domingo, 25 de mayo de 2014

Y NO PASA NADA EN VERACRUZ

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*Acusa Auditoría Superior de la Federación 

Los estados solapan la impunidad de sus funcionarios al exculparlos, con un sinnúmero de razones, de los castigos que promueve la Auditoría Superior de la Federación.

Nueve de cada 10 expedientes que la ASF envió a las contralorías estatales para aplicar sanciones administrativas contra funcionarios, quedaron en la impunidad.

En un extenso reporte de 2 mil 591 páginas, la Auditoría detalla caso por caso las respuestas que dan los estados a las promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria para quienes cometen irregularidades en el manejo de fondos federales, o sea el dinero de los mexicanos.

Con corte al 31 de marzo, los expedientes que tienen “resolución definitiva” por parte de las contralorías locales suman 750, los cuales corresponden a observaciones a las cuentas públicas del 2008 al 2011.

De esos casos, en 678 los estados determinaron que no había castigo que aplicar por diferentes razones.

Argumentaron entre otras razones: evidencias insuficientes, que no se encontraron anomalías, que era improcedente la petición de la Auditoría y que, aunque sí había irregularidades, ya había prescrito el plazo legal para sancionar.

Otros motivos invocados fueron que se habían reintegrado los recursos (aunque sin especificar de dónde los habían obtenido) o que hubo incumplimiento a la ley, aunque no dolo ni mala fe.

En sólo 48 casos, la sanción determinada fue una amonestación pública o privada.

Solamente 24 expedientes concluyeron con la inhabilitación de funcionarios; 22 de ellos son de Guerrero por la cuenta pública del 2009.

Los ejemplos de cómo los estados protegen a sus funcionarios sobran.

El Estado de México pagó indebidamente a 5 mil 848 trabajadores de la educación, de los cuales 973 estuvieron comisionados al sindicato sin razón legal y otros 4 mil 875 estaban adscritos como “personal homologado”.

Sin embargo, la entidad respondió que no existían elementos para iniciar procedimiento de sanción alguno y que, además, había prescrito el tiempo para un eventual castigo.

Otro ejemplo: funcionarios de Veracruz adjudicaron directamente, sin justificación legal, tres contratos en el Puente Coatzacoalcos I, por un monto total de 87.4 millones de pesos.

La Contraloría local respondió a la ASF que sobreseyó el expediente al no haberse acreditado probable responsabilidad administrativa en el resultado.

En Baja California se entregó, de manera extemporánea, la comprobación de recursos transferidos por la Conade por 25 millones de pesos.

El gobierno aceptó la anomalía, pero dijo que no había responsabilidad de la encargada del Instituto del Deporte y cerró el caso.


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