La participación de féminas en delitos
cometidos en Tijuana va en aumento, pero son pocas quienes alcanzan posiciones
altas en las jerarquías delictivas. Desde enero de 2017, 17 mujeres han sido
detenidas en flagrancia por homicidio, 68 por portación de armas y 154 en
posesión de drogas
El cuerpo estaba cortado en
dos. El torso dentro de una maleta y las piernas en otra. El estado de
putrefacción era tal que apenas se distinguían los ojos y la nariz en el rostro
del hombre.
La detención de quienes
intentaban deshacerse del cadáver trascendió en las noticias, pero no quien
ordenó el homicidio.
La madrugada del 10 de enero
de 2018, agentes de la Policía Municipal de Tijuana transitaban sobre la
Avenida García en la colonia Colinas de La Presa. Desde la patrulla observaron
un carro Chevrolet Aveo gris estacionado a un costado de la calle y a tres
hombres descargando unos objetos de la cajuela.
Al acercarse, avistaron dos
maletas de las que los sujetos intentaban deshacerse. Dentro del equipaje
estaban restos humanos envueltos en plástico.
Uno de los hombres, Juan
Rubén Sánchez Lara, prófugo luego que la jueza Martha Elvia Luna Vargas lo dejó
en libertad dos días después de ser detenido, confesó que una mujer estuvo
detrás del crimen.
Se trata de Cynthia Sugey
López Luna. La mujer le ofreció 5 mil pesos al hombre de 24 años de edad por
deshacerse de las maletas. Apodado “El Yiyo”, Sánchez era el único de los
detenidos con información de Cynthia Sugey, pero algunas corporaciones ubican a
la mujer por el mote “La Mimi”, una narcomenudista de la colonia Azteca.
Al igual que sus cómplices,
el joven fue liberado porque la juzgadora consideró que la agente del
Ministerio Público a cargo de la investigación no motivó ni fundamentó
debidamente la petición para que permaneciera en prisión.
Aunque los otros dos
implicados, quienes dijeron no saber qué había dentro de las maletas,
regresaron a una audiencia posterior, en la cual se les dictó prisión
preventiva, “El Yiyo” no regresó al Juzgado. El proceso por el delito de
inhumación y exhumación de cadáveres sigue abierto, pero el homicidio todavía
no ha sido esclarecido.
De enero de 2017 a la fecha,
17 mujeres han sido detenidas en flagrancia por homicidio en Tijuana. Cifras
oficiales muestran que 13 de estas detenciones ocurrieron el año pasado, el resto,
en el primer trimestre de 2018.
Sin embargo, el homicidio no
es el delito en el que más mujeres han participado en la ciudad. El principal
es el de delito contra la salud -posesión de drogas-, con una estadística de
154 en 2017 y 24 más en lo que va del año. Las principales drogas decomisadas
en estos casos fueron marihuana y cristal.
Le sigue robo de vehículo con
84 casos, 68 registrados en 2017 y 16 de enero a marzo de 2018.
Después está el delito de
portación de arma con 68 casos registrados en este periodo de 15 meses, durante
los cuales destacan los decomisos de 19 armas cortas, seis largas y 127
cartuchos.
Mientras que en 2017 se
contabilizaron 34 mujeres detenidas por robo en flagrancia y tres más en los
primeros tres meses de 2018, por robo con violencia fueron 23 las aprehendidas
en 2017 y cuatro más en lo que va de este año.
No obstante, en cuanto a
privación ilegal de la libertad, 2017 registró ocho mujeres capturadas por este
delito y una más en los primeros tres meses de 2018. Con números menores, se
ubican el delito de lesiones (15), tráfico de personas (2) y una más por secuestro.
ACOMPAÑANTES DE SICARIOS
Expertos en seguridad
detallan que si bien se ha registrado un aumento en la detención de mujeres en
crímenes de alto impacto como homicidio y en delitos contra la salud, estas no
han alcanzado aún posiciones de liderazgo en los organigramas de las células
delictivas.
La mayoría de las veces son
utilizadas para transportar armas en vehículos o para acompañar a un grupo de
hombres que acaban de cometer un robo u homicidio, con el fin de pasar
desapercibidos a bordo de los vehículos en que viajan y así no sean revisados
por policías.
Por ejemplo, está el caso de
Joanna Jazmín Delgado, pareja sentimental de Juan Manuel González Vega “El
Quemado”, uno de los principales homicidas identificados en Tijuana y en
prisión desde 2017.
La mujer acompañaba a “El
Quemado” cuando este fue detenido en la colonia Terrazas del Valle con un arma
corta calibre 9 milímetros y dos armas largas calibre .223, por lo que fue
consignada por el delito de portación de arma de fuego.
Es el mismo caso de Alexa
Tello, novia de Tomás Hernández Flores “El Apache”, sospechoso de varios
homicidios, integrante de la célula de “Los Erres” y narcomenudista de la Zona
Norte que acumula más de 13 detenciones en los últimos años.
Alexa fue detenida con “El
Apache” el 21 de octubre de 2017 en la colonia Madero Sur, con varias dosis de
cristal, pero al ser un delito por el que no se dicta prisión preventiva de
manera oficiosa, fue dejada en libertad.
Lo mismo ocurrió con Ana
Caren Cadillo y Tatiana Aguilar, aprehendidas con un arma larga calibre 7.62 x
39 y cuatro armas cortas calibre 9 milímetros. Acompañaban a un grupo de
hombres que se identificaron como parte de una célula al servicio del Cártel
Jalisco Nueva Generación (CJNG).
También es el caso de
Jennifer Soledad Rojas, detenida en dos ocasiones en 2017, la primera por
portación de armas y la segunda por homicidio. El 16 de agosto se le capturó
por portar arma corta calibre 9 milímetros y un fusil de asalto AR-15 calibre
.223. Al ser cuestionada, dijo ser novia de Álvaro Javier Franco “El Risas”,
con quien se encontraba junto a Luis Enrique Camacho.
Semanas después, el 6 de
octubre, se le aprehendió por homicidio en la colonia Cañón de Las Palmeras,
Delegación Playas de Tijuana. Nuevamente estaba con su novio y dos hombres más,
quienes habían ejecutado a José Antonio Zárata Jarquín en una calle.
Los tres hombres y la joven
fueron detenidos en flagrancia por agentes de la Policía Municipal. Al revisar
las pertenencias de ella, los agentes encontraron dentro de su bolso el arma
con que se cometió la ejecución.
Estas circunstancias se
repiten con Wendy Yahaira González y Jessica Bonilla Morales, detenidas en
flagrancia junto a Víctor Manuel Bermúdez, después del asesinato de un hombre
identificado como José Diógenes de Jesús Gatica, el 11 de febrero de 2018.
Al momento de su captura, los
tres iban a bordo de un vehículo en la colonias Las Huertas, el arma de fuego
calibre 9 milímetros con que fue ultimada la víctima, se localizaba en el piso.
También por homicidio fue
detenida Tania Yiselt Fernández, el 30 de abril de 2017 en el Parque Industrial
Pacífico. Acompañaba a Agustín Villaseñor Hernández momentos después de
ejecutar a una persona y dejar a otra herida. En el carro que viajaban también
se encontraba la pistola con la cual se cometió el ataque armado.
Mientras que por participar
en el homicidio del agente ministerial Jesús Enrique Andrade Lugo, se detuvo a
Celia Beatriz Pérez Aranda, de 49 años. El 19 de abril, alrededor de las 7:30
am, fue atacado a balazos en el Bulevar Simón Bolívar dentro de la colonia Los
Venados.
Aunque se identificó a Brayan
Torres Torres como quien realizó la ejecución, la mujer fue detenida cuando
intentaba huir con él a bordo de una camioneta Durango. Según una primera entrevista,
explicó que un grupo de personas le ofreció 100 dólares por recoger el vehículo
de una calle en la delegación La Presa y llevar a tres hombres, entre ellos a
Brayan, para “hacer un jale”.
En el historial de Andrade
Lugo como servidor público, está su detención como sospechoso de secuestro el 9
de junio de 2016, cuando junto a otro ex ministerial, de nombre Mario Alberto
Ocampo Siveriano, se encontraba cuidando una casa de seguridad donde Candelario
Arceaga Aguirre estaba secuestrado.
Arceaga Aguirre había sido
detenido por elementos del Ejército en junio de 2009 en el puerto de Ensenada y
presentado como operador del traficante Teodoro García Simental, cargos que no
se le fincaron.
Por otra parte, también como
acompañantes, aparecen Norma Beatriz Arellano y Berenice Lorena Bustos. La
primera, aprehendida con un arma larga calibre .223 junto a Abraham Aaron
Parra, César Zepeda e Ismael Alejandro Galaviz, el 6 de enero de 2018 en la
colonia Los Olivos.
La segunda, también detenida
con un arma larga calibre .223 y un arma corta calibre 9 milímetros, en la
colonia Xicoténcatl Leyva, el 16 de febrero. Además de posesión de arma de
fuego, se le fincaron cargos por allanamiento de morada junto a un acompañante.
“LA BETSY”, DEL CÁRTEL DE SINALOA
Una de las pocas mujeres que
aparece como líder en células del crimen organizado es Alma Mondragón Flores
alias “La Betsy”, “La Moñitos” o “La Güera”.
Según información de la
Procuraduría General de la República (PGR), esta mujer trabajó bajo las órdenes
de los hermanos Francisco Javier “El Chapito” y José Luis Mendoza Uriarte “El
Güero Chompas”, a través de su operador José Loreto Capoema Rivera “El Versi”.
Aunque todavía muy por debajo
de otros líderes de células, “La Betsy” acumula varias detenciones por delitos
desde robo con violencia y posesión de droga, hasta portación de armas de
fuego.
El 17 de diciembre de 2016 se
le detuvo por robo equiparado de vehículo, el 14 de mayo de 2017 por posesión
de dos armas largas calibre 9 milímetros y .40, así como un arma corta calibre
9 milímetros y 210 gramos de cristal.
Antes de esto, el 17 de
febrero de 2014 fue detenida por robo con violencia; el 12 de marzo de 2007 por
robo de vehículo y en 2009 por disparos de arma de fuego. Y acumula más
detenciones por posesión de drogas: una del 17 de diciembre de 2016 y del 14 de
junio de 2017.
Pese a ser una de las principales
reincidentes identificadas por la autoridad, continúa obteniendo su libertad
cada vez que cae.
Otro ejemplo de mujeres
involucradas en delitos de alto impacto es Cinthia Mota Hernández, detenida el
1 de junio de 2017 junto a tres hombres, quienes intentaban deshacerse de un
cuerpo decapitado en la colonia Xicoténcatl Leyva.
Llevaban consigo una
cartulina con el mensaje “Hay (sic) están tus 4 libras y sigues tu cotorro “El
Diablo Verde”, por lo que autoridades relacionaron el homicidio con un caso más
de narcomenudeo.
La mujer, así como Víctor
Manuel Dávila, Carlos López Félix y Luis Antonio Valenzuela fueron puestos a
disposición de la autoridad ministerial por el delito de homicidio. En 2008,
Mota Hernández ya había sido detenida por robo a transeúnte y ese mismo año se
le cumplimentó una orden de aprehensión por robo equiparado.
Por privación ilegal de la
libertad, Alicia Zamora fue detenida el 31 de julio de 2017 en El Florido,
junto con Gerardo Reyes Reyes “El Lalo”, Roberto Carlos Arroyo, Arturo Santos
Tenorio “El Chucky” y Óscar Alejandro Sifuentes Mendiola “El Flaco”.
El grupo se encontraba
cuidando a una persona privada de su libertad dentro de un domicilio, donde se
localizaron chalecos antibalas y un arma corta.
Mientras que en la Zona
Norte, a Gloria Isabel Espinoza Barrera “La Trexa” se le detuvo por ordenar el
homicidio dentro de la Casa Refugio Mica, el 17 de noviembre de 2017.
Semanas antes, cuatro
personas habían sido ejecutadas dentro del lugar que funcionaba como albergue,
pero que ahora es identificado como lugar de operación de la célula de “Los
Monos”, al servicio del Cártel Arellano Félix.
Un hombre apodado “El Negro”,
con el rostro desfigurado debido a los golpes y atado de manos, estaba a punto
de ser ejecutado cuando fue rescatado por las autoridades.
“La Trexa” admitió haber
ordenado el homicidio porque la víctima se había robado unos tenis dentro del
albergue y los había vendido a otra persona. Entre los antecedentes delictivos
de la mujer, están dos detenciones por posesión de arma de fuego que datan del
1 de julio y del 11 de septiembre de 2017.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INÉS GARCÍA RAMOS/ LUNES, 23 ABRIL, 2018
12:00 PM)
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