La
revista proceso en su edición 2031 publicó en un reportaje que
las declaraciones de 13 de los custodios y encargados de monitoreo
presos en el penal de El Altiplano acusados del delito de evasión por la fuga
de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, ocurrida el 11 de julio, muestran paso a paso
lo ocurrido esa noche en el penal de máxima seguridad y lo que las autoridades
federales han ocultado.
Los
testimonios señalan las fallas de la penitenciaría, como el hecho de que el
sistema geofónico –que detecta ruidos en el piso– no funcionaba desde hace un
año y dos meses; que 30% de las cámaras de vigilancia perimetral estaban
descompuestas; que los monitores se pasman, y que a los custodios les dieron a
leer el protocolo de actuación… un mes después de la fuga.
Demuestran
también que a través de correo electrónico o radio tipo Matra, la base central
de la Policía Federal en avenida Constituyentes recibió de manera inmediata las
incidencias durante la noche de la evasión.
En
sus declaraciones ante el Ministerio Público Federal –integradas en la causa
penal 48, radicada en el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales
Federales en León, Guanajuato; y en la causa penal 55, del Juzgado Cuarto de
Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México– los guardias
señalan que fueron detenidos con engaños y sin orden de aprehensión. Durante 24
horas, acusan, fueron retenidos desnudos en las oficinas de la SEIDO y fueron
amenazados para aceptar su participación en la huida.
(RIODOCE/
SAUL LOPEZ/ REDACCION/ 7 octubre, 2015)
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