Si algo aseguró la presidenta
municipal de Guaymas cuando se jugó su prestigio y honorabilidad por su cuñado
Santiago Luna García, es que el ahora Tesorero era un hombre capaz.
Dijo que tenía una gran
experiencia en la elaboración de presupuestos ya que había trabajado en el
Congreso de Chiapas elaborando proyectos para los municipios de ese Estado.
Sostuvo además que con
Santiago Luna en la Tesorería se emprendería un programa de cobranza intensivo
de prediales.
Con tal de sostener su
mentira no dudo en traicionar a su amigo, casi hermano, Rodolfo Lizárraga,
quien la revivió en la política metiéndola al PT.
No dudó en violar la Ley al
proponer y votar a favor de Santiago Luna García.
No dudó en mentir a sabiendas
de que todos en Guaymas estábamos seguros de que su cuñado no tenía residencia
en nuestra ciudad.
No dudó en desafiar al actual
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien le pidió que lo
sacara.
No dudó en traicionar a los
regidores de MORENA, PT y PES al decir que ellos fueron los que votaron por
Santiago Luna. Se lavó las manos, pues.
El teatro se le cayó muy
pronto, el Congreso del Estado de Chiapas, aseguró que Santiago Luna García
nunca trabajó elaborando presupuestos para los municipios.
Sus funciones eran otras. La
alcaldesa mintió.
El 26 de septiembre pasado el
ISAF le envió un documento donde dejó claro que es ilegal que su cuñado trabaje
en la administración municipal.
El diputado local del PT
gritó a los cuatro vientos, que el dinero con el que pagaron a MIFEL fue una
gestión suya y no del cuñado.
Pronto se conoció que la
residencia del Tesorero en Guaymas es un lote baldío.
Santiago Luna García, quien
desde hace tres meses trabaja en el oscurantismo, porque se sabe vulnerable, no
fue capaz de sacar adelante uno de los compromisos más grandes que tiene cada
administración municipal al llegar al poder.
Ni al ex Tesorero de César
Lizárraga, de Otto Claussen y de Lorenzo De Cima, les pasó esto al llegar al
cargo.
Es decir, ninguno de ellos
encontró el dinero para pagar aguinaldos en la Tesorería.
Todos tuvieron que corretear
la liebre en sus primeros tres meses de gobierno.
Pero tampoco a ninguno de
ellos les fincaron responsabilidades por no cumplir con lo que marca la Ley.
Ninguno de los anteriores fue
responsable, ninguno cumplió con la Ley, pero todos sacaron adelante el
compromiso.
Sara Valle Dessens y Santiago
Luna García sabían de la situación financiera de Guaymas, que no es muy
distinta a la de hace tres o seis años.
No pueden decir que lo
desconocían, sin embargo, se confiaron.
Por mucho estuvo peor la
situación financiera de Empalme que la de Guaymas y el alcalde de esa ciudad,
logró cumplir con los trabajadores.
Ahora lo más fácil es
repartir culpas y lavarse las manos. Cuando Lorenzo de Cima Dworak autorizó a
su entonces Secretario, David Kiamy, que entregará la carta de residencia a
Santiago Luna, no era de lo peor. Hoy si lo es.
YO NO LE CREO A SARA VALLE.. ¿Y TÚ?
Ahora que los trabajadores
sindicalizados la acorralaron con sus plantones, la alcaldesa volvió a
demostrar su falta de capacidad y su escaso oficio político.
Dos días después se presentó
ante ellos para decirles lo que ya sabemos, que no tienen dinero.
Ahora si lanzó un discurso
incendiario contra su antecesor, oportunidad a la que renunció el 16 de
septiembre pasado. Favor con favor se paga.
En un mensaje a la
ciudadanía, Valle Dessens dijo que el endeudamiento, el desorden administrativo
y el despilfarro de pasadas administraciones han hecho estragos en nuestro
municipio, al extremo de que el lastre de la corrupción y la irregularidad han
sido el común denominador de quienes antecedieron la presente responsabilidad
de gobierno.
Y tiene toda la razón. Por
ello está obligada a no desistirse de la demanda contra BANSI, la empresa que
prestó a Otto Claussen Iberri, más de 300 millones de pesos de manera ilegal.
Pero que eso suceda tengo mis
dudas, primero porque la alcaldesa no es de fiar. Sus constantes mentiras han
quedado descubiertas.
En ese mismo mensaje que
envió a la ciudadanía Valle Dessens, se vuelve a lavar las manos y dice que:
“Por instrucciones del H. Cabildo de la comuna, con fecha 15 de noviembre de la
sesión No. 10, el cuerpo edilicio acordó por mayoría de votos, otorgar la
autorización para buscar un crédito para cubrir el pago del aguinaldo
correspondiente al año 2018”.
Otra vez embarra a sus
regidores. Otra vez dice que ellos son los que le ordenan hacer y no que ella
les pide y les dice qué votar y qué no.
Por lo pronto, esta
analizando y deliberando si acepta desistirse de la demanda contra BANSI con
tal de que le preste el dinero que su cuñado no pudo captar en estos tres
meses.
Dice Valle Dessens que está
por deliberar y concretar dicha medida, sin que esto signifique la exoneración
de los titulares que le antecedieron.
O sea, ¿Qué parte no entiende
que si se desiste de la demanda contra BANSI el más beneficiado sería Otto
Claussen?
Urge que el Consejo de
Ancianos de Sara Valle Dessens la asesoren. Urge que Marco Antonio Llano
Zaragoza, Mónica Marín Martínez, Antonio Astiazarán, César Lizárraga, Otto
Claussen, Gaspar Zaragoza, Edmundo Chávez Méndez y Felipe Rivadeneyra, la
ayuden a resolver este grave problema antes de que le venda el alma a BANSI.
Dónde quedaron esos hombres y
mujeres guaymenses que hace tres meses posaron orgullos junto a la alcaldesa y
aseguraron que su única intención era ayudarla a que Guaymas progresara. Los
mariachis callaron!!!
Lanzaremos una Alerta Amber
para localizarlos. Urge que hablen con la alcaldesa porque entre tantas
mentiras, ilegalidades, viajes y fiestas, se van a acabar a Guaymas estos
representantes de la Cuarta Transformación.
Estábamos mejor cuando
estábamos peor.
(EL PORTAL DE NOTICIA/ ÁGUEDA BAROJAS ONTIVEROS/24
DICIEMBRE 2018)
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