Agencias
México.- De acuerdo
con la columna "Historias de reportero", que pública El Universal en
el DF, encerrada en una sala de juntas del hangar de la PGR, Gordillo Morales
pidió un doctor y le permitieron un telefonema.
Al momento de ser
detenida, la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) lanzó una amenaza: “Ustedes no saben la que les voy a armar”, dijo a sus
captores.
Así lo da a conocer
la columna “Historias de reportero”, que publica el diario El Universal, sobre
el momento en que la también llamada “maestra” fue detenida en el aeropuerto de
Toluca por personal de la Procuraduría General de la República (PGR).
“A eso de las seis
de la tarde (del martes), el primer avión de la Marina aterrizó en Toluca y se
quedó en las pistas de rodaje esperando a su objetivo: cinco minutos después
bajó el de Elba Esther. Como si se tratara de una persecución callejera, la
nave oficial cerró el paso a la de Gordillo porque temían que al notar la
presencia policiaca huyera con un despegue intempestivo”, destaca el texto de
Carlos Loret de Mola.
Los agentes
federales irrumpieron en la cabina de pasajeros de la dirigente magisterial y
uno le expuso: “Tenemos una orden de aprehensión contra usted, le pedimos que
se baje y nos acompañe”.
Entonces, detalla
Loret, Elba respondió: “Yo no voy a hablar con usted si me habla en ese tono.
Usted y yo no somos iguales. Yo sí fui a la escuela”.
El agente federal
(quien actualmente cursa una maestría, dice el texto) reviró: “Haga lo que
quiera, pero nosotros la vamos a llevar. Usted diga si es por las buenas o cómo
le hacemos”.
Gordillo respondió:
“No voy a oponer resistencia”.
La columna señala
que elementos de la Marina la subieron a una de sus camionetas, que la llegó al
avión oficial para trasladarla al hangar de la PGR en el aeropuerto del
Distrito Federal.
Cuando abordaba la
nave que era su primer arresto, Elba lanzó: “Ustedes no saben la que les voy a
armar”.
Loret señala que en
el DF, encerrada en una sala de juntas del hangar de la PGR, Gordillo Morales
pidió un doctor y le permitieron un telefonema.
En una ambulancia
viajó al penal de Santa Martha Acatitla.
“En el camino, en
cada tope que pasaba casi sin detenerse, un quejido se escuchaba desde la
camilla”, remata el texto.
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