En
el PRI de Guaymas ha habido de todo. Desde un legislador tan folclórico como
Gregorio Alvarado de la CTM, apodado el diputado “loción” y a quien recuerdan
como aquel que dijo en un mitin en El Centinela, que había que participar para
que los problemas “nunca se acabaran”, hasta líderes recios como Florentino
López Tapia y Oscar Ulloa Nogales, que marcaran huella en el municipio. Enrique
Claussen, en cambio, fue un dirigente cooperativista de medio pelo.
Junto
a don Flor y el General, pero en el sector privado, convivían y a veces
chocaban, dos personajes que a la desaparición de estos, harían con el PRI su
santa voluntad: Marco Antonio Llano y Julio Ramón Luebbert Duarte.
LOS MEROS JEFES DEL PRI
El
Morroño y “El Príncipe de Miramar”, como lo apodó la periodista Magda Rivera,
se constituyeron en jefes de facción y desplegaron un liderazgo no tan rupestre
como los del Goyito, Florentino y el General, quien en la época de esplendor
del priato fue dos veces diputado local, una por Guaymas y otra por Puerto
Peñasco.
Luebbert,
fue cercano a Luis Donaldo Colosio y Manlio Fabio Beltrones y socio de su
cuñado Ricardo Mazón y Eduardo Bours, en la empresa Ocean Garden. Su liga
familiar con la familia Mazón, de renombre estatal, además de prestigio y
alcurnia, lo introdujo en la socialité sonorense y en las buenas familias.
El
Toño Llano, por su parte pertenece a la casta dorada y privilegiada del puerto.
Siempre ha sido rico y como tal se comporta. Manda, aunque a veces no le hacen
caso.
Tras
la muerte de Luebbert, se quedó como dueño absoluto del pastel tricolor y más
allá. Tiene aliados de peso en el sector económico como Félix Tonella y Luis
Felipe Seldner.
LAS ETAPAS DURAS DEL PRI
El
PRI porteño vivió sus más difíciles épocas en la elección de 1991, cuando José
Ramón Uribe Maytorena, el candidato a la alcaldía por el PAN le hizo morder el
polvo. El presidente priísta entonces era el Bebo Zataraín.
Ya
en 1997, Sara Valle Dessens del PRD, les propinó su segunda derrota, en un
operativo de alto nivel con la marca indeleble de Manlio, que incluyó el
reparto de alcaldías para la izquierda de Guaymas hacia el sur. Sara Valle fue
pues, beneficiada de Manlio.
En
el 2000 Bernardino Cruz Rivas, montado en la ola foxista y con una ayudadita de
Julio R. Luebbert y su equipo, conformado por el Bebo, Marcos Ulloa, Pedro
Romano, Jorge Luis Fernández y demás, arrasó con el Morroño, a quien le operó
su campaña Alfonso “Poncho” Ayala, hoy echándole una manita al profe “Trini”
Flores Mendoza en Empalme, junto con el “Camarón” José María Medina y el “Chuy”
Aguirre, ante una aventajada Dalia Laguna y un mañoso Roberto “El Güero”
Romero, apoyado sin recato por “El Kiriki” Carlos Enrique Gómez Cota.
Lo
anterior es en cuanto a perdida de la jefatura política municipal pero en
relación al partido, con Susana Corella, impulsa por el Toñito como presidenta
más o menos levantó cabeza, luego de transitar por cortes de luz y agua y estar
en total abandono. Lorena Garibay, la anterior dirigente, nadó de muertito en
el cargo.
Con
Manuel Ibarra Salgado, llevado al cargo como presidente del PRI por Otto
Claussen, fue el acabose y salió por piernas, dejando endeudado al partido. En
la presidencia de la “Machy” Tapia, esta se fajó y presionó al “Chanate”
Gilberto Gutiérrez Sánchez, presidente estatal para pagar el “deudón”.
EL PRI DE LOS CLAUSSEN: MUY PERRONES
Con
la llegada de Jimena Jaramillo Pérez, a la presidencia de la ex aplanadora, la
cosa no ha variado, sino todo lo contrario, diría el clásico.
Impuesta
al puro estilo del dedazo priísta, la protegida del clan Claussen, llegó con la
encomienda de cuidar los intereses de dicha familia y abrirle cancha a su
patrón el Otto, para obtener fuero. Al alemán, los propios priístas siempre lo
señalaron de haber gobernado el municipio sin ellos.
Por
eso para nada extrañó que en la reunión de hace días de los promotores del voto
para la fórmula priísta, que coordinará por el “operador político nato” Roberto
Romano, a sazón director de la CEA-Guaymas, la señora presidenta les pegara un
“leidón” de cartilla a los burócratas asistentes: “El que no quiera trabajar se
va a ir y no importa la antigüedad que tengan”, les espetó la Jimena.
El
PRI, trae entre manos usar a los trabajadores del gobierno del estado en tareas
electorales y como movilizadores de votantes para ahorrarse una lana. La nómina
que ya estaba elaborada fue recortada por esa misma razón. ¡¡Bola de
piedrones!!
TRANSFIGURACIONES PRIÍSTAS: SIN GATO
ENCERRADO
Y
así como Luebbert, en sus años de gloria logró imponer como alcaldes a Sara
Valle (PRD), Bernardino Cruz Rivas (PAN) y a Carlos “Bebo” Zataraín (PRI), el
Morroño, llevó a la presimuni a Antonio Astiazarán (PRI), César Lizárraga
(PAN), Otto Claussen (PRI) y Lorenzo De Cima (PAN), hoy busca colocar en la
alcaldía a Luis Alejandro “El Gato” Bárcenas, en la diputación local por el
XIII distrito a Susana Corella Platt, la Ladynomealcanza.
Beneficiado
de esos enroques resultó el “Misifú”, quien apenas aguantó seis meses al frente
de la CNOP y a quien avala su primo “Pano” Salido, operador claudillero en el
legislativo estatal y con hizo migas “El Villeguitas”, tras su expulsión de la
fracción blanquiazul.
La
verdad, es que Jesús Monreal Espinoza, “El Güero Donas”, a quien los chicos de
la prensa calentaban cada tres años, al igual que al fallecido fedatario
público Guillermo Yépiz Rosas, tiene mejor cártel que “El Gato” Bárcenas.
La
de la Lady, es posición de los maquileros Seldner y Tonella, quienes se aferran
a llevarla al Congreso del Estado, una posición en que la gobernadora Claudia
Pavlovich y comadre de la Susana, busca garantizar.
UN OPERADOR DE LA MISMA CABALLADA
Y
para llevar a cabo tal milagro, con productos tan malitos de vender, la ingrata
tarea le fue encomendada al diputado del PAN Manuel Villegas Rodríguez, quien
llevó en 2012 a la diputación federal al panista Max Othón allá en el sur del
estado e hizo morder el polvo a Bulmaro Pacheco Moreno.
Ante
la salida del Toñito Astiazarán y la expresidenta del PRI municipal Lorena
Garibay Ulloa, nieta del General, hizo que los ojos de quienes mandan en el
expartidazo, buscaran a quien podría contrarrestar su posible desfonde en el
puerto.
Y
como en el corrido “La yegua colorada”, sabían que tenía que ser alguien de la
misma caballada.
La
“fama” del “Villeguitas”, de buen operador electoral, luego de su fracaso de ir
como candidato a la alcaldía por el PAN, a pesar de las gestiones en ese
sentido por el candidato al senado por el frente PAN-PRD-MC Toñito Astiazarán
con Damián Zepeda y compañía y convertirse en agente libre, su cercanía con “El
Pano” Epifanio Salido, primo de ya saben quién, le abrió la puerta del retorno
al PRI.
De
ahí que nadie se extrañe si en la campaña ve al “Goyo” Cota Almodóvar y a
panistas disidentes con la casaca tricolor, gritando vivas a Pepe Toño Meade, a
la Sylvana y al “Maloro” y haciendo tronar las matracas.
¡Y
lo que todavía falta por ver…!
(LA VIÑA DEL SEÑOR/ LA VIÑA DEL SEÑOR
/24 MARZO 2018/)
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