sábado, 3 de agosto de 2013

ABANDONADO Y MORIBUNDO, MÚSICO QUE TOCÓ PARA JUANGA

 
Las cuerdas de la vihuela nadie las toca. El instrumento, arrumbado dentro de su estuche roto, está en silencio... su dueño muere de a poco.

El músico Carlos Elías Dena Rodríguez, quien a duras penas logra explicar que en su época de gloria tocó para “el hijo pródigo de Juárez”, Juan Gabriel, se encuentra en el abandono.

Su caso se conoció ayer por la mañana, en atención a la queja de los pocos residentes de una vecindad ubicada entre las calles María Martínez y Pípila, de la colonia Bella Vista.

Agentes de la Policía Ministerial Investigadora irrumpieron en los apartamentos y sin mostrar orden de cateo entraron cuarto por cuarto, violentaron las chapas de las puertas principales, e ingresaron al cuarto 624 donde yace en un colchón viejo y entre sus heces fecales el moribundo.

Asqueados por los malos olores, los oficiales salieron de la habitación y no ofrecieron ninguna asistencia al hombre que desde hace varios días no puede ponerse en pie y no ha probado alimento.

Dentro del cuarto no hay comida, ni agua, sólo unos pocos muebles viejos y sucios. En las paredes cuelgan unas cuantas fotografías que muestran la grandeza del mariachi, el cual cayó inconsciente una de esas noches mientras caminaba por las calles de la avenida Juárez en busca de su sustento diario.

Carlos Dena ya no articula palabras, tampoco logra escribir y la comunicación con él es difícil, aunque sus lágrimas no necesitan traducción.

En la mesa de madera donde está la vihuela sucia, se observa su credencial de elector y los medicamentos que le recetó el médico César Díaz, del Hospital General. Los vecinos dicen que tras la caída, permaneció varios días internado y a través de los medios de comunicación la institución pidió a los familiares que lo identificaran y pasaran por él. Nadie acudió.

Entonces, el personal optó por llevarlo a su cuarto insalubre. Desde el 22 de julio las cajas con naproxeno y paracetamol, entre otras medicinas, están atadas con una liga dentro de la bolsa de plástico junto a la receta con las instrucciones.

Permanecen intactas porque el enfermo no puede ponerse de pie, menos ir por un vaso de agua e ingerir las pastillas; tampoco puede pedir ayuda.

Los habitantes de la vecindad dicen que no han tenido suerte al buscar a los familiares de Carlos Dena y hasta ahora la ayuda que le han podido proporcionar es mínima, pues son personas de escasos recursos.

A un lado de su apartamento vive un hombre invidente, en el segundo piso una pareja que sobrevive gracias a que el hombre tiene dos trabajos y la mujer otro empleo. También radica un adulto mayor, también discapacitado.

Si usted desea ayudarlo, puede acudir a la calle Pípila 624 y María Martínez, zona Centro.

lsosa@redaccion.diario.com.mx
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ Luz del Carmen Sosa/ 2013-08-02 | 23:04)






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