sábado, 1 de diciembre de 2012

LOS DESPLEGADOS Y OTTO CLAUSSEN


Fernando Villa Escárciga
Interesante a más no poder avanza la tragicómica política sonorense ahora que 71 Alcaldes presionan a los Diputados para que aprueben un Presupuesto que ni siquiera conocen.
 
Los munícipes, varios de ellos ex diputados del PRI que desaprobaron el Presupuesto sonorense del 2012, hoy negocian tras bambalinas para obtener pedazos del pastel.
 
Entre otras cosas, los firmantes arguyen la dramática situación financiera de sus Municipios aunque de entrada “gastaron” cientos de miles de pesos en desplegados periodísticos.
 
Ya se sabrá si los Alcaldes "des-plegados" pagaron o no tales inserciones pues sobrarán ciudadanos que a través de los mecanismos de transparencia exijan la respectiva información.
 
Igual habrá qué ver si el responsable de la publicación, Rogelio Preciado, es el mismo titular de Comunicación de Huatabampo, de triste fama mundial por plagiar el olímpico logo de Río 2016.
 
Para efectos políticos son de llamar la atención una presencia y una ausencia en el escrito de marras, los priístas Rogelio Díaz Brown y Otto Claussen Iberri, de Cajeme y Guaymas.
 
Obsérvese que “El Roger”, como llaman sus amigos al cajemense, haya dado su brazo a torcer con el Gobierno del Estado para poner contra la esquina a los diputados, incluidos los del PRI.
 
Es como si de antemano calificase las “discordancias” entre las bancadas tricolores y azules como asuntos pueriles, entre ellos los casos del Diputado Ausente y lo de Sebastián Sotomayor por citar algunos.
 
¿Qué decir de aquel acuerdo de priístas en Cajeme cuando exigieron a los entonces diputados electos del tricolor revisar la liberación de 400 millones para el Acueducto Independencia?
 
Se entiende, bien pudiera sentirse Díaz Brown abrumado por el tremendo golpe de triunfo político-mediático de Guillermo Padrés ahora que el Acueducto es un hecho.
 
Y falta esperar que el agua llegue a raudales a la capital, con lo que el Gobernador emanado del PAN se echará a la bolsa la simpatía de cientos de miles de sonorenses por la magna obra.
 
A como van las cosas, imagine usted otro desplegado del Alcalde de Cajeme con dedicatoria para la capital: “Agua para Hermosillo, del Yaqui con amor”. Sería un gesto de ternura.
 
Respecto a Otto Claussen, el alcalde de Guaymas, tanto como congruencia política, con su negativa a firmar demostró el debido respeto institucional al Poder Legislativo de Sonora.
 
Entiéndase como negativa, a partir de la reciente reunión del secretario de Gobierno, Roberto Romero López, con el Presidente Municipal del Puerto.
 
Quizá ningún Alcalde de Sonora esté más atribulado por la crisis financiera de su Municipio que el mismo Claussen, lo que seguramente hizo saber al Secretario de Gobierno.
 
Pero Claussen no mostró el hambre ni se arredró, en una postura de verticalidad como cuando fue políticamente perseguido por el contralor estatal Carlos Tapia Astiazarán.
 
Como sea, sin considerar al puerto, a Romero hay que abonarle que sacó la chamba. Lograr la firma –y la voluntad -- de 71 de 72 Municipios es una exitosa encomienda.
 
Si la política de altura es asunto de respeto, diálogo y coordinación es de valorar el compromiso de Romero y del propio Gobernador hacia Guaymas. Dicen que apoyarán al Municipio, pues.
 
Lo que otros Alcaldes entiendan por esos conceptos, derivado del desplegado que firmaron, deja mucho que desear en lo respecta al Congreso del Estado de Sonora.
 
Supóngase que los Diputados del PRI, PAN, PRD, Verde y PANAL respondan con otro escrito a los Presidentes Municipales de todos los Municipios lanzándoles un exhorto:
 
Exigir a los Ayuntamientos que cumplan, por lo menos, con los mandatos constitucionales: el honrado manejo del presupuesto público, el total cumplimiento de la ley y la prestación eficiente de servicios al ciudadano.
 
Por otra parte, legalmente ¿Quiénes diablos son los Alcaldes para hacerse corresponsables de la carga impositiva? Esa y otras cuestiones, en el ámbito estatal, sólo a los diputados compete.
 
Respecto a estos últimos, difícil será esperar una respuesta política a la altura de las circunstancias de tan chistoso desplegado, pues en su mayoría son medrosos o portan cencerro al cuello.
 
De los pocos priístas que podrían ponerle el cascabel al gato destaca Abel Murrieta Gutiérrez, pero al igual que “El Roger”, el ex procurador pertenece al corral de Ricardo Bours Castelo.
 
Así que nadie fantasee con una postura digna del Congreso de Sonora, a sabiendas de que la republicana división de poderes es una quimera sometida a los verdaderos grupos de poder.
 
Por lo pronto y con este desplegado, se advierte que el gobernador Padrés sigue en avance, en recuperación lenta pero sostenida del poder azul que para el 2015 quiere repetir en Sonora.
 
El de Magdalena debe estar contento, tranquilo. Tiene motivos: desplegar a tantos, sea por coerción o por consenso, es manifestación de poder, ejercicio de gobierno.
 
Salud, pues. A todos.

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