El pasado 17 de octubre fue consignado el jefe de enfermeros del Hospital General de Guaymas por secuestro; el titular de Salud se niega a explicar
HERMOSILLO, 27 de octubre.— A pesar de que fue
consignado por secuestro, la Secretaría de Salud en Sonora, a cargo de
Bernardo Campillo García, mantiene en su nómina a Francisco Javier López Lucero, quien fungía como jefe de enfermeros del Hospital General de Guaymas, donde un jornalero agrícola murió tras cinco días de agonía sin recibir atención médica.
Así lo confirmó el ex director de dicho hospital, Alfredo Cervantes
Alcaraz, quien el viernes pasado fue destituido de su cargo por el
secretario de Salud para no entorpecer las investigaciones en torno a la
muerte del jornalero.
La Secretaría (de Salud) no puede proceder en contra del jefe de enfermeros (López Lucero), porque no le ha sido solicitado por el departamento jurídico interno y tampoco nadie ha informado sobre su situación legal y hasta que se resuelva el caso se tomará una decisión”, explicó Cervantes Alcaraz en una entrevista para medios locales, confirmando que el funcionario consignado por secuestro continúa en nómina de la Secretaría de Salud.
Fue el viernes 27 de septiembre, cuando el dirigente municipal del
PAN en Guaymas, Omar Núñez Caravantes, presentó una denuncia por
secuestro ante el Ministerio Público; agentes de la Policía Estatal
Investigadora detuvieron como principal sospechoso a López Lucero, alto
mando de la Secretaría de Salud y ex dirigente albiazul, quien el 17 de
octubre fue ingresado al Cereso, pero continúa en nómina.
Es decir, el Hospital General de Guaymas, que depende del presupuesto
de la Secretaría de Salud estatal, niega la atención médica a un
jornalero agrícola porque no tenía dinero para pagar el servicio, ni era
derechohabiente, pero continúa pagando su salario al acusado de cometer
un delito grave.
En una fotografía en el perfil de Facebook de López Lucero, quien es
acusado de secuestro, se le ve acompañado del secretario de Salud en
Sonora, Bernardo Campillo García, en un evento público realizado pocos
días antes de que la Procuraduría de Justicia del Estado de Sonora
(PGJE) lo consignara por su presunta participación en el secuestro de
Núñez Caravantes.
Cuestionado al respecto en entrevista para medios locales, el titular
de Salud, Bernardo Campillo García, se negó a dar explicaciones del
alto cargo que ocupa el funcionario acusado de secuestro y mucho menos
explicó porqué continúa en la nómina de la dependencia.
A mí no me han hecho llegar ninguna información (del caso de López Lucero), pero como cualquier ciudadano y en este caso en calidad de funcionario estatal deseo que la ley se cumpla y lleguen hasta donde tengan que llegar para que los culpables sean detenidos y paguen por las malas acciones que estén realizando.”
Por otra parte, el cuerpo del jornalero agrícola, quien agonizó por
cinco días frente al Hospital General de Guaymas, lleva seis días en el
interior del cuarto frío de la funeraria Getsemaní en espera que sus
familiares reclamen el cuerpo.
El gobierno municipal descarta sepultarlo en una fosa común.
Luego de que le practicaran la necropsia a José Sánchez Carrasco, de
38 años, originario de Casas Grandes, Chihuahua, sus restos fueron
sometidos a un procedimiento para conservación, informó un empleado de
la funeraria.
Hicieron inversión millonaria en hospital que dejó morir a jornalero
Aunque el Hospital General de Guaymas, Sonora, ha invertido más de 67 millones de pesos
durante cinco años como parte de un programa de remodelación, la mejora
física en las instalaciones no se reflejó en la atención del servicio
por parte del personal, ya que a las afueras de la unidad médica
falleció el jornalero José Sánchez Carrasco, a quien se le negó el
servicio por no tener dinero ni ser derechohabiente.
Las obras de remozamiento de ese hospital iniciaron en 2008 con una
inversión de 20 millones de pesos y hasta la fecha se han invertido más
de 67 millones de pesos divididos en tres etapas de construcción, con el
objetivo de hacer mejorías en las áreas de urgencias y consulta
general.
Sin embargo, el monto invertido demostró que las adecuaciones que
hicieron en la infraestructura y el equipamiento no evitaron la muerte
del trabajador de 38 años, que cinco días estuvo afuera de la unidad
médica para solicitar su atención, aunque ninguno de los trabajadores
administrativos, enfermeras o médicos decidió eliminar burocracias para
darle el servicio.
A pesar de la negligencia que causó la muerte de José Sánchez, hace cuatro meses,
el secretario de salud de la entidad, Bernardo Campillo García,
presumió que Sonora cuenta con un sector salud creciente, donde se
trabaja para fortalecer el equipamiento, la infraestructura médica y los
recursos humanos.
Durante su comparecencia ante el pleno del Congreso del estado en
junio pasado, el funcionario estatal aseguró que “los más de diez mil
empleados de la Secretaría de Salud están más capacitados ahora que
antes, y el Seguro Popular cubre 85 por ciento de las enfermedades más
frecuentes”.
No obstante, la muerte del jornalero demostró que esa capacitación de
los recursos humanos de los hospitales, como el de Guaymas, ha sido
insuficiente para tomar decisiones que pueden representar la vida o el
deceso de un ser humano.
Aunque en varios actos público, el titular de salud del gobierno de
Sonora ha destacado que la remodelación del Hospital General de Guaymas
beneficiará a más de 185 mil usuarios, no evitó que afuera de sus
instalaciones falleciera un hombre que, por no tener dinero, fue
rechazado.
Como parte de la remodelación, el hospital contará con 52 nuevas
camas adicionales, aunque ya recibió arreglos en el área de urgencias,
quirófanos, área administrativa, módulo de seguro popular y consulta
externa, mientras que el banco de sangre, el laboratorio de rayos X, la
sala de espera y los baños se encuentran en espera de concluir los
trabajos de rehabilitación.
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