domingo, 21 de septiembre de 2014

ABANDONAN LOS CABOS POR DELINCUENCIA Y DESABASTO


El huracán ‘Odile’ en tierras Sudcalifornianas generó graves estragos por las fuertes lluvias y vientos superiores a los 250 Km/h, los daños se perciben a simple vista, Los Cabos se centraliza como el punto de descarga de la furia del fenómeno.

Este suceso generó psicosis en el municipio, lo que llevó a ciudadanos a tomar el control de todo a su paso, la furia fue desatada en vigilantes, gerentes y guardias de supermercados y tiendas de autoservicio, todo esto para apropiarse de los productos en venta, sin importarles los problemas económicos y de abastecimiento que implicaba.

A solo 30 kilómetros de San José del Cabo, se presentó un corte carretero, lo que limita la llegada de ayuda al municipio, el único acceso es por Cabo San Lucas. Lo que genera una sola ruta de ingreso de víveres y también una estrategia para atracar a quienes portan alimentos o productos de primera necesidad.

El Aeropuerto Internacional de Los Cabos muestra graves daños en la mayoría de su estructura, y este es el escenario de miles de historias, como la de aquellas familias que esperan la oportunidad para abandonar la península de Baja California, ya que factores como la inseguridad, desabasto y la falta de empleo, han provocado que el municipio se esté despoblando.

Primero las autoridades estaban preocupadas de trasladar a más de 30 mil turistas extranjeros y nacionales que habían quedado varados en aquel municipio, pero ahora, también se habla de ciudadanos que abandonan el sitio en busca de una mayor seguridad.

“Trabajaba en la gastronomía, pero ahorita los hoteles están destruidos, no hay turismo, no hay trabajo, ni forma de tener dinero; así que prácticamente me voy por mi familia, por la seguridad también. Más que nada es el alimento, el agua, luz y pues tenemos que buscar la manera de seguir adelante… tenemos miedo porque no tenemos hospitales, no tienen energía eléctrica y se está muriendo la gente, entonces para no causar más problemas, si nos podemos ir, hay menos que repartir, hay a menos que ayudar”, explicaron dos viajeros apresurados por subir al avión.

El intercambio de personas es lo nuevo en la pista cabeña, aviones de fuerzas federales así como de empresas privadas llegan a cada minuto, trayendo consigo víveres, agua embotellada, ropa y apoyo humano, a cambio de ciudadanos que se van desilusionados del municipio y del destino. Los viajes de regreso no tienen costo alguno, debido al puente aéreo impuesto por el gobierno federal.

Elementos de la Gendarmería  vigilan la zona, el plan  DNIII-E  se encuentra activado, y los marinos se suman al esfuerzo. Para muchos la ayudo llegó demasiado tarde.

La incertidumbre se ha apoderado de los habitantes de las comunidades de Los Cabos, "(sentimos) mucho miedo, porque no hay información, realmente no hay un centro de información que tu vayas y te digan que está pasando, si tú no tienes radio, no escuchaste nada. Yo creo que nos están ocultando información, porque ahora gente si vio fallecidos. Más que nada, es por la incertidumbre de los alimentos y las medicinas. O sea no han anunciado de gente fallecida, pero yo vivía aun lado de un arroyo bastante ancho y largo, donde estaba lleno de casitas, así de lotes chicos, entonces no sabemos de esa gente”, explicó Ana María Contreras.

Se manera lenta se vuelve a la normalidad el municipio de Los Cabos; los turistas, ya abandonaron la cuidad, los trabajadores de los grandes desarrollos hoteleros de la zona dejan sus hogares para proteger a sus familias de los saqueos y asaltos; muchos ya regresan a su lugar de origen.


(SEMANARIO ZETA/Antonio de Jesús Cervantes/ 20 de Septiembre del 2014 a las 15:50:06)

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