Lorena Figueroa/ Diario de El Paso
El Paso— Ni la violencia y muertes relacionadas al narcotráfico ni una mayor vigilancia de las autoridades en la frontera han disuadido a los menores de edad para que dejen de cruzar droga por esta frontera.
Hasta en más del doble se dispararon los casos de adolescentes detenidos con tráfico en los cruces y puentes de la región de El Paso durante el año fiscal 2011, en contraste con el periodo anterior.
Mientras que en 2010 sumaron 40 casos de este tipo, para el siguiente año “brincaron” a 96 –el mayor número, incluso, desde el 2008–, según estadísticas de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Y la tendencia, al parecer, continúa al alza, ya que en lo que va de 2012 suman por lo menos 16 incidentes de este tipo, agregan.
Apenas este mes se hicieron públicos los casos de cuatro menores de edad traficantes de drogas, uno de ellos de apenas 14 años.
"Los narcotraficantes siguen engañando a estos niños para que crucen droga. Les pintan todo muy bonito, de que por ser menores de edad nada les va a pasar, pero no es así", expresó la encargada de la Unidad Juvenil de la Procuraduría del Condado, Laura Chrispopherson.
Indicó que las organizaciones delictivas los acechan con esa promesa y el pago de entre 200 y 500 dólares por cruzar a El Paso un vehículo "cargado".
La fiscal aseguró que, contrario a lo que se piensa, son pocos los menores mexicanos que ahora se involucran en el narcotráfico.
En los últimos años la mayoría de los detenidos son de ciudadanía estadounidense.
Datos de la Unidad Juvenil indican que entre enero y octubre de 2011 sumaron ocho menores enjuiciados: dos de ellos por posesión de menos de 5 libras (2.3 kilos) de mariguana; cuatro por posesión de entre 5 y 50 libras (22.6 kilos); y dos más por traer entre 50 y 2 mil libras (907 kilogramos).
Seis de ellos son ciudadanos estadounidenses y tres de nacionalidad mexicana, agregan.
Aunque la mayoría trafica con mariguana, Chrispopherson comentó que los menores sirven también como "mulas" para transportar cocaína, heroína y metanfetaminas.
En 2010, por ejemplo, dos adolescentes traficaron con estas últimas drogas, según los informes.
La fiscal precisó que a su oficina son canalizados los menores de 17 años detenidos en alguno de los cruces entre El Paso y Ciudad Juárez.
Recordó que los jóvenes que tienen 17 años y cruzan droga son considerados como adultos y, por lo mismo, son procesados como tales, según lo estipulan las leyes texanas.
En tanto que los menores de esa edad son castigados ya sea con libertad supervisada hasta que cumplan los 18 años o tiempo en el Departamento de Probatoria para Menores hasta que tengan los 19, según la droga y cantidad que trafiquen, dijo Chrispopherson.
Enfatizó que el historial delictivo de los menores que son castigados en el tribunal para menores, se mantiene abierto hasta que cumplan los 21 años, es decir, la mayoría de edad en Estados Unidos.
Como consecuencia de sus antecedentes penales, los jóvenes no podrán pedir préstamos para estudiar y ni empleo en alguna oficina de gobierno.
El número de menores procesados en el condado de El Paso es apenas una fracción de los traficantes que se detectan en los cruces internacionales de esta región fronteriza.
Datos de CBP dicen que durante el año fiscal 2011 -entre el 1 de octubre de 2010 y el 30 de septiembre del 2011-, fueron interceptados 96 menores de edad, entre hombres y mujeres, cuando intentaban internar drogas al país a través de los cruces dentro de la jurisdicción de El Paso.
Esa jurisdicción abarca los dos condados de El Paso y Hudspeth, así como todo el estado de Nuevo México.
La cifra representa más del doble con respecto a 2010, cuando sumaron 40 casos. En 2009 y 2008 fueron 79 y 91, respectivamente, indican los datos de CBP.
Los informes de la dependencia federal agregan que en el primer trimestre del 2012, es decir, entre octubre y diciembre pasados, sumaban ya 12 los casos, sin considerar los cuatro incidentes hechos públicos en febrero.
La dependencia reportó uno de los incidentes el 8 de febrero en el puente de Ysleta (Zaragoza), cuando los oficiales de CBP encontraron 22 libras de mariguana escondidas en un vehículo conducido por un paseño de 16 años.
En otro de los incidentes presentado el día anterior, los oficiales arrestaron a uno de 14 años, originario de Palomas, tras localizarle dos libras de mariguana en su mochila.
Por último, el 4 de febrero, en el puente de las Américas (Libre), CBP decomisó poco más de tres libras de mariguana. La droga fue encontrada atada al cuerpo de un joven de 17 años.
"El número de traficantes jóvenes que aprehendimos esa semana es mayor a lo que típicamente observamos. Usualmente tenemos tres o cuatro casos por mes", indicó Christopher Saindon, director interino de Campo de CBP El Paso.
El 21 de febrero pasado se registró otro incidente en el que se vio involucrado otro menor de edad, esta vez, del sexo femenino.
Oficiales de Aduanas interceptaron a una mujer de 16 años, residente de Deming, en el cruce de Columbus.
Ella llevaba 12 "ladrillos" de mariguana escondidos en el vehículo que conducía, indican reportes de CBP.
Ante esta problemática, la Patrulla Fronteriza, en conjunto con autoridades locales, así como educativas, ha implementado un par de campañas para desalentar a los adolescentes fronterizos a que se involucren en el tráfico de drogas o sean reclutados para trabajar en organizaciones criminales.
Una de esas campañas es la Operación Desvío (Operation Detour), dirigida a menores de entre 14 y 18 años de edad, y se lleva a cabo en varias escuelas de El Paso desde diciembre de 2009.
La campaña, que inició en 2008, en el Sector Del Río de Texas, consta de una presentación y videos "crudos" sobre las consecuencias de involucrarse en el narcotráfico, incluidas -en el mejor de los casos- la cárcel o la muerte, indicó el agente de la Patrulla Fronteriza, David Zapp, quien supervisa la Unidad Orgullo-Desvío (Pride-Detour).
Apenas la semana pasada la Patrulla Fronteriza arrancó con el Operativo Rio Mission dirigido a estudiantes "en riesgo", es decir, que han empezado a delinquir.
Esta campaña, en la que participan Policía y Sheriff, así como los jueces municipales y de paz, trata de desalentar a los jóvenes a seguir delinquiendo y a motivarlos para que tomen decisiones positivas.
"¿Que si hemos visto un efecto con estas campañas?, aunque hayamos cambiado para bien la vida de (sólo) uno (de los menores), para la Patrulla Fronteriza es un éxito", manifestó Zapp.
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