposo.
Ambos hombres, dedicados aparentemente a la venta
de cigarros en la zona Centro, fueron sacados de sus viviendas la madrugada de
ayer en la colonia Barrio Alto por agentes municipales que ingresaron con los
rostros cubiertos y los números de patrulla tapados, de acuerdo con la esposa de
uno de ellos.
Dijo que a su esposo, Amador Acosta Adame, de 33 años, lo
sacaron con la pijama puesta y fue por ello que lo reconoció al momento que le
mostraron las imágenes de los dos cuerpos localizados en una brecha en las
inmediaciones de la empresa Electrolux y en un predio desértico contiguo al
fraccionamiento Villas de Alcalá.
Aseguró que alrededor de las 5 de la
mañana los agentes a bordo de tres patrullas que traían el rostro cubierto y los
números tapados ingresaron a su domicilio ubicado en las calles Cromo y
Francisco Sarabia.
Mencionó que al tratar de impedir que se llevaran a su
marido salió de la casa y en ese momento le dijeron que no se metiera, pero
alcanzó a ver que también llevaban a otro de los amigos de su esposo, a quien
identificó únicamente con el nombre de Edgar.
Luego acudió a cada una de
las estaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, pero en todas le
decían que no se encontraba registrado el arresto de ninguno de sus
conocidos.
Posteriormente acudió a las instalaciones de la Procuraduría
General de la República para preguntar por ellos, pero tampoco le dieron la
respuesta que esperaba, por ello decidió acudir a las instalaciones de la FGE
para interponer una denuncia por el ‘levantón’ realizado por los
municipales.
Al ser abordada por reporteros de televisión le mostraron
las imágenes de las dos personas que habían sido localizadas sin vida en una
brecha cercana a Electrolux y al verlas estalló en ira y llanto.
Gritó
“perros malditos” al cerciorarse de que uno de los dos hombres que andaba en
pijamas era su esposo.
Ambos aparecieron con las manos amarradas a la
espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario