Foto: Antonio de Jesús Cervantes G.
El 14 de febrero, por una denuncia
anónima, se encontraron cuatro lobos marinos muertos enredados en redes y
anzuelos que pescadores utilizan en un punto de resguardo de diversas especies
marinas protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2010. Pese a que fuentes de la
Profepa señalan a un sospechoso, apodado “El Rivas”, la autoridad no lo
investiga
“Este recorrido se hizo
iniciando por la parte interior de la isla, llegando a la lobera justamente,
porque habíamos tenido algunos reportes de redes que se están poniendo en zonas
no permitidas. El reporte decía que la actividad ilícita podía ser en la zona
núcleo de la lobera o redes que ponen pegadas a los arrecifes”, dio a conocer
Alberto Guillén Guadarrama, director operativo de la asociación civil Red de
Observadores Ciudadanos.
Durante la noche y madrugada
del 14 de febrero, elementos de la Secretaría de Marina, en coordinación con la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Red de Observadores
Ciudadanos, atendieron una denuncia anónima sobre pesca ilegal en el Parque
Nacional Archipiélago de Espíritu Santo.
El operativo consistió en
recorrer la zona de Isla Partida, particularmente el núcleo de la lobera que se
ubica a poco más de siete kilómetros del campamento pesquero y de los
guardaparques de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Artes de pesca fueron las causantes de
que murieran 4 lobos marinos en Espíritu Santo, las redes fueron descubiertas
por la SEMAR, PROFEPA y la Red de Observatorios Ciudadanos AC
“Se hizo recorrido que llegó
a la lobera, y enseguida de la lobera, que es un área donde sólo se permite la
pesca con piola y anzuelo, pudieron ver el palangre que estaba muy cerca de las
piedras, ya cuando lo empezaron a levantar vieron que tenía más de un kilómetro
de largo; después que se hizo la limpieza del palangre, había más de 70
anzuelos”, agregó Guillén.
El hallazgo concordaba con la
denuncia anónima recibida desde el mismo campamento pesquero. En el informe
quedó establecido que “a la vuelta, casi para llegar a la zona de los
muellecitos, se encuentran dos boyas, en realidad era bastante visible, y al
jalarla se dan cuenta que era una red tipo chinchorro. De repente ya empieza a
salir un lobo, les llama la atención, empiezan a seguir jalando y empiezan a
salir más lobos, al parecer todos eran juveniles o crías, hasta llegar a cuatro
lobos muertos”, señala el informe.
La Red de Observadores
Ciudadanos lamentó el hallazgo, sobre todo porque se trata de un crimen
ambiental, no por omisión o accidente. Los pescadores saben de los riesgos y
límites, particularmente en el lugar, donde no se puede realizar este tipo de
pesca.
La red, las boyas que la
sostenían era fácil de identificar, incluso se habla de una omisión por parte
del personal de la CONANP que vigila el sitio, pues para todos era sabido que
en el lugar se practicaban actividades ilícitas; los únicos que “desconocían”,
eran los guardaparques.
Según el informante, el
pescador, identificado como “El Rivas”, es conocido y saben cómo opera, pero
nadie se ha atrevido a actuar en su contra. “Nadie ha tenido la intención de
rastrearlo cuando hay hallazgos ilegales, estas redes es muy probable que sean
de pescadores de ahí mismo en Isla Partida, sabemos que hay pescadores de la
Cooperativa Bahía de La Paz, que ya en otras ocasiones nos ha tocado con apoyo
de inspectores de Conapesca”, expresó una fuente.
“También se hizo un
aseguramiento en la lobera, esa sí estaba en la zona núcleo, eso fue hace nueve
meses y era el mismo pescador, de alguna manera es reincidente, una persona que
ve la oportunidad y trata de sacar ventaja de sus artes de pesca y de zonas
donde no está permitido”, reconoció por su parte el director operativo de la
Red de Observadores Ciudadanos.
LA FORMA DE OPERAR
“Todo eso lo tienen sabido
por la CONANP, por las autoridades, por los inspectores de la Conapesca,
normalmente son personas reincidentes que ven la oportunidad”, reveló a ZETA
personal de la Profepa.
La zona marina protegida
consta de 587 kilómetros cuadrados e incluye dos poligonales. La primera,
alrededor de las islas Espíritu Santo y La Partida, abarca una superficie de
577.5 km2. La segunda se extiende sobre El Bajo de Espíritu Santo con una extensión
de 9.09 km2. Desde el 14 de julio de 2005, las islas y Áreas naturales
protegidas del Golfo de California forman parte de la prestigiada lista de
sitios Patrimonio Natural Mundial de la Humanidad de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus
siglas en inglés).
En próximos días, el Parque
Nacional Espíritu Santo recibirá de la directora de Islas del Golfo de la
CONANP, Irma González López, un reconocimiento por el trabajo de protección y
cuidado al medio ambiente, pero se les olvida que por mucho tiempo han
permitido la pesca ilegal.
Según el expediente que obra
en el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales de
la ahora Fiscalía General de la República (FGR), el modus operandi es:
“Ellos regularmente esperan a
que caiga la tarde, ya que está oscureciendo tienen preparado su equipo en la
embarcación, en cuanto ya está más oscuro salen de su paraje, y es reincidente
en la zona porque saben cómo, obviamente lo que conocen como zona núcleo, hay
mucho pescado y quieren sacar más producto pronto; es una red que van a tender
de tres a cinco horas”.
Investigadores y
especialistas confirmaron la hipótesis que obra en el expediente, ya que hay numerosos reportes no atendidos, “tienden
las redes muy pegado a las piedras, aprovechan ciertas corrientes que les
puedan convenir y dejan las redes, se van y se anclan en lugares donde tengan
visibilidad de las mismas y así puedan estar pescando con piola, pero
regularmente están al pendiente de sus redes. Tienen que levantarlas antes del
amanecer para poder llegar a limpiar el producto por la mañana”, se informó
desde la fuente de Profepa.
Las artes de pesca aseguradas
en el Parque Nacional Espíritu Santo se encontraban dentro del polígono de
protección a especies, no se permite ningún tipo de red, solo piola y anzuelo y
pescadores utilizaban instrumentos prohibidos.
Además, “el lugar donde se
encontró el chinchorro se ubica a aproximadamente 2.2 kilómetros de la lobera
de Espíritu Santo, sitio de crianza y reproducción de lobos marinos de
California y la cimbra a 800 metros de distancia”.
De manera que los pescadores
pudieron encontrarse a poco más de un kilómetro y medio anclados y, al
percatarse de la embarcación de la Marina que llegó en sentido contrario, se
dieron a la fuga.
Los informes mencionan
extraoficialmente que encontraron indicios, aunque no fueron revelados, pero
parece tratarse de alguien ya conocido en la pesca ilegal en Espíritu Santo.
“En toda la isla se ve una
zonificación, entre ellas la zona naranja, donde se permite la pesca con piola
y anzuelo. Esta zona delimita la zona núcleo y alrededor de ella sólo se puede
hacer pesca con piola y anzuelo, incluidas las zonas donde se levantaron estas
artes de pesca, esto lo conocen los pescadores”, puntualizó la Red de
Observadores Ciudadanos.
En la zona de crianza de
lobos marinos y punto de resguardo de diversas especies marinas protegidas por
la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010, entre las artes de pesca encontradas
“cae pescado, mantarrayas, lobos marinos, tortugas… en esta ocasión no hubo
tortuga, pero es sabido que con redes en los mismos sitios, con gente del mismo
paraje han levantado tortugas, no se ha podido comprobar; inclusive son
reportes que hacen los mismos pescadores, porque no quiere decir que todos los
pescadores que se encuentran en el mismo paraje hacen pesca irregular. Peor, no
falta los que quieran sacar ventaja de eso, inclusive los reportes que
recibimos han venido del mismo paraje”, finalizó el reportante que contactó a
este Semanario.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / ANTONIO CERVANTES/
MARTES, 5 MARZO, 2019 01:00 PM)
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