Los precios del petróleo han observado
una fortaleza en los últimos días y las compañías encargadas de extraer y
procesar el crudo empiezan a contemplar la posibilidad de que el barril llegue
a los 100 dólares por primera vez desde noviembre de 2014. Estas buenas noticias,
sin embargo, no necesariamente beneficiarán a los mexicanos, a pesar de que
México es un país productor de petróleo.
La razón, dijeron analistas consultados,
es el abandonó a Pemex durante este sexenio. De 2013 hasta agosto de este año
la producción de crudo ha caído un 25.93 por ciento; la del gas natural un
24.06 por ciento; la del gas licuado de petróleo 37.99 por ciento; la de las
gasolinas un 50.01 por ciento, y la del diésel 59.22 por ciento. A la par, las
importaciones de gasolinas y diesel van en aumento.
Ciudad de México, 28 de
septiembre (SinEmbargo).– El aumento en los precios del petróleo a nivel
internacional no necesariamente es una buena noticia para México. A pesar de
ser un país productor, en este último sexenio ha incrementado en 65.59 por
ciento sus importaciones de gasolinas porque no tiene la capacidad de
refinación para abastecer siquiera su demanda interna. Eso dicen los analistas
consultados. Eso refrenda las cifras.
En estas últimas semanas se
ha observado una fortaleza en el mercado petrolero y las compañías encargadas
de extraer y procesar el crudo empieza a contemplar la posibilidad de que el
barril llegue a los 100 dólares por primera vez desde noviembre de 2014.
Este jueves, el barril de
petróleo finalizó en 81.72 dólares, un 0.50 por ciento más que al término de la
sesión anterior, mientras que el Texas subió un 0.77 por ciento y cerró en
72.12 dólares el barril.
Estos niveles de precio en el
barril de crudo no se veían desde noviembre de 2014. Posteriormente, el
petróleo entró en una senda bajista que lo llevó a situar su precio por debajo
de los 30 dólares el barril a principios del año 2016, de acuerdo con información
de la agencia Europa Press.
Analistas consultados por
SinEmbargo coinciden en que esta racha alcista de los precios del petróleo
repercutirá en los bolsillos de los mexicanos, pues la mayoría de las gasolinas
que se utilizan en el país provienen del extranjero, específicamente de Estados
Unidos.
“Desde luego que precios más
altos del petróleo tienen implicaciones en los precios de las gasolinas porque
están relacionados directamente: si el precio del crudo aumenta, también los de
las gasolinas y eso tiene un impacto para los consumidores; estaríamos viendo
precios más altos de las gasolinas”, dijo Arturo Carranza, especialista en
temas energéticos.
Detalló que este aumento en
los precios del petróleo tiene un doble impacto en el caso de México. “Por un
lado beneficiará a Pemex, pues exporta alrededor de 1.2 millones de barriles
diarios, pero por el otro, como compramos más del 60 por ciento de la gasolina
que consumimos, eso tendrá implicaciones para las finanzas públicas”.
Para la ingeniera Rocío Vargas
no hay una correlación entre el precio de la gasolina y la variación del crudo,
“tiene que ver más con el tipo de cambio y las gasolineras que participan en el
mercado mexicano”.
“Las gasolinas con altos
precios son por todo el gran negocio que hacen los importadores y comerciantes
que no son Pemex”, explicó la coautora del libro “Reforma energética: el poder
duro y consensuado para imponerla”.
El precio de las gasolinas
Magna y Premium se ha disparado un 23 y 16 por ciento en lo que va de 2018, según
datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Apenas en junio pasado, la
Magna, la que utiliza el 80 por ciento de los vehículos en México, superó la
barrera de los 19 pesos por litro en algunas estaciones de la Ciudad de México
y Michoacán, mientras que la Premium alcanzó los 20.48 pesos en la capital del
país y en estados como Nuevo León, Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Michoacán, San
Luis Potosí, Puebla, Sonora, Aguascalientes, Chihuahua y Sonora.
Al inicio del sexenio del
Presidente Enrique Peña Nieto, el precio del litro de la gasolina Magna estaba
en 10.92 pesos por litro, la Premium en 11.48 pesos y el diésel en 11.28 pesos.
PEMEX: PRODUCE MENOS E IMPORTA MÁS
Petróleos Mexicanos, que
alguna vez fue la tercera productora de petróleo del mundo, suma casi seis años
consecutivos produciendo menos gasolina, diesel y gas natural, situación que ha
derivado en una mayor dependencia energética del país.
De 2013 hasta agosto de este
año la producción de crudo ha caído un 25.93 por ciento, de acuerdo con el más
reciente reporte de Pemex.
La producción de gas natural
también ha venido cayendo durante el sexenio del Presidente Peña Nieto. De
acuerdo con datos de la petrolera, en 2013 se bombeó un total de 6 mil 370
millones de pies cúbicos diarios y para agosto de este año sólo se produjeron 4
mil 837 millones de pies cúbicos diarios, una reducción de 24.06 por ciento.
En el caso del Gas Licuado de
petróleo (LP), en el año 2013 se producían 206.1 miles de barriles diarios y
para agosto de este año la cifra bajó a 127.8 miles de barriles diarios, un
37.99 por ciento menos.
Pemex también ha reducido la
elaboración de gasolinas en un 50.01 por ciento en este sexenio. Pasó de 437.3
miles de barriles diarios en 2013 a 218.6 miles de barriles diarios hasta
agosto de este año.
En el caso del diesel, en
2013 producía 313.4 miles de barriles diarios y hasta agosto de este año la
cifra bajó a 127.8 miles de barriles diarios, una reducción de 59.22 por
ciento.
“Hay una realidad que ya se
debería de reconocer es que México tocó el pico de producción en 2004 con 3.4
millones de barriles y esa producción es muy difícil volverla a alcanzar. Casi
siempre lo que sucede en países productores donde ya han alcanzado ese pico es
que van moderando el descenso”, mencionó Rocío Vargas.
Mencionó que Estados Unidos
tocó su pico de producción en los años 70 y durante todo este tiempo lo único
que ha ido haciendo es moderando a la baja, pero no ha revertido el crudo
convencional.
“Desarrolló el no
convencional con el fracking y es como ha aumentado su producción, pero la
convencional sigue en descenso. Hizo toda una estrategia de diversificación de
fuentes de abastecimiento, de tipo de producción y de diferentes fuentes de
energía para recuperar lo que va perdiendo en el tiempo”, explicó la también
académica de la UNAM.
Señaló que México se tendría
que ir acostumbrando a este descenso y hacer la estrategia para desatollar
diferentes tipos de fuentes de energía, y otra política energética por el lado
de la oferta y la demanda. “No se pueden poner todos los huevos en la canasta
de las licitaciones y la inversión extranjera para revertir esta condición
geológica”.
La Reforma Energética,
aprobada en diciembre de 2013, es considerada como una de las más importantes
en el sexenio del Presidente Peña Nieto. Si bien se ha logrado quitar a Pemex
el monopolio del petróleo en México, las licitaciones no han sido las
esperadas.
“Un error fundamental de la
promesa de la Reforma Energética es pensar que se podía resolver una cuestión
geológica simplemente trayendo inversión, y eso no sucede. Las inversiones de
la Reforma Energética no han sido las que se esperaban y las licitaciones van a
tardar retrasando la producción. Las expectativas son demasiadas”, consideró la
académica Rocío Vargas.
A la par que ha caído la
producción de crudo, las importaciones de gasolinas y diesel van en aumento.
En el 2013, Pemex importaba
358.7 miles de barriles diarios de gasolina y para este año la cifra aumentó a
594 miles de barriles diarios, 65.59 por ciento más.
Lo mismo ocurre con el
diesel, que pasó de 107.1 miles de barriles diarios importados a 234.9 hasta
agosto de este año, un incremento de 119.32 por ciento.
La doctora Miriam Grunstein
Dickter, socia fundadora de Brilliant Energy Consulting, consideró que en este
sexenio Pemex finalizó con muchos negativos y pocos positivos. “Lo positivo fue
que Pemex aceptó alianzas estratégicas con empresas petroleras importantes y
que hubo temporadas abiertas para la sesión de ductos en Baja California y
Sonora. Emilio Lozoya (fue lo negativo) fue un director que prácticamente le
dio el tiro de gracia a Pemex y José Antonio González Anaya fue un enterrador
de la petrolera”.
EL FUTURO DE PEMEX
La nueva administración
federal que encabezará Andrés Manuel López Obrador pretende construir una nueva
refinería, la cual se ubicará en Dos Bocas, Tabasco, y producirá 400 mil
barriles de gasolina al día.
Actualmente Pemex cuenta con
seis refinerías ubicadas en Cadereyta (Nuevo León), Madero (Tamaulipas),
Minatitlán (Veracruz), Salamanca (Guanajuato), Tula (Hidalgo) y Salina Cruz
(Oaxaca), de las cuales, tres operan al 50 por ciento o menos de su capacidad.
Las refinerías fueron
construidas en la década de los 70 y no fue sino hasta finales de 2015 cuando
se comenzó a invertir en ellas mediante asociaciones público-privadas.
Este jueves, el Presidente
electo se reunió con los representantes y directivos de 43 empresas petroleras
a quienes les pidió seguir trabajando para detener la caída de la producción
petrolera. También se comprometió a respetar los 110 contratos firmados en la
Reforma Energética.
Para algunos analistas, el
nuevo Gobierno manda una señal más clara de que se va a fortalecer a Pemex otorgándole
un mayor presupuesto, pero otros desconfían del futuro titular de la petrolera,
Octavio Romero Oropeza.
“El Presidente electo y la
próxima Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, han dicho que se va a
fortalecer a Pemex dándole más recursos. Eso es positivo, pero a mayores
recursos la petrolera tiene que ejercerlos de manera eficiente. Ese es el reto,
dijo el analista energético Arturo Carranza.
“Se tendrá que poner la lupa
en los procesos de licitación para que sean más transparentes, en tiempo y
forma y para que el ejercicio del gasto sea eficiente”, agregó.
La académica de la UNAM Rocío
Vargas dijo que en lo poco que el Presidente electo ha dejado ver sobre lo que
será el futuro de la política energética es que uno de los objetivos más
importantes es fortalecer a estas dos empresas del Estado que quedaron: Pemex y
CFE.
“La idea es que en vez de
seguir debilitando a estas empresas se fortalezcan. Fue lo que se prometió en
la reforma, pero no está ocurriendo porque a las trasnacionales les convine
finiquitarlas. Pero del lado de la seguridad energética es importante tener a
estas empresas porque son el garante del abastecimiento y de ciertos parámetros
de referencia como los costos de producción y los precios, aún con sus
limitaciones”, opinó.
Para la doctora Miriam
Grunstein el futuro de Pemex se visualiza mal. “Tenemos un señor agrónomo que
ni siquiera es ingeniero agrónomo y la cosa pinta bastante mal porque siguen
pesando más las lealtades que los conocimientos” en el momento de la
designación de cargos en la petrolera, dijo.
(SIN EMBARGO/ GUADALUPE FUENTES LÓPEZ/28 DE SEPTIEMBRE
2018)
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