Por
Arturo Reyes Isidoro
Alguna vez publiqué aquí que un día le
preguntaron al ya entonces ex gobernador Rafael Murillo Vidal que a qué edad o
cuándo se debía retirar un político. Con aquella adustez que lo caracterizaba
respondió sin más: “Hasta que se muere”.
Contra esa afirmación, la
información que recibí anoche, ya cuando empezaba a avanzar la noche, fue
contundente: el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán pasó a retiro definitivo de
la política; no será candidato a nada; está dedicado y seguirá dedicado a la
vida académica y a su vida profesional pasó a condición de nini, de todos los
ninis; no se involucrará ni intervendrá para nada en la vida política de
Veracruz; no hará ninguna declaración más y seguirá callado; está en la actitud
de dejar que sean políticos jóvenes, hombres y mujeres, muchos de los cuales él
formó, los que ocupen los espacios de la vida pública del Estado; no tiene que
ver nada con el pretendido arribo de Erick Lagos Hernández a la dirigencia
estatal del PRI; su tarea partidista la terminó como delegado regional del CEN
del PRI en los estados de Tamaulipas, Durango, Nuevo León y Coahuila amarrando
alianzas para la postulación de candidatos a senadores y diputados federales; no
vendrá este año a la Fiesta de la Candelaria en Tlacotalpan.
Seguirá la máxima
yucateca de que el que ya bailó, que se siente.
Difícil de creer, difícil
de aceptar, sobre todo, como dije en la columna de ayer, cuando se trata de un
hombre que hizo de la política su forma de vida, la razón de ser de su
existencia.
¿Qué lo llevó a tomar tan difícil decisión? ¿Acaso quiere contribuir
con su partido no dando motivos para que no lo descalifiquen cuando se presenta
un proceso electoral muy competido? ¿Acaso no quiere tampoco ser algún escollo
para el actual Gobierno del Estado? ¿Le sugirieron, le pidieron, que ante los
cuestionamientos que le han hecho era preferible que optara por el retiro? ¿Se
enteró que en el Gobierno Federal le tienen preparada alguna celada? ¿Se quedan
huérfanas las personas hombres y mujeres que todavía se aferraban a su
influencia política?
La información que recibí anoche fue en respuesta o
como complemento a la columna de ayer, “Fidel, ¿cómo el Cid Campeador?”.
Parece
que esta vez, contrario a aquel cantar de gesta, los “moros” sí terminaron por
derrotar al héroe… por lo pronto. ¿Revivirá algún día?
Después de la
declaración de ayer de Erick Lagos Hernández desmintiendo que deje la
Subsecretaría de Gobierno para asumir la presidencia del Comité Directivo
Estatal del PRI, seguramente no faltará quien diga que se cayó o que se le cayó
el nuevo cargo, pero para ser justos con él tiene que reconocerse que nunca
salió a decir que iba a ser el nuevo dirigente partidista y menos, ni siquiera,
que tenía aspiraciones en ese sentido, aunque como en política lo único seguro
es que no hay nada seguro, en una de esas y de aquí al fin de semana le podría
surgir la posibilidad real, por qué no. Pero nadie se puede caer si no está en
lo alto y a nadie se le puede caer algo que no tiene.
Erick dijo que no
está buscando “chamba”. “Entrevistado en los pasillos de Palacio de Gobierno, el
funcionario estatal señaló que está cumpliendo con las labores propias de su
encargo, motivo por el cual aseguró que no está buscando la dirigencia
partidista”, escribió la reportera Magnolia Reyes, deRadioVer.
“No, yo no me voy
a ningún lado, yo soy subsecretario de Gobierno, el señor Gobernador me dio la
altísima responsabilidad de acompañarlo en este digno cargo y estoy haciendo un
gran trabajo con el secretario de Gobierno”.
Erick dijo no tener interés en el
cargo. “No, yo soy subsecretario de Gobierno, no ando buscando chamba, yo lo que
busco es cumplir con las funciones, con la responsabilidad que nos dio el
Gobernador, tanto al secretario de Gobierno como a un servidor y es lo que estoy
haciendo”.
“–¿Pero si le ofrecieran?
–Nadie me ha ofrecido nada,
ni ando buscando que me ofrezcan, precisamente vengo ahorita a una reunión que
tengo con el Secretario, tenemos un grupo de personas con las que estamos viendo
unos temas agrarios”.
Según una versión de crédito, cuando se empezó a
manejar la especie y luego se robusteció por tanta mención en la prensa y en las
columnas políticas más las fotos con su imagen que estaban apareciendo
publicadas a diario, el primer sorprendido fue el propio Lagos Hernández, y
entonces hizo la correcto: fue a hablar con el mánager del equipo para
preguntarle si iba a entrar como bateador emergente, si le estaba enviando una
señal y él no la había captado o qué, “por lo que se dice”.
La respuesta, sin
más, habría sido: “Déjalos que digan”, lo que Erick tomó como un rotundo no es
cierto, tu no vas, que no te aceleren. Acaso por eso su declaración contundente
de ayer sin titubeos.
En su columna “Los políticos” que publica a diario
en Notiver, ayer el colega y amigo Salvador Muñoz narra que el sábado en la
comida de la “Alianza Generacional”, al momento en que llegó el Gobernador hizo
su aparición también Erick, al que “le suelto de bocajarro:
–¿Dejas la
subsecretaría para ir al PRI?
–Pues dicen eso, pero el Gobernador no me
ha dicho nada… ya sabes cómo son estas cosas… un día antes, te avisan y te
vas.”
Al que también le extrañaba la insistente mención de Erick era a su
personal, pues decían que no veían ningún movimiento de que estuviera empacando
sus cosas, como sí vieron, en el segundo semestre del año pasado, cuando empezó
a enviar a gentes de su confianza al distrito electoral de Acayucan para que le
fueran barbechando el terreno pues su pretensión era que su partido lo postulara
como candidato a diputado federal, lo que todo indica que tampoco
será.
¿Quién, entonces, empezó a calentar la sucesión partidista dando
por “bueno” a Erick Lagos?.
Es indudable que el nombre se filtró desde adentro,
porque algunos columnistas que se hicieron eco de la especie tienen sus
contactos en las esferas oficiales que les deslizan comentarios, sin faltar
quien sugiera que la versión salió del mismo Héctor Yunes, pues está agradecido
con el de Isla pues éste en el pasado proceso sucesorio para la gubernatura le
expresó su apoyo en abierto y ahora en pago trataría de influir para dejarlo
como su sucesor.
La noche del 13 de octubre del año pasado, durante una
cena en la Casa de Gobierno con 13 columnistas políticos, dos del puerto de
Veracruz, dos colegas plantearon al gobernador Javier Duarte de Ochoa que sería
bueno que pudieran hablar directamente con él de vez en cuando para que les
diera información de primera mano y lo que comentaran en sus columnas no diera
lugar a equívocos.
El titular del Ejecutivo esquivó las peticiones, hizo como
que no las escuchó y siguió con otros temas. Meses después, por lo que se ve,
prefiere guardarse sus decisiones y jugar y divertirse con las versiones que se
manejan como ahora la de Erick Lagos.
La pregunta válida entonces es
quién sustituirá a Héctor Yunes Landa en la dirigencia, y lo lógico pensar es
que será un duarteochoista-peñanietista puro, que bien podría ser un político
con experiencia.
¿Erika Ayala, presidenta del PRI y candidata a diputada
federal?
Tan pronto Erika Ayala asumió anoche interinamente la
presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, la versión que corrió es que
de ahí podría pasar a ser la candidata a diputada federal propietaria por el
distrito de Xalapa urbano dada la frescura que como joven mujer ofrece al
electorado, cansado ya de candidatos muy desgastados.
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