El aumento de las tensiones
comerciales a nivel global derivado de nuevos aranceles para 2 billones de
mercancías podría reducir en 0.04% el crecimiento económico global en 2019, que
bajaría de 3.2% a 2.8% del PIB, estimó la agencia calificadora Fitch Ratings,
quien indicó que Estados Unidos, Canadá y México serían los países más
afectados.
Los pronósticos para 2019
apuntan a que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) podría estar 0.7%
por debajo del escenario base para la Unión Americana y Canadá; mientras que
para México estaría debajo del 1.5%.
Lo anterior, tomando en
cuenta un escenario en el que Estados Unidos impusiera aranceles del 25% a la
importación automotriz y tarifas adicionales a los bienes de China; medidas
como represalia de los socios comerciales (Unión Europea, China, Canadá y
México); así como el colapso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN).
“El nivel del PIB podría
estar significativamente por debajo del escenario base en 2020. Este resultado
solo considera los impactos relacionados con aranceles, pero las barreras no
arancelarias asociadas al colapso de TLCAN podrían ser iguales o más significativas
a medida que se rompan las cadenas de suministro”, expuso Fitch en su reporte
“Perspectivas Económicas Mundiales”.
En cuanto a China, que según
el informe recibiría un menor impacto, se prevé un crecimiento del 0.3% del PIB
por debajo de su escenario base.
El país oriental solo sería
afectado por las medidas proteccionistas de EUA, siempre y cuando la
administración de Donald Trump imponga aranceles a una proporción elevada de
sus importaciones y, al mismo tiempo, EUA reciba el impacto de las medidas en
represalia que tomen cuatro países o bloques económicos.
El documento da cuenta de que
la mayoría de los países que no están involucrados directamente en estas
tensiones comerciales serían afectados con un PIB por debajo del escenario
base, pero este impacto sería a una escala mucho menor.
“Los países que exportan
bienes básicos en términos netos sufrirían más daño, ya que un crecimiento
mundial más lento presionaría a la baja los precios del petróleo y otros
productos de primera necesidad”.
Por otro lado, para algunos
países importadores netos de bienes básicos, el beneficio de la reducción de
los precios de los productos básicos compensaría la desaceleración del
crecimiento mundial.
“Excepto en Canadá y México,
una guerra comercial implicaría deflación ya que el crecimiento menor y los
precios de los bienes básicos reducirían la inflación; de modo que
contrarrestarían el impacto directo inicial de mayores tarifas en el alza de
los precios”.
En tanto que el ajuste
monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos se reduciría, debido al
crecimiento menor y a la reducción general en la inflación, con una tasa de
política monetaria cercana a 0.5 puntos por debajo del escenario base.
Así, la agencia calificadora
reiteró su pronóstico, del pasado 3 de julio, relativo a que la imposición de
medidas arancelarias de la administración estadounidense y las establecidas en
represalia por la Unión Europea, China, Canadá y México podrían marcar un
escalonamiento significativo de los aranceles impuestos hasta la fecha.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS JULIETA ARAGÓN/ VIERNES, 27 JULIO, 2018 01:05
PM)
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