- Familiares señalan a policías federales; en la corporación policiaca negaron los hechos
Yahaira Bracamontes
El pasado
viernes 5 de julio, cuatro jóvenes que circulaban a bordo de un
automóvil Sentra de color gris, por las calles Bartolomé Delgado de León
y Revolución, de la colonia El Campanario, supuestamente fueron
privados de la libertad por agentes federales ministeriales, denunciaron
sus familiares.
Mencionaron que según testigos los
muchachos circulaban por las avenidas antes mencionadas cuando fueron
interceptados por un comando armado que viajaba en una camioneta
Chevrolet, línea Tahoe, de modelo reciente, alrededor de las 16:00 horas
del viernes.
Asimismo, manifestaron que fueron
bajados del vehículo y puestos en el suelo para realizarles una revisión
corporal que duró aproximadamente 10 minutos.
Posteriormente empezaron a agredirlos
tanto física como verbalmente, para luego subirlos a la camioneta,
mientras que otro supuesto agente, que vestía pantalón caqui, camiseta
azul, con las iniciales de la Procuraduría General de la República
(PGR), se llevó el vehículo donde circulaban los jóvenes.
Familiares que realizaron su denuncia en
la sala de redacción de Diario del Yaqui, comentaron que se enteraron
de la desaparición de los jóvenes entre las 19:00 y 20:00 horas de ese
mismo día, al hacer una llamada al celular de uno de ellos, pero no
respondieron, por lo que optaron por hacer lo mismo con el resto pero
tampoco contestaron.
Una de sus hermanas mencionó que los
había dejado cerca del lugar donde supuestamente fueron privados de la
libertad y ya con esa información optaron por ir a buscarlos a dicho
sitio.
Al preguntar a las personas que se
encontraban en el lugar de los hechos si habían visto a los jóvenes
éstas respondieron que sí, horas antes.
Ante tal versión se trasladaron a las
instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a
solicitar información sobre la detención de sus familiares, donde les
respondieron que no estaban detenidos y empezaron a indagar sobre su
paradero en las diversas corporaciones sin obtener respuesta positiva,
optando por denunciar ante el Ministerio Público de la PGJE la
desaparición de los jóvenes.
Los jóvenes responden a los nombres de:
Carlos Valentín Meza Lucero, (a) el bofe, de 30 años, de oficio
“chicharronero”; Luis Manuel Morales Diezmartínez, “el pipo”, de 30
años, de oficio “taquero”; Germán Jeovany Ponce Manjarrez, “el coco”, de
20 años, se dedica a la compraventa de automóviles; Héctor Soto “el
cacho”, 32 años, de oficio empleado, todos con domicilio en la colonia
Plano Oriente.
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