San Antonio— El conductor de
un tráiler en el que 10 inmigrantes indocumentados –cuatro de ellos mexicanos–
fueron hallados muertos o moribundos durante el fin de semana enfrenta la pena
capital, según documentos de la Corte.
James Mathew Bradley, de 60
años, es acusado de transportar conscientemente inmigrantes indocumentados, un
crimen federal que puede conllevar la pena de muerte si conduce a la muerte de
inmigrantes, informó el New York Times. La acusación se produce después de que
la Policía de San Antonio encontró decenas de personas en la sofocante caja del
camión estacionado afuera de un Walmart de San Antonio el domingo por la
mañana.
La caja del tráiler estaba
pintada de negro, llena con quizás 90 inmigrantes o más, y ya estaba caliente
cuando salió de Laredo para el viaje de 150 millas al Norte, hacia San Antonio.
No pasó mucho tiempo antes de
que los pasajeros, sudando profusamente en el calor creciente de ese horno,
comenzaron a llorar y a pedir agua. Los niños lloriqueaban. La gente se turnaba
para respirar a través de un solo agujero en la pared de la caja. Golpearon a
los lados del camión y gritaron para tratar de llamar la atención del
conductor. Entonces comenzaron a desmayarse.
Cuando la Policía apareció en
el Walmart alrededor de las 12:30 de la mañana del domingo y miró en la parte
trasera del camión, encontró ocho pasajeros muertos –y otros dos morirían
posteriormente– en un intento de contrabando de inmigrantes que había resultado
trágicamente mal.
Los detalles del viaje fueron
narrados el lunes por un superviviente que habló con The Associated Press.
“Después de una hora… escuché
gente llorando y pidiendo agua, yo también estaba sudando y la gente estaba
desesperada. Fue entonces que perdí la conciencia”, dijo Adán Lara Vega, de 27
años, a AP desde su cama de hospital. Cuando recobró el conocimiento, estaba en
el hospital.
DESATA INDIGNACIÓN
El caso de los inmigrantes
que murieron por asfixia y calor causó indignación y tristeza entre activistas
de Texas.
Héctor Flores, ex presidente
nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), lo calificó
como una horrenda tragedia. “Es algo que sólo se ve en películas, que no le
puede pasar a seres humanos”, dijo.
Agregó que los
contrabandistas detrás de este fallido intento de transporte de inmigrantes
merece la pena máxima que dicta la ley, y eso incluye no sólo al chofer, sino a
los líderes de la banda de traficantes de humanos.
“Hay gente que trata de
aprovecharse de personas pobres y necesitadas que vienen a buscar una mejor
vida. Pero ellos tienen seres queridos, su vida es importante en este país, en
el mundo entero. Tienen sueños de venir y ser buenos trabajadores, todo para
que los usen de esta forma nada más por dinero. Es inaceptable”, afirmó Flores.
Julieta Garibay, cofundadora
del grupo United We Dream, emitió una declaración diciendo que es difícil ver
que la gente tiene que tomar la decisión de emigrar sólo para que su recorrido
termine en tragedia.
“Como inmigrantes, sabemos
que nuestra comunidad arriesga sus vidas para venir a este país buscando una
mejor vida. UWD envía amor y oraciones a los sobrevivientes y a las familias de
aquellos que han muerto”, expresó.
También señaló que el complot
cínico del vicegobernador Dan Patrick para hacerse de apoyo para la SB4 con
esta tragedia “es vergonzoso y deshonesto”, añadiendo que el grupo renueva su
compromiso de hacer todo lo posible para “poder garantizar que toda la gente
sea tratada con la dignidad y el amor que merecen cuando emigran y durante sus
vidas en Estados Unidos”.
‘NO VALE LA
PENA’
Por su parte, Douglas
Interiano, director ejecutivo de Proyecto Inmigrante de Fort Worth, Texas,
opinó que los sobrevivientes de la tragedia, como víctimas de tráfico humano
que son, deben ser acogidos a la visa U o a la visa T.
Interiano también subrayó la
importancia de llamarle la atención al público para pedirle que haga conciencia
y no permita que sus familiares arriesguen sus vidas en situaciones similares.
“No vale la pena que se
expongan a esos niveles de peligro. Al subirte no sabes qué va a suceder. Ellos
cierran la puerta del tráiler y te quedas indefenso, propenso a cualquier
situación. Debemos de tomar decisiones informadas y ser sabios antes de exponernos”.
Jaime Martínez, un
guatemalteco que hizo el recorrido clandestino en una caja de camión de Laredo
a San Antonio en 1986 y sobrevivió junto a 24 personas, declaró que no recuerda
nada de lo que pasó durante el trayecto. “Estaba oscuro, no se veía nada y no
había aire. Yo creo que me desmayé”.
Tres días después, cuando
llegó a Nueva York en avión, su destino final, decidió que no mandaría traer a
sus hijos pequeños sin documentos, como originalmente tenía pensado. (Con
información de Sandra Velázquez/El Diario)
(DIARIO DE JUAREZ / EL DIARIO DE EL PASO | DE LA
REDACCIÓN/ MARTES 25 JULIO 2017 | 00:01:00 HRS)
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