sábado, 26 de enero de 2013

SEÑOR GOBERNADOR: EN SONORA LA SOCIEDAD CIVIL MANDA




Prof. Oscar Acosta Castro / Dossier política 
En su novela “La mala hora” Gabriel García Márquez describe la vida de un pueblo colombiano que ha sufrido las consecuencias de las luchas políticas y cuando los discursos prometían una era de paz empiezan a aparecer con un efecto devastador pasquines pegados en las paredes afirmando lo que la gente dice. Es todo el pueblo y no es nadie.

El Gabo de Aracataca, explica en su libro el proceso que desencadenó la violencia  en ese país sudamericano.
Dicha historia viene a cuento cuando en la Sonora “gobernada” por Guillermo Padrés, este, echó por la borda el bono democrático concedido en 2009 y su sexenio parece haber finiquitado en tres años.

En efecto, al ejecutivo de nada le sirvió su estrategia de polarizar el estado con la obra hidráulica del Acueducto Independencia, pues con el alza desmedida de impuestos y demás servicios gubernamentales se echó encima a la ciudadanía, la división que había logrado entre algunos sonorenses, de manera involuntaria los vuelve a unir, pero ahora en contra, dicho de otra  forma, las simpatías que había generado en Hermosillo por el acueducto, las perdió por la ambición de querer obtener más dinero de los bolsillos de los ciudadanos y  no solo a los propietarios de autos afectados con la Contribución al Fortalecimiento Municipal.

Olvidadizo de sus promesas de campaña, Padrés y su Nuevo Sonora han asumido rasgos de querer gobernar a espaldas del ente social y ejemplos sobran. Ahí está el caso de la imposición de un personero suyo como presidente del Supremo Tribunal de Justicia  con Sebastián Sotomayor a través de un marrullero procedimiento a espaldas del Congreso estatal, o la falta de tacto y habilidad política para haber sacado avante el presupuesto de 2012, o su apuesta a la polarización y al aplastamiento de la oposición en la elección del año pasado y actualmente con su aferramiento de gravar a los sonorenses con una cascada de contribuciones sin consenso y aprobadas mediante su aplanadora en el poder legislativo local compuesta por los diputados del PAN y sus aliados del PANAL más el voto a favor de Hilda Alcira Chang Valenzuela del PRD.

Si en otros tiempos, ante problemas que afectaban a grueso número de la población surgieron manifestaciones sociales como el de las mujeres de blanco aglutinadas en el movimiento “Vamos por Sonora, ahora es por la luz” que dirigió sus baterías en torno a las tarifas eléctricas; el “Movimiento por la Justicia” que nació a raíz de la tragedia de la Guardería ABC; el “No al Novillo” que tiene su asiento en el sur de la entidad y que se constituyó para impugnar  llevar adelante la construcción del Acueducto Independencia, ahora los ciudadanos se han organizado en el movimiento “No más impuestos”,  también llamados “los mal nacidos” y han expresado sus inconformidades respecto de los gravámenes aprobados dentro del paquete presupuestal para el 2013.

En su ensayo “¿Por qué se rebelan los pueblos?” publicado en el periódico La Jornada el 11 de mayo de 2010 el historiador Enrique Semo, sostiene que la modernización desde arriba han fracasado porque las élites se olvidaron que el pueblo debe de participar en los beneficios del desarrollo y al no darse tan importante premisa se propiciaron movimientos como la independencia y la revolución.

“Platita y fuerza” identificó como factores de gobierno un personaje de “Conversación en la Catedral”, obra del premio nobel Mario Vargas Llosa, en dónde recreó la vida en el Perú bajo la dictadura militar encabezada por el general Manuel Apolinario Odría entre 1948 y 1956 que impuso un envilecimiento colectivo e hizo desembocar a un pueblo entero en la frustración.

Como “coerción y consenso” ubicó Michel Foulcoult a los elementos del ejercicio del poder, mientras que los zapatistas del EZLN resumieron en “Mandar obedeciendo” su filosofía del mando político. 

De igual manera se ha pretendido ejercer medidas coercitivas en contra de los líderes del movimiento y aquellos actores que se han manifestado en desacuerdo con las nuevas cargas fiscales. Así lo han demostrado las amenazas vía telefónica recibidas por el diputado Miguel Pompa Corella, el intento de desacreditar al exhibir públicamente a Rebeca Villanueva en unas imágenes en las que aparece junto a sus hijas menores de edad, mal se vio el gobernador con esta acción, en tal caso debió haber evitado la publicación de las fotos de las menores y otros que también han recibido amenazas. 

El pasado jueves 17 de enero, el congreso del estado fue prácticamente sitiado por los ciudadanos inconformes y un gran número de taxistas, cuando sesionaban las comisiones de hacienda y aún así, muchos diputados no entendieron el mensaje y por solo un voto de diferencia, 9-8, se aprobó el dictamen sobre la revocación de la ley de ingresos para que pasara al pleno.

En respuesta a la resolución tomada por dichas comisiones, el gobernador desafía a la sociedad sonorense y amenaza con hacer uso del derecho de veto si el pleno del congreso modifica la Ley de ingresos aprobada.

Este es el momento para que el gobernador Padrés se tome el tiempo necesario y reflexione si está gobernando con los ciudadanos o en contra de los ciudadanos y determine si sus asesores pretenden ayudarlo o hundirlo.
¿Será verdad que la intención es entregar el gobierno al PRI el 2015?

Lo que debe de quedar claro, es que ¡en Sonora la sociedad civil manda! y su clase política acata. No hay de otra.

(DOSSIER POLITICO/ Prof. Oscar Acosta Castro / 2013-01-24)

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