lunes, 26 de mayo de 2014

CORRUPCIÓN GALOPANTE EN ALCOHOLES



Inspectores y funcionarios privilegian "moches" por multas... y merman ingresos.

Son tan notorios los excesos de quienes controlan el negocio del alcohol en Sonora, que hasta se atrevieron a “tocar” Hermosillo a través de “arreglos” con los propietarios de los antros nocturnos y “aguajes”, situación que nunca había ocurrido en sexenios anteriores, debido a que esta Capital es la “caja de resonancia” de cualquier evento que suceda en el Estado.

La Dirección de Alcoholes pudiera estar envuelta en un escandaloso caso de corrupción nunca antes visto debido a supuestas “mochadas” que reciben sus inspectores a cambio de dejar operar con total libertad y completa impunidad a negocios de diversos giros de la frontera sonorense que venden bebidas alcohólicas y a numerosas prácticas de extorsión a pequeños negocios que cuentan con una licencia de este tipo, de acuerdo a información proporcionada por una fuente que, justificadamente, pidió no ser identificada por temor a represalias.

Según nuestro informante, funcionarios de primer nivel en el organigrama de esa dependencia estatal atentan continuamente contra los ingresos y el patrimonio de esa importante institución en ciudades como Puerto Peñasco, San Luis Río Colorado (SLRC), Nogales y Agua Prieta al privilegiar los “arreglos” en vez de aumentar la recaudación vía multas.

En el gobierno de Eduardo Bours y en sexenios anteriores, la recaudación por multas rondaba el millón 200 mil pesos en forma sostenible, asegura el confidente, pero cuando llega Francisco “Paco” Bueno al cargo al momento de llegar Guillermo Padres a la gubernatura este concepto se demerita y baja a un mínimo de 300 mil pesos mensuales, lo que indica que se optó por la componenda para obtener entradas de dinero indebidas y golpear los ingresos de esa dependencia.

Agrega que son tan notorios los excesos de quienes controlan el negocio del alcohol en Sonora, que hasta se atrevieron a “tocar” Hermosillo a través de “arreglos” con los propietarios de los antros nocturnos y “aguajes”, situación que nunca había ocurrido en sexenios anteriores, debido a que esta Capital es la “caja de resonancia” de cualquier evento que suceda en el Estado.

Ha sido en el actual gobierno, revela el informador, cuando se ha disparado la corrupción a niveles nunca antes vistos; tan es así que según cifras oficiales en 2013 apenas se rehabilitaron dos bibliotecas públicas en toda la entidad y en contraparte se revalidaron alrededor de 5 mil 300 licencias de alcohol, lo que de una u otra forma dimensiona la magnitud del problema.

Por ejemplo, se señala que en SLRC operan cinco casinos de juegos de azar, en cuya totalidad se vende bebidas alcohólicas sin contar con la licencia respectiva a cambio de 130 mil pesos mensuales de cuota por todos estos giros.

En ese centro de población el subdirector es Fernando Salazar Ortega, quien según nuestra fuente también permite la venta diaria de actas, es decir, de documentos donde se asienta alguna irregularidad en algún negocio que vende alcohol, a cambio de una “mochada”, lo que también es visto según la óptica de quienes laboran en la Dirección de Alcoholes como la práctica de corrupción más corriente que en épocas anteriores no se realizaba.

En el caso de Puerto Peñasco, donde el subdirector es Rubén Barragán Munro, y funge como inspector Alfredo Munro Rojo, ambos parientes directos de Ernesto Munro Palacios actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Sonora, se presenta el mismo fenómeno de corrupción donde se permite que “table dances”, restaurantes y taquerías sin licencia vendan alcohol hasta altas horas de la madrugada, por mil pesos semanales cada uno, “recaudando” un total de 50 mil mensuales de “mochada”.

En el caso de Nogales, donde el subdirector es Manuel Ríos, se habla de que hay dos casinos donde se cobra a cada uno 30 mil mensuales por permitirles la venta de alcohol, además de la venta de actas, lo que cuantifica un total de 100 mil pesos que van a parar a los bolsillos de unos cuantos funcionarios al igual que en Agua Prieta donde se juntan 60 mil por este mismo concepto cada 30 días.

Ahora bien, y de acuerdo a nuestra fuente, el que opera toda esta red de complicidades es Manuel Corral, director de Inspección y Vigilancia a nivel estatal, pues por sus manos pasan todas las “mochadas” y este las sube a otros niveles y jerarquías.

Por debajo de él se encuentra un total de 12 inspectores a nivel estatal, que son quienes ejecutan el “trabajo sucio”. Por ejemplo, los nombres que han tomado más notoriedad además del citado funcionario Manuel Corral, son los de Jesús Madrid, inspector de alcoholes en Hermosillo, quien supuestamente levanta la “mochada” de los “antros”, al igual que Javier Álvarez, subdirector de la dependencia en esta capital y persona muy allegada al secretario de gobierno Roberto Romero López.

Como se ve, es tanta la supuesta corrupción que priva al interior de la Dirección de Alcoholes, por ello el actual trabajo periodístico que aquí le presentamos es apenas la punta de la punta del “iceberg”, pues en este primer informe recibido por Dossier Político no figuran las grandes tiendas de autoservicio, que por supuesto, también le entran al juego de la “danza de los millones” para robustecer los bolsillos de los funcionarios del Nuevo Sonora en una oscura relación de componendas, que representan “una raya más al tigre”.

Por ello, en los próximos días le presentaremos información reveladora de cómo trabajan los empleados de la Dirección de Alcoholes no sólo en esta capital, sino en el resto de los municipios grandes del Sur del Estado; para ofrecerle un análisis más amplio y detallado de esta lamentable situación que enciende nuevamente los “focos rojos” y pone bajo la lupa al actual gobierno estatal que culminará su sexenio el próximo año, marcado por las irregularidades financieros, los desfalcos y la ominosa corrupción ya por todos conocida.

(DOSSIER POLITICO/ Claudio Tiznado / 2014-05-25)

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