Foto: Archivo.- Arturo Giovanni Gómez
Herrera “El Gross”
Jefes del narcotráfico han sido
detenidos o asesinados en municipios como Guadalajara, Zapopan o Tlajomulco
durante los últimos años. “El Monito” y “El Gross” fueron ejecutados en 2017 y
2018; mientras que “El Atlante” y “El Piolín”, han sido aprehendidos en suelo
jalisciense. Hoy, “El Luisillo” Toscano se siente acorralado y, en vez de
correr a Jalisco, solicitó un juicio de amparo en busca de protección
Líderes de las organizaciones
criminales que operan en Baja California llegan a Jalisco, epicentro del
narcotráfico en México, con la expectativa de ampliar sus nexos, expandir sus
territorios y mejorar los precios de sus ilícitas mercancías, pero durante los
últimos años, sólo han encontrado la muerte o ser detenidos por autoridades
federales.
Los casos más recientes así
lo comprueban. El más flamante de los asesinatos se registró a finales de 2018
en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, cuando Luis Roberto Toscano Torres “El
Monito”, líder del Cártel Arellano Félix (CAF), fue sorprendido por sus enemigos
y a mansalva le dispararon cuando viajaba con su hijo de dos años a bordo de un
vehículo de modelo reciente. El niño resultó baleado.
Antes de este hecho, miembros
de los cárteles De Sinaloa (CDS) y Jalisco Nueva Generación (CJNG) han sido
apresados o acribillados. Entre ellos Alfonso Lira Sotelo “El Atlante”, quien
sorpresivamente fue atrapado por agentes de la Policía Federal en los días
patrios de septiembre de 2014, en un centro comercial de la ciudad de Zapopan,
junto con varios de sus colaboradores.
Luego se conocería también en
septiembre, pero de 2016, la detención en el mismo municipio de Martín
Gaudencio Avendaño Ojeda, lugarteniente del Cártel del Pacífico que coordinaba
una red de distribución de droga hacia Estados Unidos, teniendo como centros de
operación Ensenada, Baja California y los municipios de Comondú y Loreto en
Baja California Sur. Sus hermanos Sergio y Manuel ya estaban detenidos para ese
tiempo.
También en 2016, en
noviembre, fue asesinado en una barbería de Guadalajara, Arturo Giovanni Gómez
Herrera “El Gross”, quien lideraba una facción del CJNG en Tijuana.
Presuntamente había llegado a “La Perla Tapatía” a visitar a unos familiares.
Un solitario sujeto se metió al comercio y disparó a bocajarro contra el hombre
que para esos momentos era uno de los más buscados por las autoridades de la
frontera.
Otro que tuvo que ceder su
liderazgo para una nueva ocasión, y ahora está en riesgo de ser extraditado, es
Juan José Pérez Vargas “El Piolín” o “El JP”, del mismo CJNG. En septiembre de
2017 decidió viajar a Guadalajara con sus colaboradores y fue detenido con
armas, un poco de droga y dólares en efectivo. Policías estatales verificaron
en Plataforma México y se dieron cuenta que el sujeto contaba con orden de
aprehensión por el delito de violación. Lo refundieron en el penal de Puente
Grande.
Y uno que se quedó sin saber
qué hacer, tras la ejecución de su hermano “El Monito” en vísperas de la
Navidad pasada, amenazas de los grupos rivales y la presión de las autoridades
para detenerle, fue Luis Alexis Toscano Varela “El Luisillo”, líder emergente
del CAF que, al darse cuenta que ir a esconderse a Jalisco era lo menos
oportuno, prefirió promover una demanda de amparo en Tijuana para no ser
apresado.
CRIMEN SIN RESPUESTAS
El homicidio de Luis Roberto
Toscano “El Monito” es todo un misterio. La Fiscalía General de Jalisco, que en
el sexenio en curso tiene como estrategia de comunicación no informar sobre
hechos no resueltos ni tampoco sobre los avances de las investigaciones –si es que
los hubiere-, no abrió un solo dato del suceso a los medios informativos, a los
que pasó de noche que se trataba del líder de una organización criminal
tijuanense.
El jefe del CAF aprovechó las
vacaciones decembrinas para convivir con su hijo avecindado cerca de
Guadalajara. El 16 de diciembre pasó por el niño al domicilio de su ex pareja
en el fraccionamiento Casa Fuerte en Tlajomulco, y al retirarse en una
camioneta KIA Sportage modelo 2016, color blanco, placas de circulación JME9525
de Jalisco. Cuadras adelante fue acribillado al salir del poblado de Santa
Anita.
Unos cinco individuos que
circulaban a bordo de una camioneta minivan Chrysler Voyager color gris y otros
que iban en un automotor no identificado, le cerraron el camino sobre Avenida
Prolongación López Mateos. Toscano Torres metió reversa y los sicarios le
vaciaron la carga de sus armas de fuego. El vehículo paró su marcha sobre la
banqueta con las víctimas heridas. Dos sujetos se aproximaron al chofer para
dispararle a corta distancia y asegurar su muerte.
Los asesinos huyeron y
cuadras adelante abandonaron la Voyager con huellas de choque. El niño fue
llevado a un hospital y a la fecha se desconoce su destino. En el lugar de los
hechos se localizaron veinte casquillos de los calibres 9 milímetros y .223
(AR-15). Soldados de un cuartel cercano localizaron la unidad abandonada,
mientras que a la escena del crimen llegó la ex pareja sentimental del occiso
-Mayra Gabriela Rabadán Gudiño-, quien identificó tanto a “El Monito” como al
infante.
La mujer es hermana de
Francisco Rabadán Gudiño “El Aguacate”, de 29 años, colaborador del presunto
narcotraficante Alfonso Arzate García “El Aquiles”, del CDS, principal
sospechoso de la ejecución junto con Luis Arturo Jain Peña “El Arcángel” por
disputas territoriales en diversas zonas de Tijuana para la venta de drogas,
según datos obtenidos por ZETA. Los señalados habrían participado en el
homicidio de Marcos Rafael Toscano Rodríguez “El Cuate” -tío de “El Monito”-,
perpetrado el 28 de julio de 2018.
EL TEMOR DE “EL LUISILLO”
Cuando los delincuentes se
sienten muy seguros por el poder que ostentan, lo último que piensan es en
defenderse del gobierno a través de medios legales. Siempre es el último
recurso. Por ello, se estima que Luis Alexis Toscano Varela “El Alexis”, hoy
líder de células del CAF, se siente acorralado, pues ha visto caer a sus
familiares, siente a los enemigos muy cerca y de alguna manera también a las
autoridades.
A través de los abogados
Pablo Castillo y Salvador Camarena, “El Luisillo” promueve un juicio de
garantías ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materias de Amparo y de
Juicios Federales en el Estado de Baja California, con residencia en Tijuana.
Señala como acto reclamado una posible orden de aprehensión en su contra y la
ejecución que de ésta pudiese hacer el procurador general de Justicia del
Estado y otras autoridades.
El recurso fue interpuesto a
finales de enero y, aunque la audiencia constitucional para su resolución
estaba programada para el 21 de febrero, la fecha fue diferida para el 20 de
marzo. El joven de aproximadamente 18 años cuenta con la suspensión provisional
del acto reclamado, para lo cual tuvo que exhibir una garantía por la cantidad
de 31 mil pesos.
Junto con otros de sus
familiares, Luis Alexis Toscano Varela es el heredero del control de la Zona
Norte de Tijuana para la distribución de drogas por parte del CAF, sitio que
antes ocupó su padre Luis Manuel Toscano Rodríguez “El Mono” y tiempo después
su medio hermano, Luis Roberto “El Monito”, ambos finados.
Foto: Archivo.- Alfonso Lira Sotelo, “El
Atlante”
Según las historias que se
cuentan en el mundo de la delincuencia en la frontera, “El Luisillo” habría
iniciado su participación en actividades delictivas siendo un niño. Quedó
marcado cuando el 8 de enero de 2011, en un intento por matar a su papá “El
Mono”, sicarios los lesionaron en la colonia Altamira. Luis Alexis tenía
entonces 10 años de edad. La esposa de Luis Manuel llegó al sitio para llevarse
a los heridos a un sanatorio particular y aprovechó la situación para fingir la
muerte de su marido.
Previo al asesinato de “El
Monito” en Jalisco, en Tijuana comenzaron a aparecer narcomensajes en los que
se proferían amenazas al clan familiar, por lo que ahora esas represalias se
encarnan en la persona de “El Luisillo”, quien busca protección por todos los
medios posibles.
LA MUERTE DEL “GROSS”
El asesinato de “El Monito”
sin respuesta de las autoridades investigadoras no debe extrañar a las familias
de presuntos criminales, pues el homicidio de otro personaje fronterizo
destacado del narcotráfico, como Arturo Giovanni Gómez Herrera “El Gross”,
ocurrido en Guadalajara hace más de dos años, tampoco ha sido aclarado.
Gómez estaba en lo más alto del CJNG operando en
Tijuana, cuando en octubre de 2016 se le ocurrió ir a Guadalajara. La noche del
día 27, aproximadamente a las nueve de la noche, se reportó a la Policía un
homicidio en una barbería ubicada sobre el cruce de Calzada Independencia y
Avenida Sierra Madre, en la colonia Independencia.
Elementos policiales y
paramédicos encontraron sobre el piso el cadáver ensangrentado de un hombre con
la silla de peluquería volcada. El barbero estaba consternado. Pudo decir que
al sitio habían arribado dos sujetos, uno de los cuales ingresaron al local y disparó
la carga de un arma tipo escuadra calibre 9 milímetros sobre la humanidad del
que sería su último cliente de ese día.
Los sicarios escaparon a
bordo de una motocicleta que abandonaron dos cuadras después para continuar su
huida por otros medios. El cadáver de Arturo Herrera quedó tendido entre el
ingreso al negocio y la banqueta, donde había más de una decena de casquillos.
El resultado de la necropsia indicó que “El Gross” presentaba cinco heridas
producidas por proyectiles de arma de fuego.
En la fe ministerial de
cadáver se asentó que la víctima contaba con múltiples tatuajes en todo el
cuerpo, de los cuales destacaban el dibujo de un beso (labios) en el hombro
derecho, el número 664 y el rostro de una niña. La identificación oficial del
infortunado la efectuó una mujer que dijo ser su esposa.
El crimen, igual que el de
Toscano, pasó inadvertido para los periodistas locales que lo apuntaron como un
homicidio más de los muchos que ocurren en la Zona Metropolitana de Guadalajara
y cuya publicación, carente de datos por la falta de información por parte de
las autoridades, se ha normalizado. ZETA recibió datos que confirmaban la
identidad del presunto capo, lo cual fue finalmente aceptado por la fiscalía
jalisciense que a la fecha mantiene ese asesinato impune.
CAPTURA Y LIBERTAD
Otro personaje que operaba
entre la frontera y Guadalajara era el narcotraficante Alfonso Lira Sotelo “El
Atlante”, ex líder del CDS en Tijuana. Estuvo preso por lo menos tres años
luego de ser detenido en un centro comercial de Jalisco y finalmente liberado
para volver a Baja California, aunque sus enemigos lo desplazaron a Sinaloa,
donde terminaron por matarlo hace unos meses.
Lira Sotelo fue detenido el
16 de septiembre de 2014, a la edad de 44 años, señalado de trasiego de drogas
hacia Estados Unidos. Entonces se dijo que contaba con orden de localización y
presentación con fines de extradición a ese país por actividades de
narcotráfico, misma que al parecer nunca existió o no se ejecutó.
Junto con “El Atlante” fueron
capturados Felipe Misael Angulo Rentería y Juan Carlos Beltrán Ayala, quienes
estaban en un automóvil en Plaza Galerías en el municipio de Zapopan. Policías
federales les sorprendieron y les aseguraron en el vehículo una
subametralladora 9 milímetros y una pistola tipo escuadra del mismo calibre.
Al momento de identificarse
ante los federales, uno de los sujetos -que llevaba una identificación falsa-
terminó por confesar que le apodaban “El Atlante” y cambiaba de nombre porque
se encontraba prófugo de la justicia y por cuestiones de seguridad, ya que lo
querían matar, pues tenía problemas con grupos rivales. El tipo aceptó
dedicarse a pasar drogas en vehículos hacia Estados Unidos.
Otro de los detenidos
reconoció que había sido agente federal hasta febrero de 2012, fecha en que
causó baja de la corporación. Al revisar el automotor, una mujer policía
localizó un hueco en la guantera, donde había una bolsa cubierta con cinta
canela que contenía aproximadamente 500 gramos de un polvo blanco que a la postre
resultó ser cocaína.
Alfonso Lira Sotelo y sus
colaboradores fueron encausados por su probable responsabilidad en la comisión
de los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, así
como contra la salud en la modalidad de posesión de clorhidrato de cocaína con
fines de comercio. Fueron internados en el Centro Federal de Readaptación
Social (Cefereso) Número 2 Occidente en Puente Grande, y en el Cefereso Número
4, con residencia en El Rincón, Nayarit. En 2017 fueron absueltos.
En septiembre de 2018, “El
Atlante” sería asesinado en Culiacán, Sinaloa. Fue identificado como el hombre
que el día 13 de ese mes fue ingresado a la clínica CENSI de la colonia
Chapultepec con heridas de bala en la cabeza, y a quien por más cuidados, no
pudieron salvarle la vida.
“PIOLÍN” GANA
TIEMPO
Juan José Pérez Vargas “El
Piolín” o “JP”, era el líder del CJNG en Tijuana cuando fue aprehendido el 19
de septiembre de 2017 en Guadalajara, tras una revisión aleatoria al vehículo
en que circulaba sobre Calzada Lázaro Cárdenas y Avenida López Mateos. Le
encontraron un cargador para arma calibre 9 milímetros con nueve balas, 70 mil
pesos en efectivo y una cantidad de dólares americanos no precisada.
El presunto narcotraficante,
que utilizaba el falso nombre de Alberto Rodríguez Vargas, se hallaba en Guadalajara
para visitar a su madre y viajaba en una camioneta Jeep Wrangler con otros dos
sujetos identificados como Efraín “N” y Luis “N”. Contaba con orden de
aprehensión dictada en 2015 por el Juzgado Primero de lo Criminal por su
probable responsabilidad en la comisión del delito de violación en agravio de
una mujer.
Fue remitido al Reclusorio
Metropolitano. Mientras se le instruía el proceso penal 221/2015 y recibía auto
de formal prisión el 2 de octubre de 2017, el Ministerio Público Federal
solicitó -por petición del gobierno norteamericano- una orden de detención
provisional con fines de extradición internacional en un Juzgado de Distrito
del Centro de Justicia Penal Federal en Jalisco. El mandamiento judicial fue
concedido.
La razón por la que se anulará
el fallo de extradición, se debe a que la cancillería hizo caso omiso de la
opinión jurídica de un Juez de Distrito para que adecuara la conducta criminal
atribuida al presunto narcotraficante y fuese equiparable en ambos países, tal
y como lo prevé el tratado internacional signado.
El amparo no exonera a Pérez
Vargas, sino que ofrece a la autoridad administrativa la posibilidad de
subsanar la pifia y dictar una nueva resolución, la cual podría ser en el mismo
sentido que la anterior.
Tampoco se dejará sin efecto
la orden de extradición en lo inmediato, pues la sentencia del juicio de
garantías fue impugnada mediante un recurso de revisión y el asunto será
conocido por un Tribunal Colegiado en Materia Penal de Ciudad de México.
“El Piolín” es señalado como
uno de los responsables de ordenar la ejecución de narcotraficantes y sicarios
de cárteles rivales, y en Estados Unidos es requerido por la Corte del Distrito
Sur de California, con base en San Diego, por asociación delictuosa para
distribuir drogas.
La Fiscalía del Distrito Sur
de California reveló que la orden de aprehensión dictada el 30 de enero de 2017
en la Corte del Distrito Sur de California reclama la extradición de Juan José
Pérez Vargas por dos cargos relacionados con el tráfico de drogas duras como
integrante y jefe de células del CJNG.
El primer cargo contra el
narcotraficante fronterizo refiere que “a sabiendas e intencionalmente se
asoció delictuosamente con otras personas, comenzando en fecha conocida por el
Gran Jurado y continuado hasta y durante enero de 2017 dentro del Distrito Sur
de California, para distribuir y causar la distribución de sustancias
controladas”.
Apenas hace un par de meses,
un Juez de Distrito en Jalisco le concedió un amparo para que se reponga el
procedimiento y se haga una adecuada equiparación de los delitos por los que se
le acusa en el extranjero, para determinar que sean compatibles con los
establecidos en la legislación mexicana.
(SEMANARIO ZETA7 EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES
ZETA/ LUNES, 11 MARZO, 2019 01:00 PM)
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