Foto: Archivo/El pequeño murió el 7 de
mayo de 2016
La Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) por la muerte de Sebastián, de un año de edad, quien
falleció por negligencia médica en la clínica 1 del IMSS en Tijuana.
Como parte de la resolución,
que derivó de una queja interpuesta por el padre del menor, Antonio Juárez
Escobedo, la CNDH determinó que médicos del IMSS en Tecate y Tijuana brindaron
una atención inadecuada al paciente, así como incurrieron en negligencia y
omisión.
Se trata de un “caso que
cuenta con elementos que permiten evidenciar violaciones a los derechos humanos
en agravio de Sebastián”.
Diagnósticos equivocados,
dadas de alta sin estudios médicos que comprobaran una mejoría en su estado de
salud y otras omisiones derivaron de una enfermedad que Sebastián presentó el
24 de abril de 2016, fecha en que inició con malestar estomacal y vómito.
Ese día fue atendido en una
clínica particular, en la que se determinó que presentaba infección en
garganta, pero ante la falta de mejoría, al día siguiente, el menor fue llevado
a la Unidad de Medicina Familiar 39 del IMSS en Tecate, de donde fueron turnados
a la Clínica 6 del IMSS en la misma ciudad.
Ahí el diagnóstico fue
meningitis y el menor fue trasladado a la Clínica 1 del IMSS en Tijuana, donde
fue dado de alta. Días después, el menor fue diagnosticado con actividad
epiléptica por un neurólogo particular, quien le prescribió medicamentos.
Sin embargo, los
padecimientos empeoraron con episodios convulsivos cada cinco minutos, por lo
que fue ingresado a la Clínica 6 del IMSS, pero el médico de guardia se negó a
atenderlo por no ser pediatra, así que con un cuadro de “deterioro neurológico”
fue trasladado a la Clínica 1 del IMSS en Tijuana.
Fue dado de alta dos días
después bajo el argumento de que alcanzó una recuperación completa, por lo que
se ordenó su salida sin medicamentos y solo con cita abierta a urgencias.
Después de dos semanas de ingresos y egresos, agonía e incertidumbre, el menor
falleció en la Clínica 1 del IMSS en Tijuana, el 7 de mayo de 2016.
No obstante, el dictamen
médico de la CNDH estableció diagnósticos no solo equivocados, sino sin
fundamento. Por ejemplo, el 27 de abril, en la Clínica 1 del IMSS, Sebastián
fue diagnosticado con “probable intoxicación por medicamentos por
antihistamínico tratada y remitida” y dado de alta, a pesar de que el médico
responsable no tenía los elementos para emitir dicha conclusión, ya que se
necesitaban otro tipo de estudios, además de que no canalizó al menor con un
especialista ni atendió la infección en vías respiratorias de manera adecuada.
En su recomendación 1/2018,
la CNDH determinó también que el personal del IMSS “no se apegó a ofrecer un
servicio preventivo, curativo y de rehabilitación”, a la vez que uno de los
médicos incurrió en negligencia por omisión cuando el padre del menor le
explicó al que su hijo presentaba alteraciones neurológicas similares a las ya
tratadas, pero el médico no consideró de importancia de dichos antecedentes y
ordenó nuevamente su egreso.
A esto se suman notas médicas
incompletas y expedientes clínico integrados de manera inadecuada. “Todo lo
anterior propició el deterioro de salud de Sebastián, que aunado a las
deficientes atenciones recibidas con posterioridad, derivó en su
fallecimiento”, resolvió la CNDH.
Pese a que el 6 de noviembre
de 2017, el Consejo Técnico del IMSS resolvió como improcedente la queja
interpuesta por el padre del menor, por este caso, la resolución de la Comisión
es clara en la responsabilidad que tuvo el IMSS en la muerte de Sebastián.
Así que como parte de las
recomendaciones que se establecen, está la reparación de los daños y perjuicios
que se hubieran ocasionado, “para lo cual el Estado deberá investigar,
sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley”.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS / INÉS GARCÍA RAMOS/
JUEVES, 8 FEBRERO, 2018 12:36 PM)
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