martes, 22 de enero de 2013

LOS MÁS BUSCADOS




Del CAF, siguen prófugos Fernando Sánchez Arellano, Enedina Arellano Félix y Manuel Aguirre Galindo

El gobierno de Enrique Peña Nieto no da señas de querer capturar o eliminar a Joaquín “El Chapo” Guzmán

Al reconocer hasta 80 cárteles en el país, “entre medianos y pequeños”, la PGR automáticamente debe ir, por lo menos, por igual número de líderes

“No se está tocando a la dimensión de guante blanco de las empresas criminales, que son las que realmente llevan las estrategias criminales de Sinaloa, los Zetas, Los Caballeros Templarios, de Tijuana, de diferentes grupos criminales hacia la exportación de su presencia en 54 países del mundo”, advirtió recientemente Edgardo Buscaglia  Stratford: “Violencia persistente


Investigaciones ZETA
A 50 días de iniciado, el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha declarado públicamente que irá durante el sexenio tras la captura o eliminación de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.

Ni lo han mencionado por su nombre, menos declarado la guerra, ni Enrique Peña Nieto, ni Jesús Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República (PGR); tampoco algún elemento de las Fuerzas Armadas de México. Hasta ahora, Joaquín Guzmán Loera es el innombrable durante el gobierno de Peña Nieto.

El sexenio de Felipe Calderón terminó fortaleciendo al Cártel de Sinaloa capturando o aniquilando a los enemigos de “El Chapo”; y a casi dos meses de iniciada la administración de Enrique Peña Nieto, el capo sinaloense continúa su poderío transexenal.

Fue el 23 de marzo de 2009 cuando el gobierno de Felipe Calderón colgó en la página de la PGR el mapa de los 37 narcotraficantes más buscados; 25 fueron capturados o ejecutados, y 12 continuaron prófugos.

Obviamente, a los 12 prófugos del sexenio anterior hay que sumarle los que ocuparon el liderazgo vacante tras la aprehensión o eliminación de los 25 delincuentes más buscados.

De hecho, Murillo Karam expresó a Carmen Aristegui para MVS que “calcularía entre 60 y 80 (cárteles), entre medianos y chicos”.

“Están en varias partes del país”, alcanzó a decir el fiscal federal.

En los inicios de la administración priista, expuso Karam, “estamos identificando exactamente, geográficamente, sus zonas de influencia”.

Mientras el gobierno de EPN “identifica exactamente” a los capos, sus grupos armados y lugartenientes, los siguientes son los que ya están identificados desde hace años, por lo menos desde la última administración federal.

Los narcos oficialmente prófugos

De acuerdo con el Programa de Recompensas vigente de la PGR publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de marzo de 2009, el Gobierno Federal ofrece 30 millones de pesos a quien proporcione información relevante y útil para la identificación, localización, detención o aprehensión de 24 líderes del narcotráfico y 13 lugartenientes; 37 en total.

Hay que recordar que de los 24 capos “más buscados”, cinco han sido eliminados por las Fuerzas Armadas, principalmente por la Secretaría de Marina, nueve fueron capturados y 10 gozan de libertad.

Los cinco abatidos son: Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal (Cártel de Sinaloa), Heriberto Lazcano Lazcano (Los Zetas), Ezequiel Cárdenas Guillén “Tony Tormenta” (Cártel del Golfo), Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” (Cártel Beltrán Leyva) y Nazario Moreno González “El Chayo” (La Familia).

De los nueve capos detenidos durante el sexenio de Calderón, entre 2009 y 2012, del Cártel de Sinaloa solo ha sido aprehendido Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, posteriormente extraditado a Estados Unidos.

Del Cártel del Golfo fue arrestado Jorge Eduardo Costilla Sánchez “El Coss”; y de Los Zetas, Iván Velázquez Caballero “El Talibán” y Gregorio Sauceda Gamboa “El Goyo”.

Por parte del Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva fueron aprehendidos Sergio Villarreal Barragán “El Grande” y Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”.

Del Cártel de Juárez fue detenido Vicente Carrillo Leyva “El Ingeniero”; de La Familia, José de Jesús Méndez Vargas “El Chango”; y Teodoro García Simental, del Cártel Arellano Félix (CAF).

Entre los diez capos prófugos que ahora corresponde al gobierno de Enrique Peña Nieto ir por ellos, figuran:

Del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”,  Ismael Zambada García “El Mayo” y Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”. Por parte de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40” y Omar Treviño Morales “Z-42”.

También andan libres Héctor Beltrán Leyva “El H” o “El General” del Cártel Beltrán Leyva; Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy”, del Cártel de Juárez; Servando Gómez Martínez “La Tuta”, líder de Los Caballeros Templarios y Dionicio Loya Plancarte “El Tío”, de La Familia; y Fernando Sánchez Arellano, del CAF.

Los que para la PGR no alcanzan el rango de capos son 13 lugartenientes, de los cuales 11 han sido detenidos o eliminados, quedando prófugos Francisco Hernández García “El 2000” o “El Panchillo”, del Cártel Beltrán Leyva; y Juan Pablo Ledesma y/o Eduardo Ledesma “El JL”, del Cártel de Juárez.

El menos encontrado

Durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón no lo encontraron, pero hasta el Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, Héctor González Martínez, dio pistas en abril de 2009 sobre el supuesto escondite de Joaquín Guzmán Loera: “Más delante de Guanaceví (Durango), por ahí vive ‘El Chapo’; todos lo sabemos, menos la autoridad”, diría seriamente el prelado.

La PGR ofrece 30 millones de pesos a quien proporcione información fidedigna que conduzca al paradero de Joaquín Guzmán; mientras tanto, la Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ofrece hasta 5 millones de dólares.

Hay que recordar que en los últimos dos sexenios federales, Joaquín “El Chapo” Guzmán ha aumentado su poderío: En la administración del ex Presidente Vicente Fox, justo el 19 de enero de 2001, el narcotraficante “escapó” del penal de “máxima seguridad” conocido como Puente Grande.

El 13 de marzo de 2012, Guzmán “escapó” en días previos a las reuniones informales de cancilleres del G-20 en Los Cabos, mismas que sucederían el 19 y 20 del mismo mes.

El narcotraficante reposaba muy a gusto con una dama de compañía en una exclusiva mansión de Cabo San Lucas, cuando fue avisado que se fraguaba un operativo de la Policía Federal y la Marina mexicana para capturarlo; la DEA había informado a las autoridades mexicanas sobre el lujoso escondite de “El Chapo”.

“Sabemos que estuvo allí”, presumía José Cuitláhuac Salinas, en esa ocasión subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.

Entre los años 2009 y 2012, la revista Forbes ha ubicado a Guzmán Loera entre los hombres más ricos del planeta, al amasar una jugosísima fortuna valuada en más de mil millones de dólares.

Apenas a mediados de junio, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informaba que “El Chapo” Guzmán ya controla Ciudad Juárez, luego de una sanguinaria guerra contra el Cártel de Juárez.

En los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y en los inicios de la administración de Enrique Peña Nieto, Joaquín Guzmán es el menos encontrado.

Los prófugos del CAF

Tras la captura en 2006 de Javier Arellano Félix “El Tigrillo” y de su hermano, Eduardo Arrellano Félix en 2008, el sobrino Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” quedó como líder del Cártel Arellano Félix.

Por Fernando Sánchez la PGR ofrece 30 millones de pesos a quien proporcione información relevante y útil para su identificación, localización, detención o aprehensión; fue uno de los 37 narcotraficantes más buscados en la administración calderonista.

En la afamada lista de la Procuraduría General de la República, no aparece Enedina Arellano Félix, la lideresa del CAF, por lo tanto el Gobierno Federal no ofrece recompensa alguna, tampoco el gobierno de Estados Unidos.

No obstante, en su edición 1784 correspondiente al 6 de junio de 2008, ZETA informó que la PGR incluyó a Enedina Arellano Félix, también a Eduardo Arellano Félix -hasta ese entonces libre-, entre “los más buscados” por el Gobierno Federal.

El documento de la PGR en poder de ZETA consta de 85 páginas y refería a los más buscados por cártel hasta 2008: Sinaloa, Golfo, Juárez y Tijuana. Por primera vez fue incluido el nombre de Enedina Arellano Félix.

A la fecha, además de Enedina y Fernando Sánchez, en la lista de los más buscados  del lado del CAF, figura también Manuel Aguirre Galindo “El Caballo”, uno de los líderes financieros, presuntamente radicado en el Sur de California en Estados Unidos.

Durante 2008, el liderazgo criminal de Fernando Sánchez deja de ser hegemónico, y con apoyo de José Soto “El Tigre”, que procedía del Cártel de Sinaloa, el lugarteniente delictivo Eduardo García Simental “El Teo” se escinde y da lugar a una pugna interna.

En medio de la lucha sangrienta  nacen “Los Teos”, actualmente encabezado por José Soto y la familia Uriarte, todos  parientes de Raydel López Uriarte “El Muletas”

El pleito hace posible también el asentamiento en Tijuana del cártel sinaloense que ya controlaba Mexicali. Surgen como nueva cabecilla criminal Alonso Arzate y /o Arteaga; a finales de 2009, principios de 2010, gana para Sinaloa la plaza de Tijuana, convirtiéndose en proveedor de  droga de todas las células del CAF, y en una especie de concesionarias independientes del cártel encabezado por Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán.

“Los Aquiles” abren la puerta para la llegada de otros lugartenientes de Sinaloa, como Gustavo Inzunza “El Macho Prieto”  y Cenobio Flores “El Checo”, quienes al igual que Manuel “El Gordo” Garibay, tienen sus bases de operaciones criminales en el Valle de Mexicali.

Otro presencia que ha destacado, es la de grupos que se dicen independientes del Cártel de Guadalajara, que también pagan plaza al CAF y operan con bajo perfil, cobijados por Manuel López Núñez “Don Balas”.

Como renteros y concesionarios del Cártel de Sinaloa, por lo menos siete células que le rinden cuentas a Fernando Sánchez Arellano siguen operando en la zona costa de Baja California, encabezadas por “Pelioni”, “El Kieto”, “El Mostro”, “Chikaka”, Manuel Núñez López “Don Balas”; Mario Montes de Oca “El Mario”, “El Turbo”, “El Bibi” y Melvin Gutiérrez Quiroz “El Melvin”; además de “El Camacho” o “El Marino”.

Prófugos que “estamos identificando exactamente”

A partir de la captura y eliminación de 25 de los 37 más buscados por el Gobierno Federal, han surgido organizaciones delictivas y por lo tanto lugartenientes y grupos armados que se disputan las “plazas” dejadas por los capos.

Entre los narcotraficantes que, según Jesús Murillo Karam, “estamos identificando exactamente, geográficamente, sus zonas de influencia”, se encuentran los sicarios del Cártel Independiente de Acapulco que dejaron Isidro Juárez Solís “El Kirry”, Gilberto Castrejón Morales “Comandante Gil” y Benjamín Flores “El Padrino”; además de su grupo separado conocido como La Barredora.

También falta por identificar a los líderes del Cártel de Jalisco Nueva Generación, de manera independiente del Cártel de Sinaloa que opera, de acuerdo con la PGR, en aquel estado, además de Jalisco, Guerrero, Morelos, Colima y Veracruz, sobre todo luego de la captura en 2012 de Nemesio Oceguera Cervantes.

Entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Resistencia-Los Zetas, libran una batalla en Jalisco, principalmente, además de Colima: “Estos grupos iniciaron una pugna por el control de las actividades ilícitas en Jalisco y Colima, logrando el Cártel de Jalisco Nueva Generación imponer su hegemonía, situación ante la cual La Resistencia se alió con Los Zetas, quienes han pretendido incursionar en Jalisco, operando desde el sur de Zacatecas”, expuso la PGR en 2012.

En Chihuahua operan también los autonombrados  Artistas Asesinos y Los Mexicles, además de los integrantes de La Línea y Los Aztecas.

En el Estado de Morelos, de acuerdo con la PGR, en esa entidad libran una guerra por  el control de la “plaza morelense” organizaciones delictivas como el Cártel Beltrán Leyva y La Familia, además del Cártel de Sinaloa donde destacan grupos armados como Los Guerreros Unidos La Nueva Empresa, Los Rojos, Los Negros y hasta Los Mazatlecos.

Luego de detenido Benicio Flores Hernández en noviembre de 2012 por la Marina, el líder del autonombrado Cártel del Centro dejó en disputa la plaza “del centro” del país entre ex sicarios del Cártel del Pacífico.

Por el lado del Cártel del Golfo, luego de la captura de Eduardo Costilla, Los Rojos y Los Metros disputan el liderazgo de esa organización: Los Rojos, muy cercanos a la familia Cárdenas (Rafael Cárdenas, sobrino de Osiel y Ezequiel); y Los Metros, fieles a Eduardo Costilla.

Luego de la supuesta aniquilación de Heriberto Lazcano Lazcano, el que toma las riendas de Los Zetas es Miguel Ángel Treviño “El Z-40”, quien intenta mantener la unidad de la organización más cruenta del país.

Por parte de los autonombrados Caballeros Templarios, sigue prófugo Servando Gómez Martínez “La Tuta”, y por La Familia, Dionicio Loya Plancarte continúa libre.

Del Cártel del Milenio, luego de la captura de Erick Valencia, gozan de libertad sus sicarios, entre ellos Salvador Revueltas Ureña; siguen libres también líderes del Cártel de Oaxaca, algunos familiares en el ilícito negocio y sicarios de Pedro Díaz Parada; además de integrantes del Cártel de Colima, cuyos parientes llevan el apelativo de Amezcua y, finalmente, los autonombrados Matazetas.

Por último, sigue prófugo también Fausto Isidro Meza Flores, líder del Cártel Meza Flores.

Entre toda esta proliferación de narcotraficantes y lugartenientes, uno sale fortalecido, además de los integrantes del crimen organizado “de cuello blanco”.

Prófugos “de guante blanco”

Pero más allá de los capos y lugartenientes que proliferan en el país, indiscutiblemente el Cártel de Sinaloa es el principal reto del gobierno de Enrique Peña Nieto; no solo sus líderes, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”; también los narcotraficantes “de guante blanco”.

“Las raíces políticas de la delincuencia organizada y los niveles jerárquicos de esa dimensión político-empresarial dentro de las estructuras criminales es algo muy interesante, razón por la cual le he llamado al señor (Joaquín) Loera, el gerente operativo de la organización de Sinaloa”, explica a ZETA el doctor Edgardo Buscaglia, catedrático e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y de la Universidad de Columbia.

“Realmente no tenemos que ver a estos personajes que los quieren hacer pasar como Osama bin Laden, como los jefes de jefes y los grandes estrategas; éstas son organizaciones que incluyen políticos, incluyen empresarios, incluyen operativos como el señor Guzmán Loera, incluyen a pandillas, incluyen a banqueros, incluyen a compañías de la construcción”.

El especialista en temas de inseguridad a nivel mundial expresa:

“No veamos a la delincuencia organizada solamente desde la función operativa; hay que verla también como una organización compuesta porciones de estado, porciones del sector privado, y las porciones que normalmente -como show mediático- a las autoridades mexicanas les gusta presentar con las AK-47 y las granadas de mano.

Buscaglia lamenta: “No se está tocando a la dimensión ‘de guante blanco’ de las empresas criminales que son las que realmente llevan las estrategias criminales de Sinaloa, Los Zetas, Los Caballeros Templarios, de Tijuana, de diferentes grupos criminales hacia la exportación de su presencia en 54 países del mundo”.

Por el momento, Enrique Peña Nieto no ha emprendido una “guerra” contra los más buscados de las organizaciones criminales, ni contra los grupos de “guante blanco”; y mientras se decide, la violencia persiste.

Stratford: “Violencia persistente”

“La Guerra contra el Narco: Violencia Persistente y un Nuevo Presidente”, es el título del informe que la agencia de investigación Stratford emitió el jueves 17 de enero.

“En 2013, la violencia en México probablemente seguirá siendo una amenaza importante a nivel nacional para la ciudadanía, la policía, los militares y las empresas locales”, advierte la firma.

“En 2013 probablemente no veamos cambios significativos como resultado directo de las políticas de seguridad internas de Peña Nieto, ya que se necesitará tiempo para producir resultados”.

A propósito de la “Gendarmería” de Enrique Peña Nieto, que contempla a 10 mil elementos, Stratford remata: “La gendarmería no será efectiva hasta después de 2013, ya que la formación requiere tiempo. Incluso después de que esté en funcionamiento, se enfrentaría a muchos problemas para cumplir la Ley”.

Para concluir, Stratford afirma que aunque operan bajo el liderazgo de Miguel Ángel Treviño, “Los Zetas trabajan en células semiautónomas que operan en todo el país; si alguna de estas células cuestiona el liderazgo de Treviño, surgirán nuevos brotes de violencia”.

(SEMANARIO ZETA/ZETA INVESTIGACIONES/ 21D ENERO 2013)

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