domingo, 7 de julio de 2013

EXLOTACIÓN ILEGAL DE LA TOTOABA

Federico Grael, director de CICESE, Alejandro Arias, RNG pelágicos menores en BC; Raúl Romo, director INAPESCA; Carlos Fernández, SEPESCA y Jesús Gallo CONPESCA

Ricardo Meza Godoy
Tras ser acusado de conspirar para introducir ilegalmente a Estados Unidos buches de Totoaba (Totoaba macdonaldi) desde México, Jason Jin Shun Xie se declaró culpable, el 19 de junio de 2013, ante el Departamento de Justicia, en San Diego.
Reportes oficiales de Estados Unidos, señalan que el 30 de marzo de 2013, a Jason Xie de 49 años de edad, le fueron confiscados 170 buches de totoaba, con un peso superior a los 100 kilogramos, que había cruzado ilegalmente a través de la garita Mexicali-Calexico en contubernio con Anthony Sánchez Bueno, residente del Valle Imperial, de 34 años de edad.

Los buches iban escondidos en 3 hieleras debajo de filetes de otros pescados, pero fueron descubiertos por los agentes fronterizos. Tras su detención, el acusado Xie confesó haber traficado en el mes de febrero de 2013, otros 100 buches que iban escondidos en 2 hieleras que también fueron introducidas a Estados Unidos, con la intención de enviarlos al mercado asiático.

Xie dijo haber pagado de mil 500 a mil 800 dólares por buche, lo que valuaría lo confiscado en más de 400 mil dólares. Mientras, las autoridades norteamericanas estiman, que el valor de un solo buche de totoaba en el mercado negro de Estados Unidos puede llegar a los 5 mil dólares, y en el mercado de Asia, subir hasta los 10 mil.

Tan lucrativo estaba resultando el negocio para Xie, que pudo hacerse de una residencia en Seattle, Washington valuada en 350 mil dólares. Admitió ante la autoridad de Estados Unidos haberla comprado con las ganancias de las ventas de totoaba.

El caso de Xie y Sánchez quedó registrado bajo el número 13CR1311-CAB, pero no ha sido el único este año. En tan solo 3 meses, de febrero a abril de 2013, 7 personas fueron sentenciadas en Estados Unidos por introducir ilegalmente totoabas. En total les fueron confiscados 529 buches.

A finales de abril, Song Shen Zhen, de 73 años, residente de Calexico (caso No. 13mj1556), intentó cruzar también por la garita de Calexico, 27 buches de totoaba. Los agentes fronterizos le confiscaron los buches y lo dejaron ir, pero discretamente lo siguieron hasta su casa en Calexico, y tras conseguir una orden de cateo, descubrieron que dentro de la vivienda tenía otros 214 buches de totoaba.

“Conservadoramente” la autoridad valuó esos 214 buches traficados por Zhen, en 3.6 millones de dólares, ya en el mercado negro.

En otros casos, el 27 de febrero Oi “Sean” Chung (53) de Monterey Park California (caso No. 13mj1482), fue detenido intentando cruzar 11 buches de totoaba.

totoabas decomisadas en la fronteraEl 1 de abril, una mujer de nombre Raquel Castañeda residente de Mexicali, Baja California fue detenida intentando cruzar 28 buches (caso No. 13mj8242).

Y otros dos sujetos cuyos nombres no han sido dados a conocer, también están involucrados en lo que los agentes estadounidenses consideran casos aislados de tráfico de totoaba.

Las penas máximas que enfrentan la mayoría de ellos al violar leyes de tráfico ilegal e importación ilegal de animales, llegan hasta los 20 años en custodia, y multas no menores a 250 mil dólares.

Son cientos de especímenes extraídos ilegalmente de las costas mexicanas y millones de dólares en ganancias para los traficantes. Las autoridades de justicia del sur de California han catalogado esto como el descubrimiento de “tráfico masivo”, de una especie en peligro de extinción hacia territorio norteamericano. No obstante, en los reportes no se detalla la manera en que son distribuidos una vez llegan al mercado asiático.

La explotación de totoabas se encuentra fuera de control en el Golfo de California, particularmente en las costas frente a San Felipe y la desembocadura del Río Colorado. Donde “ofrecen la totoaba como si te ofrecieran cualquier otro producto legal”, según una fuente del Gobierno del Estado.

Lo mismo ocurre del lado de Sonora, donde algunos pescadores realizan una explotación indiscriminada y comercian con esta especie protegida. Así le fue referido directamente al investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la UABC Norberto Castro Castro, quien hacía recorrido por esa zona.

En contraste con los abiertos procesos legales en California, en México las autoridades federales no han brindado mayores detalles respecto al decomiso más reciente de totoaba, ocurrido en el puerto de Ensenada el 22 de mayo.

No se sabe nada de las investigaciones sobre los 898 mil 660 ejemplares de Pepino de Mar, secos; 78 mil 676 ejemplares muertos de Caballitos de Mar; y 108 kilogramos de panza seca, 21 cajas de vejiga seca y 955 cajas de vejiga congelada presumiblemente de totoaba; asegurados ese día.

Ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), o el Sistema de Administración Tributaria (SAT) que participaron en el operativo donde se descubrió el ilegal cargamento que llevaba como destino Asia, han reportado avances.

totoabas decomisadas en la fronteraDesinformados están, organismos como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) delegación Baja California, y la Secretaría de Acuacultura y Pesca del Estado (SEPESCA), respecto a lo que ha ocurrido con la empresa involucrada en el tráfico ilegal vía Ensenada, “Mar de Coruña”, propiedad de Alejandro Arias, quien se ostentaba como representante no gubernamental del Sistema Pelágicos Menores en Baja California, y era vocero de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (CANAIPESCA).
Al miércoles 26 de junio, la Procuraduría General de la República no tenía información para difundir sobre este caso. Se desconoce si hay detenidos; qué ha ocurrido con Arias; si hay bienes confiscados; incluso si era o no totoaba parte de ese cargamento, pues el asunto fue puesto en duda por el propio presidente de la CANAIPESCA, Juan Morán Sánchez.

En los hechos, la fuerte demanda de totoaba desde el mercado asiático es real, particularmente de China. Así fue explicado a ZETA por un integrante de la comunidad china en Baja California, quien interpreta el reciente boom de demanda de totoaba como el reflejo del rápido desarrollo económico que está viviendo aquel país.

El buche de totoaba se puede freír, se puede hacer chicharrón, o dejar secar para después cortarlo y comerlo. Tiene una consistencia similar a los cueritos de cerdo que se venden en los mercados, y es de sabor intenso. Las sopas con buche de totoaba eran muy comunes en los restaurantes de comida china en Mexicali, en los tiempos en que el consumo era legal, refiere el entrevistado.

Luego, siendo ilegal, algunos chinos no dejaron de consumirlo, aunado a creencias de que posee cualidades únicas para la salud y fortaleza. Refieren que se puede encontrar incluso hoy, en mercados de comida asiática en San Diego puede encontrarse buche de totoaba, o al menos hay productos ofertados como tal.

Se ha convertido en un producto por el que algunas personas están dispuestas a contrabandearlo a través de la frontera o por los puertos mexicanos, pese a las fuertes sanciones de la autoridad norteamericana.

Si bien ninguna autoridad puede determinar exactamente la ruta que toma la totoaba una vez llegando a China, en dicha comunidad asiática Baja California se sabe que pueden encontrarse allá en algunas tiendas medicinales, donde exponen la carne seca del pescado para que los conocedores puedan identificarla. El buche generalmente es grande (la totoaba puede medir hasta 2 metros) y tiene una distribución de venas que no presenta ningún otro pez, lo que lo hace distinguible por quienes lo conocen.

Por otro lado, los investigadores Conal David True y Norberto Castro Castro, de la UABC, encargados del proyecto de repoblación de la totoaba en el Golfo de California, solo pueden lamentarse de la explotación de la especie.

totoabas en uabc
Sin facultades para sancionar, su trabajo actualmente continúa al interior de la Facultad de Ciencias Marinas, donde mantienen un cultivo de totoabas pequeñas (2 gramos cada una aproximadamente) que están siendo cuidadas y engordadas para que puedan ser liberadas en el Golfo de California a mediados de este año.

En total el laboratorio de totoabas de la UABC tiene un aproximado de 60 mil ejemplares entre larvas y peces pequeños.

Los investigadores tienen el compromiso con la CONAPESCA de liberar al menos 2 mil ejemplares en el Golfo, aunque refieren que podrían ser 4 mil. El resto serían entregados a empresas privadas que experimentan con cultivos de totoaba. Una de estas empresas ubicada en Baja California Sur.

De acuerdo a Castro Castro, la totoaba podría tener una mejor esperanza de supervivencia en el Golfo, si las autoridades comenzaran a regular su pesca y abrieran poco a poco a los pescadores, las opciones de explotarla legalmente, pero de manera controlada. Debido a su alto valor, Castro estima que de esa forma serían los propios pescadores los que vigilarían que no fuera explotada ilegalmente, al menos eso espera.

 julio 1, 2013 )

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