Rosendo Betancourt Radilla
Ayutla / Tecoanapa.- Los retenes que instaló el movimiento ciudadano de autodefensa de
Ayutla el 6 de enero ayer fueron ocupados por militares, luego de un acuerdo
entre la dirigencia de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de
Guerrero (UPOEG) y las fuerzas castrenses.
En Tecoanapa, los
ciudadanos acataron el acuerdo porque les advirtieron que los soldados tenían
información de que el crimen organizado tuvo una reunión el martes en Acapulco,
y ahí acordó recuperar la región que está bajo el control del movimiento de
autodefensa desde el 6 de enero. Para eso atacarían los retenes de autodefensa
con “granadas, morteros y camionetas blindadas”.
Los ciudadanos
armados del municipio de Ayutla se replegaron a sus pueblos, brechas y en la
cercanía de los retenes militares, pero en Tecoanapa se mantuvieron entre los
soldados unos cinco habitantes de la región, para “supervisar su trabajo”.
El acuerdo, según
dos de los coordinadores de Tecoanapa, fue formar una “telaraña” en la que los
soldados realizarán los retenes sobre la carretera federal y los ciudadanos
armados vigilarán los pueblos y sus caminos de terracería.
Este acuerdo los molestó, porque no se les
incluyó en la toma de la decisión y se les informó hasta que hubo una incursión
militar en el retén que tenían en El Pericón.
En Ayutla el acuerdo
no causó problemas. La cabecera municipal se vio constantemente patrullada por
soldados, policías federales, estatales acreditables y ciudadanos armados.
Ahí el coordinador
de la zona, el Comandante G-1 dijo que la inconformidad en Tecoanapa fue porque
no se les informó de los acuerdos del martes por la noche, y calificó de
“confusión” la movilización ciudadana que replegó a los soldados esa noche.
El recorrido
En un recorrido por
la región que está bajo el control de ciudadanos armados en contra del crimen
organizado se constató a las 8 de la mañana que en la comunidad de Las Mesas,
municipio de San Marcos, los ciudadanos fueron sustituidos por soldados en los
retenes.
Ahí, el encargado de
la operación de seguridad “en contra del narcotráfico” que se identificó como
teniente Rieño dijo que los soldados tomaron el control a las 11:30 de la noche
del martes.
Unos 10 kilómetros
más adelante en la carretera federal Acapulco-Ayutla sucedió lo mismo con otro
retén que había, ya donde termina el poblado de Las Mesas, en el Crucero a San
Marcos.
El único que se
mantenía bajo el control de ciudadanos armados era el de El Pericón, pero
después de las 11 de la mañana estaría ya bajo control militar, como el resto.
Justo a la entrada
de Ayutla, en donde se instaló el punto de control emblemático del movimiento,
porque fue el primero, había también soldados. Ahí se le pidió a un uniformado
que permitiera tomar fotografías, ante lo que preguntó “¿pero qué, vienen en
son de paz o no?”
Más adelante, en lo
que el movimiento ciudadano de autodefensa convirtió en su base, frente a la
tienda de autoservicio Aurrerá, se observó a unos 40 varones con el rostro
tapado con paliacates, playeras, medias y franelas. Todos portaban armas de
bajo calibre, los calibres permitidos para que porte la población civil.
Ahí, a las 9:30 de
la mañana, el dirigente de la UPOEG, Gonzalo Torres Valencia dijo que esperaba
al ombudsman guerrerense, Juan Alarcón Hernández, quien le dijo que llegaría a
las 9 de la mañana, pero finalmente lo hizo a las 12:13 de la tarde.
En el tiempo de
espera se vio patrullar a decenas de vehículos militares llenos de soldados,
pasaron decenas de patrullas de policías federales y unas tres de ciudadanos
armados.
En el transcurso,
dirigente de la UPOEG ofreció un delicioso huevo con chile a los reporteros que
tenía para los integrantes del movimiento ciudadano. Recibió a un hombre que le
llevó dinero y al cual le agradeció y anotó en una lista.
El espacio de espera
es una banqueta, en donde los integrantes de la autodefensa de Ayutla
instalaron una mesa y algunos bancos, desde donde están “a la expectativa” del
trabajo de los militares en los retenes.
Tecoanapa y Ayutla.
Un coordinador de
Tecoanapa, quien no cuenta con nombre clave para identificarse como el de
Ayutla pero permitió ser videograbado para la entrevista, informó que se
replegaron de los retenes por un acuerdo entre la UPOEG y el Ejército.
En El Pericón, los
varones que tapan su rostro observaban en la lejanía a los soldados, pero para
las 6:10 de la tarde ya estaban entre ellos, revisando a los conductores que
pasaban por la carretera federal.
“Hubo acuerdos de la
UPOEG con el coronel del 48 Batallón y con el general de la Región Militar de
que los pueblos vamos a estar actuando en todos los puestos de revisión en que
estén los militares y en las noches nos vamos a hacer cargo de los patrullajes
en nuestras brechas, para que los pueblos se sientan con mayor seguridad”,
explicó.
El varón, de unos 30
años, relató que la noche del martes estuvo en el intento de desalojo que hizo
el Ejército al retén ciudadano de El Pericón “ahí le dijeron al pueblo que
venían a desarmarlos porque no querían gente armada en los puestos de
revisión”.
“Llegaron cuatro convoyes
y un comando y nosotros nos juntamos mayoría, tres veces más que la fuerza del
militar, nos pidieron que no nos expusiéramos, que no expusiéramos a los
ciudadanos porque estaba el rumor de un ataque de los que se portan mal”,
relató.
El rumor lo trajeron
los soldados, señaló, “nos llegaron varios mensajes a los coordinadores de que
hubo una reunión muy confidencial de los comandos del crimen organizado, fue en
Acapulco a la una de la tarde y tomamos todas las precauciones”.
“Nos dijeron que nos
iban a llegar en camionetas blindadas, que nos iban a tirar con granadas y
morteros y lo que tuvieran a su alcance, pero nosotros somos mayoría y no vamos
a permitir que eso suceda”, agregó.
En Ayutla, el
Comandante G-1, informó que hay
“acuerdos con el gobierno, nos reunimos para tomar acuerdos y si las
instituciones que están debidamente autorizadas por el marco jurídico del país
para salvaguardar a la población y hacer su chamba, pues con mucho respeto les
vamos a dar la oportunidad de que se ganen la confianza del pueblo, porque
parece que se olvidaron de implementar una política de prevención del delito”.
Con cautela, dijo
“nosotros nunca hemos tenido retenes, hemos tenido filtros y puestos de
revisión y control pero ya no continúan, tuvimos el acuerdo con el señor
gobernador y entró el Operativo Guerrero Seguro y somos muy respetuosos de eso,
ellos se encargan de los retenes y nosotros de otras tareas”.
Se le preguntó qué
sucedió en el intento de desalojo de El Pericón y en Las Mesas, como informó
este diario y expuso “fueron malas interpretaciones, lo que pasa es que a veces
se toman acuerdos y por eso suceden situaciones de esas y como somos
campesinos, gente del pueblo y por la ignorancia se cometen errores, pero no
hay tal enfrentamiento, estamos colaborando muy respetuosamente con el
Ejército, la Marina, pero estamos en coordinación”.
(SUR DE ACAPULCO/ Rosendo Betancourt Radilla /Ene 24,
2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario