A
pesar de que el Municipio de Guaymas tuvo tres presidentes de la
República, -Plutarco Elías Calles, Abelardo L. Rodríguez y Adolfo de la
Huerta, durante las primeras décadas del siglo pasado, y Hermosillo ha
sido el asiento del sector más conservador de la estructura social de la
Entidad, como son los ganaderos desde Ónavas, Suaqui Grande, pasando
por el Río Sonora hasta Bavispe, Baserac y Cananea, el fenómeno del caciquismo regional no
enraizó tanto como en Cajeme, Navojoa y Huatabampo, sobre todo este
último, en donde cinco familias, con nombres y apellidos -los Ruiz
Karam, Ibarra, Rosas y los Bleizeffer-, se sienten dueños del destino de
esta comunidad municipal, después que desde el siglo antepasado han
usufructuado el poder político y económico del Municipio y fueron
dueños, desde antes de la Revolución de 1910 de grandes haciendas, la
honra y la vida de miles de familias y esclavos, que los consideraban de
su exclusiva propiedad.
Como lo describe a continuación, el escritor y
dirigente del Partido del Trabajo, José Luis Laguna Duarte.
HUATABAMPO DESDE EL PORFIRISMO FUE ACOSTUMBRADO AL CACIQUISMO
José Luis Laguna Duarte
En la época porfirista Huatabampo fue gobernado por el cacique de Don José Tiburcio Otero, para luego seguir con los Obregón. A la muerte de Álvaro Obregón Salido, Huatabampo fue gobernado por personas del sistema, pues no existía nada de oposición.
Entonces nuestra gente se acostumbró a
ver como se sucedían en el poder las familias de los prominentes
agricultores locales. Por esa historia el caciquismo se niega a morir, y
los huatabampenses no se inmutan ante este flagelo económico, social y
político porque no conocen otra forma de gobernar.
Este fenómeno social, se asemeja a la
época del esclavismo, pues había esclavos que podían ya tomar y
disfrutar su libertad y sin embargo se resistían, pues (con) tanto año
de vivir como esclavos ya no sabían vivir de otra manera.
Así estamos nosotros los huatabampenses,
que vemos desfilar a tres o cuatro miembros de una misma familia como
candidatos a la presidencia municipal y todavía el pueblo les da el
apoyo, como si no hubiera otras opciones y la verdad, hay que
reconocerlo, hasta ahora no las hay, porque la izquierda aún no tiene
presencia, y cuando el PRD pudo imponer un gobierno diferente no lo hizo
y más bien se pelearon entre ellos mismos y se alivianaron entre ellos
mismos.
Huatabampo debe de cambiar, debe de
despertar, ya no debe ni puede seguir apoyando a familias de caciques,
que en cuanto cumplen los 18 años alguno de sus vástagos ya lo empiezan a
trabajar para hacerlo presidente municipal, y ellos se sienten muy
seguros de que tendrán el apoyo de mucha gente porque ya están
acostumbrados a esto.
Ejemplo de caciquismo en Huatabampo lo
es el PRI, pues cada vez que concluía un periodo, ellos mismos se decían
“Ahora va Ud. Compadre o amigo”, “Ud. Sigue”, “No tenemos otra opción” y
puras de esas.
En una ocasión el PRI quiso sacudirse un
poco esa imagen negativa ante la sociedad, sin embargo no le fue muy
bien, pues el Dr. Moreno Gámez, que eras un humilde profesionista con
ideas izquierdistas y apegado a los líderes rurales, les ganó a los
ricos agricultores cuando se aplicó la “Democracia Transparente”, y ese
fue su pecado, porque el enojo de los pudientes huatabampenses fue tal,
que hicieron todo lo posible por tumbarlo, a pesar de que en su
administración se realizaron importantes acciones de obras, pero Don
Nacho Ruiz, siendo amigo del gobernador Ocaña García, promovió a su
amigo Don Roberto Rosas Ibarra, hermano de Don Francisco Rosas y del
Cábara Rosas, llegando los tres a ser presidentes municipales.
Ejemplo también de este cacicazgo son
los Ibarra, en su familia tenemos primero a Don Próspero Ibarra Ceballos
quién fue Presidente Municipal y luego fue Diputado Local siendo
Huatabampo cabecera de este distrito XXI, porque el anterior periodo era
Navojoa la cabecera y nos representó en el Congreso Guillermo Peña
Enríquez de la CTM Navojoa.
Don Próspero ejerció un gran poder político,
era el dedo que convertía a un simple ciudadano en presidente municipal
o diputado; prestigio que siguió ejerciéndose hasta después de su
fallecimiento.
Luego llega el Ing. Luis Alberto Ibarra
Guerra a la presidencia municipal sin obstáculo alguno, reafirmándose
así dicha tradición.
Posteriormente Llega Daniel Ibarra Guerra a la
presidencia municipal, y posteriormente asciende a la diputación local,
el sobrino de estos, Próspero Manuel Ibarra Otero, y sin obstáculo
alguno, llega posteriormente a la presidencia municipal, con el apoyo
del gobernador Eduardo Bours Castelo, quién es muy cercano a los Ibarra.
Al terminar su gestión, se suponía que debería de haber sido el
candidato a la diputación federal por el séptimo distrito, y no se sabe
por qué, pero en su lugar entró el Lic. Bulmaro Pacheco Moreno, quién ha
recorrido todos los puestos habidos y por haber del sector público, y
sin embargo no le ha dado en promover a hermanos o parientes a puestos
de elección popular, poniendo el ejemplo en política.
Próspero Ibarra Otero mañosamente no
promovió a nadie para la diputación local, porque alguien le ha de haber
dicho, que en esta ocasión no les darían la candidatura a la diputación
federal, y es así como volvió de candidato a la diputación local,
ganándola con muy poco margen.
Ahora quiere de nuevo buscar la
diputación federal de nueva cuenta, pero al parecer ya no cuentan con la
fuerza necesaria para alcanzar sus aspiraciones y sus proyectos
económicos, por lo que su cacicazgo debilitado se niega a morir, ante la
presencia de una nueva etapa de Huatabampo y la región. Se dice que
ahora buscará llegar a un puesto de elección popular en Álamos.
Vale también decir, que en el PAN
también se observan ciertos visos de cacicazgos políticos, los cuales
deben ser anulados y abrir la democracia con honestidad y vocación
política, darle la oportunidad a nuevos elementos capaces y apegados a
las necesidades de la gente pobre, para que las futuras administraciones
sean sustentadas en base a un claro mejoramiento de nuestra gente.
Decimos esto porque el caciquismo es malo, no deja avanzar a los
pueblos, y porque sus intereses son muy particulares y no sociales.
También en el PRD existe el cacicazgo de
los Lam, Chang y Orduño, aunque aquí es más difícil reconocerlo, pero
quienes conocen al PRD por dentro, saben que es cierto.
En el caso del Partido del Trabajo
también hay cacicazgo y es importante reconocerlo, para que los que ahí
estamos, podamos enfrentarlo y abrir los espacios políticos de nuestro
partido para permitir la participación de la gente en las decisiones
importantes.
El PT y Movimiento Ciudadano son los
partidos minoritarios, sin embargo también requieren de cambios de
actitud ante los nuevos tiempos que estamos viviendo si no queremos
seguir en el ostracismo en el que nos encontramos.
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