miércoles, 6 de julio de 2011

EL DILEMA DE CLAUDIA PAVLOVICH EN EL PRI DE GUAYMAS


Por Héctor Apolinar / Dossier Político

HERMOSILLO, Son.- Claudia Pavlovich Arellano, presidenta sustituta del PRI en Sonora, se enfrenta a uno de los más importantes escollos como dirigente de su partido en el estado, que es garantizar la limpieza y legalidad del proceso electoral interno para elegir dirigente del PRI en la ciudad portuaria de Guaymas, que actualmente es gobernada por el Partido Acción Nacional.

Su dilema no es sencillo ya que en la mencionada ciudad compiten dos planillas por la dirigencia de PRI, una de ellas que encabeza la ex presidenta municipal y ex regidora, Susana Corella Platt, quien no sólo su correligionaria, sino, además, su “comadre”, y la otra, por Pedro Romano Terrazas, un priista surgido de las filas tradicionales del partido, quien cuenta con apoyos importantes dentro y fuera de la estructura del PRI pero no equiparables.

Entre las filas de priístas en Guaymas, al igual que entre comentaristas de medios de información y observadores políticos de Guaymas, se mira con recelo y desconfianza marcadas por lo que denominan “comadrazgo” porque consideran que ese factor, de gran peso en las tradiciones mexicanas, pudiera estar inclinando la balanza en favor de la ex alcaldesa interina de Guaymas.

Al parecer el asunto no es menor ya que, además, Corella cuenta con otros respaldos de importancia relevante como la del ex alcalde de Guaymas, Antonio Astiazarán, a quien Corella sustituyó en abril de 2009.

Astiazarán, en su calidad de “jefe nato” del PRI, integró en el año 2008, a la mayoría de los miembros del Consejo Político Municipal, a los que no volvió a convocar a sesiones deliberativas como lo mandatan los estatutos del PRI, en una flagrante violación a los estatutos del tricolor.

Pudo hacerlo porque gozaba de la protección privilegiada del entonces gobernador, Eduardo Bours--quien todavía lo tiene en alta estima-- así como del grupo de jóvenes políticos boursistas conocidos como “la sub-17” que tuvo gran influencia durante su gobierno.

La injerencia de Astiazarán

En 2009, La llamada “sub-17” impulsó que Astiazarán fuese el candidato del PRI el gobierno de Sonora en lugar del senador Alfonso Elías Serrano, pero fue éste quien, finalmente, obtuvo la candidatura.

Al no lograrlo, Astiazarán fue designado coordinador general de la campaña, en donde tuvo constantes choques de opiniones con Elías que perjudicaron la conducción de la campaña priísta.

Astiazarán no pudo conducir al PRI al triunfo ni en Sonora ni en Guaymas, en donde Susana Corella, su gente de confianza, desconocedora de la política, pues no tiene trayectoria, también perdió la elección ante el PAN.

Pese a la negativa la situación política en que dejó al PRI, Astiazarán impulsa nuevamente a Susana Corella, esta vez para que sea la presidenta municipal del PRIby mantener poder político aunque el PRI quede desprestigiado aun más.

Su influencia en las filas del Consejo Político Municipal, órgano que será el encargado de elegir a los nuevos dirigentes, es importante y, de acuerdo a algunos consejeros, está presionando a un bueno número de ellos, cobrándoles supuestos “favores” que les hizo durante su gobierno.

Gracias a su dominio, Astiazarán está manejando a su antojo las listas de consejeros, lo que ha sido protestado por el otro candidato, Pedro Romano y es mal visto por muchos militantes.

Sin embargo, la dirigente estatal, Pavlovich ha cerrado los ojos ante las irregularidades e ilegalidades.

Además, Susana Corella tiene otros vínculos externos que pueden incidir en el proceso, ya que está casada con Carlos Martín Espriú, director de operaciones del grupo Maquilas Teta Kawi, que emplea a cerca de 10,000 obreros en diversas empresas establecidas en Guaymas y Empalme.

El dilema de Claudia: To be or not to be

Para la dirigente estatal del PRI, Claudia Pavlovich actuar en favor de Susana Corella Plat, podría causarle problemas mayúsculos en las filas de su partido pues le restaría credibilidad cuando más la necesita pues el PRI fue derrotado en las elecciones generales de 2009 y se encuentra en la oposición.

Su dilema es claro: es dirigente del PRI y, por lo tanto, garante de la legalidad en su partido o se inclina en favor de su comadre Susana Corella.

Apartarse de su función política le resultaría costoso ya que rompería el buen ritmo que lleva en la renovación de las dirigencias municipales de su partido pues de 72 comités municipales, 64 de los cuales se han renovado sin conflictos. Un mal manejo de la elección interna en el PRI de Guaymas, lesionaría la credibilidad que requiere su partido con urgencia.

Ella negó públicamente, el pasado 29 de junio, que exista alguna preferencia política en la contienda priísta, pero las acciones que lleva a cabo Astiazarán la contradicen.

Pavlovich fue electa en noviembre de 2010 con el voto de 450 de los 586 consejeros políticos estatales del PRI que emitieron su voto de un total de 602 registrados.

La dirigente del PRI es hija de Alicia Arellano de Pavlovich, quien fue alcaldesa de Hermosillo, Sonora, y senadora de la república.

e le menciona como posible candidata del PRI a la presidencia municipal de Hermosillo.

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