martes, 20 de junio de 2017

VENEZUELA: UN PAÍS SIN SALIDA


En el último intento diplomático por solucionar la crisis que se vive en Venezuela, país que ayer vivió otra jornada violenta, la OEA no logró aprobar una declaración conjunta para condenar el régimen de Nicolás Maduro y frenar la Asamblea Nacional Constituyente

“Nosotros desconoceremos cualquier resolución y el mecanismo tramposo que se ha seguido hasta llegar aquí”

Delcy Rodríguez
Canciller venezolana

“Hoy le quedamos mal a la comunidad internacional pero principalmente a millones de venezolanos. Esta inacción nos será reprochada”

Manuel González Sanz
Representante de Costa Rica

El encuentro de ayer era el segundo intento de la OEA para conseguir una declaratoria que condenara el gobierno de Maduro

En abril pasado fue convocada por mayoría una reunión de consulta de los Estados del Consejo Permanente, como parte de la activación de la Carta Democrática Interamericana por la situación grave que pasa en Venezuela

La reunión de ayer comenzó con el anuncio del retiro de las dos propuestas que estaban sobre la mesa, una hecha por los países afines a Venezuela y una más impulsada por los que condenan al gobierno de Maduro

Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, dijo que la violencia en las calles que vive Venezuela se debe a la ruptura de la democracia en ese país

“Es necesario que se retome el camino de la democracia y es necesario que la OEA sea un espacio de diálogo, un espacio respetuoso y diplomático para seguir trabajando”

Luis Videgaray
Secretario de Relaciones Exteriores

La comunidad internacional sumó ayer un nuevo fracaso diplomático en su intento por construir una salida política a la crisis que se vive en Venezuela.

Mientras tanto en las calles de las ciudades venezolanas la violencia se agudiza y ayer cobró la vida de dos manifestantes que participaban en las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro.

La Organización de los Estados Americanos, la OEA, no pudo ayer en Cancún, en una reunión previa a la Asamblea General, alcanzar un acuerdo en torno a la situación grave que se vive en Venezuela.

La propuesta buscaba hacer presión internacional sobre Maduro para que suspendiera la Asamblea Nacional Constituyente, además de pedir un cese a la violencia y la liberación inmediata de los presos políticos.

El proyecto de declaración conjunta de la OEA, sometido a votación, no alcanzó los 23 votos requeridos (de 34 posibles) para que el acuerdo fuera adoptado por los países miembros de la OEA.

La iniciativa, que era impulsada por un bloque encabezado por México, logró sólo 20 votos a favor por 5 en contra y 8 abstenciones.

Venezuela no votó porque se había retirado del encuentro de ministros de Relaciones Exteriores acusando a la OEA de intervenir en asuntos internos y desconociendo cualquier resolución surgida de este organismo internacional.

La otra propuesta, presentada por San Vicente y las Granadinas, en representación de los países del Caribe, más suave que la primera, tampoco logró los votos requeridos para prosperar.

La reunión de ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la OEA era -tras el fracaso de la intermediación del Vaticano y del Unasur- la última oportunidad diplomática para suspender el proceso que comenzó el presidente Nicolás Maduro para cambiar la Constitución venezolana.

La conformación de la Asamblea Constituyente, que comenzará el próximo 30 de julio, es interpretado como un golpe del gobierno de Maduro a la Oposición venezolana.

Para diciembre del próximo año están convocadas elecciones presidenciales en Venezuela.

Las palabras del representante de Costa Rica, pronunciadas ayer tras el fracaso de las negociaciones en la OEA, definían perfectamente el sentir de la mayoría de los representantes latinoamericanos.

“Hoy le quedamos mal a la comunidad internacional pero principalmente a millones de venezolanos. Esta inacción nos será reprochada”, advirtió Manuel González Sanz en su intervención.

Luego se refirió a la violencia que se vive en las calles de las ciudades venezolanas y la muerte de manifestantes.

“La sangre de ellos nos va a manchar”, adelantó González Sanz.

BUSCABAN DIÁLOGO

Mientras la diplomacia internacional no daba respuestas ayer en Cancún, en Venezuela se registraba otra jornada violenta con un saldo de dos jóvenes manifestantes muertos en enfrentamientos con la Guardia Nacional Bolivariana.

Los dos fallecidos, menores de 18 años de edad, se suman a los más de 70 muertos que suman las protestas que desde hace 3 meses se organizan en contra del régimen de Nicolás Maduro.

La declaración original impulsada por los países más poderosos de la OEA, incluyendo México, buscaba condenar el régimen de Maduro por violaciones a los derechos humanos y exigirle la suspensión de la Asamblea Constituyente.

También se buscaba crear un mecanismo de diálogo avalado por la OEA entre el gobierno de Maduro y la Oposición.

Sin embargo, la iniciativa requería para que prosperara el apoyo de algunos países del Caribe, que se han demostrado ser aliados al gobierno venezolano desde la época de Chávez.

Este grupo de países históricamente han sido afines al chavismo en Venezuela y son los que evitaron una declaratoria de la OEA en contra de la Asamblea Constituyente de Maduro.

Los cabildeos sobre los países caribeños para conseguir el apoyo para la condena al gobierno de Maduro se intensificaron, sin embargo no se logró el apoyo requerido.

Bajo la premisa de la no intervención, países como Ecuador, Haití, El Salvador, República Dominicana, votaron en abstención el principal proyecto impulsado por la presidencia de la OEA. Otros como Nicaragua votaron en contra del proyecto de resolución de la OEA.

Desde antes de la reunión en Cancún no había mucho optimismo para alcanzar un consenso que fuera apoyado por todos los países miembros de este organismo.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, había anticipado minutos antes del inicio de la Asamblea General en Cancún que las consultas sobre el conflicto en Venezuela no terminarían con la Cumbre.

“El proceso no va a concluir hoy (ayer) aunque haya una resolución, hay una crisis fuerte que va a continuar”, aseguró Almagro en conferencia de prensa, previo al inicio de la reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores para analizar la situación en Venezuela.

La Cumbre de la OEA fue inaugurada oficialmente anoche por el presidente Enrique Peña Nieto y concluirá mañana miércoles.

La reunión, que se denomina “Fortaleciendo el Diálogo y la Concertación para la Prosperidad”, contará con la participación de representantes de los 34 países que conforman el organismo latinoamericano más fuerte.

El encuentro de ayer de cancilleres era el segundo intento de la OEA en menos de un mes para conseguir una declaratoria que condenara el gobierno del presidente Nicolás Maduro y hacer un llamado para que hubiera canales de diálogo entre el régimen chavista y sus opositores.

MEDIACIÓN FALLIDA

Desde el papa Francisco hasta el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, han intentado mediar en la crisis venezolana, pero los acontecimientos los han rebasado.

EL VATICANO

A mediados de 2016, un grupo de exmandatarios solicitaron la intervención de la Santa Sede para intervenir en la crisis venezolana, sin embargo las gestiones no dieron resultado, como confirmó el propio Vaticano.

A finales de abril de este año, el papa Francisco aseguró que estaría dispuesto a intervenir pero con condiciones claras que aseguren el éxito de la intervención. Entre ellas estarían que se fije un calendario electoral, la liberación de opositores y la autorización de asistencia humanitaria.

Hace apenas unos días, el propio Maduro solicitó al Papa su mediación.

MERCOSUR

Venezuela está suspendida de forma indefinida de Mercosur desde diciembre de 2016 porque según los argumentos de los países socios, no ha regularizado su situación en el bloque pues han faltado a más de 300 leyes y 40 tratados internacionales.

A pesar de que ha habido intentos de negociaciones entre los miembros del organismo y Venezuela para mediar en la crisis de ese país, éstas no han avanzado y en la próxima reunión entre los mandatarios del bloque -programada para el 21 de julio- no está considerada la participación de Venezuela.

UNASUR

Desde junio de 2016 la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) ha intentado mediar para lograr un diálogo entre la oposición del gobierno, e incluso el Secretario General del Organismo, Ernesto Samper intentó trabajar en colaboración con el Vaticano.

El de Unasur ha sido el esfuerzo más importante para lograr una mediación en el conflicto venezolano, sin embargo, ha sido estéril tras el intento golpista de Maduro sobre el Parlamento Venezolano en marzo pasado, y no se lograron avances sustantivos.

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO

El exmandatario español encabezó una iniciativa de diálogo en Venezuela, en donde estuvo acompañado de los expresidentes Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá y que fue impulsado por Unasur.

Los expresidentes incluso tuvieron oportunidad de exponer sus argumentos ante la Organización de Estados Americanos en 2016, aunque como todos los intentos para mediar en el conflicto, éste también fue rebasado por los acontecimientos.

ESPERABAN CONSENSO DESDE MAYO

El pasado 31 de mayo, en Washington, los cancilleres discutieron la situación de Venezuela, a propuesta de Perú, Canadá, México, Estados Unidos, quienes sugerían un mecanismo de facilitación del diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición venezolana y suspender el proceso para la Asamblea Nacional Constituyente que impulsa Maduro.

La reunión de consulta fue convocada el pasado 26 de abril por mayoría de los Estados del Consejo Permanente, como parte de la activación de la Carta Democrática Interamericana el año pasado por la situación grave que pasa en Venezuela.

Incluso el gobierno de Estados Unidos esperaba que se lograra un punto medio entre las posturas encontradas de los dos bloques de países miembros de la OEA.

“Esperamos tener el consenso necesario para aprobar una declaración, que va a expresar nuestras preocupaciones colectivas y va a llamar a todas las partes a desistir de la violencia”, señaló Kevin Sullivan, representante de los Estados Unidos ante la OEA.
La reunión de ayer comenzó con el anuncio del retiro de las dos propuestas que estaban sobre la mesa de los cancilleres: una hecha por los países miembros del Caricom, afines a Venezuela, y una más impulsada por naciones como Perú, Canadá, México, donde se condenaba al gobierno de Maduro por la violación de los derechos humanos.

El proyecto de declaratoria –que buscaba solicitar al gobierno de Maduro- reconsiderar la Asamblea Constituyente, logró los votos a favor de países como Estados Unidos, México, Argentina y Brasil.

La sesión se prolongó por más de 5 horas generando un debate entre los representantes de los países tanto desde el procedimiento hasta cuestiones sobre el papel de la OEA.

El momento más álgido lo protagonizó la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, quien al comienzo de la reunión confirmó la salida de Venezuela de la OEA no sin antes asegurar que el gobierno de Maduro no aceptaría ninguna resolución surgida de este organismo.

“Mucho se ha hablado de que hay una crisis humanitaria, pero es solo una excusa más para una intervención en Venezuela. Y no volveré a esta Asamblea mientras seamos un país libre y soberano”, señaló Rodríguez, antes de abandonar la reunión.

“Nosotros desconoceremos cualquier resolución y el mecanismo tramposo que se ha seguido hasta llegar aquí”.

La canciller venezolana acusó directamente a Luis Almagro, secretario general de la OEA, de pretender intervenir en los asuntos internos de Venezuela.

Lo calificó como “instigador de la violencia”.

Luego hizo un llamado a sus homólogos aliados.

“Cuiden y vigilen su institucionalidad para que no se produzca una grave violación a la soberanía como la que pretenden con Venezuela.

 “No necesitamos ningún tipo de intervención ni de tutelaje para resolver nuestros problemas. En Venezuela no hay déficit de democracia”, remató.

HAY UNA RUPTURA DEMOCRÁTICA EN VENEZUELA:  VIDEGARAY

El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, lamentó ayer que no se haya podido alcanzar un acuerdo en la reunión de consulta de cancilleres convocada por la OEA para intentar solucionar la crisis que se vive en Venezuela.

Videgaray aseguró que en Venezuela, con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, se vive una ruptura del régimen democrático que sigue provocando violencia en las calles de este país.

“Hoy otra vez se reportan muertos, hoy otra vez vemos que el problema está en una ruta extraordinariamente grave y preocupante.

“Hay una ruptura del orden democrático y se necesita un nuevo proceso de acercamiento político, de negociación, que parta de la base, que tenga como premisa fundamental, que se reconsidere una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que no está considerando la unidad ni la reconciliación, sino todo lo contrario. Está polarizado aún más a este país”, señaló Videgaray en su intervención en la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores donde se discutió el tema de Venezuela.

Videgaray propuso seguir con las negociaciones en la OEA para buscar un consenso con respecto a la crisis que se vive en el país sudamericano.

“Es necesario que se retome el camino de la democracia y es necesario que la OEA sea un espacio de diálogo, un espacio respetuoso y diplomático para seguir trabajando”.

Por su parte, Luis Almagro, secretario general de la OEA, prefirió ser optimista con respecto a la incapacidad de alcanzar un acuerdo sobre el tema de Venezuela.

“Hay una mayoría de países de la OEA, en el continente, que está comprometida con facilitar resolución de la crisis en Venezuela.

“En la OEA seguiremos trabajando para fortalecer una agenda de soluciones a la crisis de Venezuela. El pueblo siempre será primero”, escribió en su Twitter.


(REPORTE INDIGO/ INDIGO STAFF/ Martes 20 de junio de 2017)

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